EL toreo no es graciosa huida, sino apasionada entrega. Eso era la tarde de miércoles, cuando llegó Xóchitl Gálvez a Orizaba: Apasionada entrega, como decía el maestro Pepe Alameda. Llegaban todos ellos casi en el cierre de las campañas, Pepe Yunes, Miguel Ángel Yunes Márquez y demás candidatas y candidatos, venían también dos presidentes de partido nacional, Alito Moreno y Jesús Zambrano y la segunda en el PAN, Kenia López. Llegué con mi hija Ximena y la plaza comenzaba a llenarse. No tardó en estar llena. El calor agobiaba, pero a la entrada regalaban botellitas de agua. Las porras gritaban presidenta y Pepe gobernador. Gente de todos los partidos, PAN/PRI/PRD, mujeres y hombres de los municipios aledaños, de la zonas indígenas como Zongolica y Mariano Escobedo y La Perla y hasta cordobeses y de Ixtac. El animador se desgañitaba, La música toca y toca. Llegaron los invitados, subieron al estrado y Xóchitl arrollaba con los gritos de Presidenta. El primero en el orden al bat fue el orador casi senador, Miguel Ángel Yunes Márquez, ya vienen embalados con los discursos, le dio duro a este gobierno de ineptos y corruptos, como lo hizo no hace mucho en reunión de empresarios cuando se fue contra la PMA que tiene bandidaje total y que extorsiona a empresarios. Yunes Márquez decía que la gente quiere un cambio de verdad, y el grito de Fuera Morena retumbaba en ese toreo. Vino Pepe Yunes con su discurso del cambio, la gente le ovacionaba, y llegó la estrella de la tarde, a cortar orejas y rabo. Xóchitl dio un buen discurso, aplaudió y reconoció a Orizaba y a su alcalde, JM10, que por allí reapareció entregándole una bandera mexicana, casi como cuando AMLO le entregó el bastón de mando a la rival. Xóchitl pide confianza, que voten por ella, enumeró todas las cosas fatales de este gobierno, un grupo de maestros de diferentes regiones le gritaban y aplaudían. Había jubilados, de esos que no tendrán miedo de que les vayan a quitar la pensión, como lo aseguraba Xóchitl. Muchas mujeres del campo, indígenas, de la sociedad civil, quieren verla de presidenta. Lo que más agradó fue cuando tocó el tema de los asaltos en la zona México-Puebla-Orizaba, donde la autopista se comprometió a hacerla segura. El calor excedía los 37 grados, no llovía aunque había amenazado lluvia. Ese toreo de Luis Gutiérrez Príncipe, quizá él sonreía desde el cielo, porque fue un priísta de toda su vida, sonreiría de que eso que él construyó sigue sirviendo para grandes eventos políticos. Xóchitl partió contenta. Orizaba y la región la apoyan. Las selfies comenzaron a brotar. Habrá otros días de campaña, pero estos invitados no olvidarán por el calor de esta gente, que los recibió con mucha fuerza y amor y deseos de sus triunfos.
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