Es mañana de hablar de los magnicidios. Siguiendo la definición de la RAE, un magnicidio es una “muerte violenta dada a persona muy importante por su cargo o poder”. Es decir, hablamos de magnicidio cuando una persona asesina a un personaje relevante cometiendo un ataque violento”. La historia registra muchos, la de Julio César que Brutus le atacó con traición, es quizá la más mentada, como dicen en mi pueblo. Han muerto presidentes poderosos y primeros ministros y políticos por estos crímenes que, muchos de ellos, no tenían razón de ser. Manhunt (La caza del asesino), es el título de una que terminé de ver en Netflix o Roku. Es la historia del criminal que mató en el Teatro Ford al presidente Abraham Lincoln. Está buena porque todos conocemos cómo lo mataron, pero pocos saben que pasó en esos 12 días cuando lo atraparon al maldito criminal. Me acordé de los otros crímenes, el más famoso el de los hermanos Kennedy, JFK y Robert, que aún no sacan en conclusión quien mandó a matar al presidente. Pasarán años como la de Lincoln y nada sabremos. Un hijo de Robert Kennedy comentó cuando visito al criminal de su padre: “En una entrevista reciente con el Washington Post, el hijo de Kennedy afirmó que había llevado a cabo su propia investigación detallada sobre el acontecimiento, y ahora cree que hubo un segundo pistolero, por lo cual está pidiendo una nueva investigación. También reveló que visitó a Sirhan en diciembre de 2017, en el Centro Correccional Richard J. Donovan, cerca de San Diego. “Llegué a una instancia en la cual tenía que ver a Sirhan”, expresó Kennedy al Post. “Fui allí porque tenía curiosidad y estaba perturbado por lo que había visto en la evidencia. La del mexicano Colosio, por igual, destapan el caso cuando vienen elecciones y todos sacan raja, pero el Mario Aburto que confesó haberlo matado, está a punto de salir de la cárcel y quizá, en Estados Unidos o donde se arraigue, cuente alguna otra historia no creíble.
LECTORA NOTIVERIANA
En Orizaba suelen venir muchos jarochos, veracruzanas y veracruzanos que disfrutan este Pueblo Mágico. El pasado sábado desayunaba en Mestiza, un restaurante de la Sur 29 por el rumbo del IMSS, Después de mi cafecito y medio huevo, porque ando malito y a dieta, se acercó una señora muy amable preguntando si yo era fulano de tal. El mismo, dulce señora, le respondí. Dijo ser una fiel lectora de Notiver desde hace muchos años, doña Matilde Figueiras, y aproveché y me tome una foto con ella para exhibirla en Facebook y comentar el lunes en el periódico numero uno de Veracruz. Bienvenida a esta tierra de volcanes y de montañas.
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