Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Después de leer a Friedrich Meinecke, Claude Lefort, Harvey C. Mansfield, Jr., J. G. A. Pocock, Mauricio Viroli ... queda uno convencido que quien más ha renegado del maquiavelismo, es quien más ha hecho uso de sus consejos, como la Iglesia Católica. La historia nos brinda un sin fin de testimonios de que quienes más han abjurado de las fórmulas del secretario Florentino, son quienes más han hecho uso de ellas para conquistar, retener y recuperar el poder.
Desde luego ninguna novedad es que Andrés Manuel López Obrador, haga lo que de palabra condena, cuando su discurso, si en verdad lo queremos entender, tenemos que interpretarlo en clave negativa, es decir, cuando dice que no es que si y viceversa. Un reto diabólico para la Hermeneuutica.
Hace no mucho declaró que él no se decantaba por la razón de Estado sino por la razón de Nación. Lástima que ahora no hubo quién le soplara para informarle que con ello se equiparaba a Hitler, quien en nombre de su concepto de nación desató una guerra contra los de dentro y de afuera que no fueran su sangre. En nombre de su concepto de nación mató a 20 millones de rusos y envió a los campos de concentración y crematotorios a 6 millones de judios. No obstante que a confesión de parte relevo de pruebas yo lo que en este momento veo es que despliega a diario operativos de razón de Estado, lo que no descarta que ulteriormente terminen como razón de nación, como lo puede estar planeando.
Los programas asistenciales , bajados no institicionalmente sino de manera personalizada, buscando que los destinatarios en lugar de agradecerlo a la administración, lo agradezcan al gobernante en turno, tiene como propósito comprar voluntades para galbanizar adhesiones a favor de su partido y con ello perpetuarse en el poder. Transferir fideicomisos, ahorros fiscales, subejercicios para darle a los que él llama sus mascotas, tiene como fin reproducir relaciones de poder. Perseguir revistas, periódicos, espacios e intelectuales que no comulgan con sus ocurrencias, tiene como objetivo uniformar su base social. Su política de abrazos no balazos para el crimen organizada encierra una alianza con los enemigos del Estado con tal de acrecentar su poder. Destruir la credibilidad de la SCJN, sometiéndola y presionando para que le autorice consultas violatorias de la Constitucion, significa anular un poder sin el cual no hay Estado de derecho. Llevar al congreso a que no modifique ni una coma a sus iniciativas y ahora ni un peso a su presupuesto, es la desaparición del poder controlador del Ejecutivo y la inauguración oficial del despotismo.
Muchos se preguntarán para que le cooptó dos diputadas al PRD de Veracruz, si ya tiene mayoría. Muy sencillo. No le interesa tanto la mayoría a Morena como uniformar la sociedad y desaparecer todo lo que pueda cuestionar su gobierno y convertirse en un momento dado en alternativa de gobierno. Por ese motivo tiene en la cárcel a Rogelio Castán. Si tomamos en cuenta que el PRD no se vio reducido prácticamente a la nada por haberse envuelto en escandalos de corrupción sino por la salida de sus cuadros mas connotados, podrá comprenderse el miedo que tiene Amlo y Morena, que la ciudadanía volteee hacia ellos, porque es lo más próximo.
La muerte del hermano de Alejandro Montano, se da en un ambiente de envalentamiento del crimen al sentir que esa arenga de abrazos no balazos, los cobija. Esta claro que la elevación del 100 por ciento de muertes dolosas respecto a las administraciones pasadas, muestran que la promesa de Amlo de acabar con la violencia es un rotundo fracaso. El crimen no sólo conquista cada vez más territorios sino que ha pasado a cobrar facturas sin importar personajes, porque se siente protegida.
Las pasadas elecciones dan muchos testimonios de que Morena no sólo utilizó los mecanismos judiciales y policiacos para arrinconar y perseguir a sus oponentes y hacerlos aparecer como delincuentes ante el electorado sino que en todo el Pacífico fue señalada de apoyarse en el crimen organizado para borrar a la oposición y si esto no es razón de Estado, hacer a un lado toda moral con tal de conquistar, retener y recuperar el poder, entonces Maquiavelo dijo otra cosa. |
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