En los tiempos en que los dinosaurios todavía pastaban por las praderas mexicas, antes que el meteoro llegara y los extinguiera, había presidentes de México que no parlaban el inglés. Ninguno. Cuando llegaban a nuestro país había una traductora de la presidencia, Italia Morayta, en tiempos de Echeverría, hablaba varios idiomas y era muy común verla en medio del presidente mexicano y el presidente o primer ministro extranjero. Voy a Wikipedia: “En 1947, nuestra fundadora, Italia Morayta, se convierte en la primera intérprete simultánea mexicana durante la II Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Después de haber sido contratada como intérprete para la IX Conferencia Internacional Americana, donde se gesta la OEA, funda, junto con un grupo de intérpretes y traductores, la Asociación de Personal Técnico para Conferencias Internacionales, antecesora directa de CM Idiomas”. Era muy útil. No es cualquier cosa porque hay que saber decir lo que se plasma en la plática y agarrar al vuelo las frases y los dichos. Ocurrió un día y lo relata la película Patton. Cuando el general se encontró, al final de la Segunda Guerra Mundial, con el ruso, que no hablaba ni papa de inglés y Patton tampoco ruso, el general americano le dijo al ruso que “Era un verdadero hijo de …”. El intérprete palideció. Pattón, al notar su turbación, le dijo: dígaselo textualmente. El ruso reviró con otra leperada y luego se tomaron un vodka y colorín, colorado. Los presidentes del PRI pasado, todos, ninguno hablaba inglés. Hasta que llegaron los graduados en Harvard y universidades americanas, Miguel de la Madrid fue el primero y entonces, cuando se encontraban con el presidente americano ya no se necesitaba traductor.
LAS ANECDOTAS
Debe haber varias anécdotas. Carlos Salinas se movía como pez en el agua. Sus estudios en Harvard lo hacían hablar un inglés casi bostoniano. Zedillo, por igual, y los secretarios ya no necesitaron intérpretes, como ahora con la 4T. Con AMLO le fue de gran utilidad el canciller Marcelo Ebrard, el que era su hermano y lo ha relegado casi a que pase de panzazo para ser senador plurinominal. Ebrard se fajó con los gringos, lo mismo en la ONU que en la Casa Blanca y había tranquilidad. La secretaria de Relaciones, Alicia Bárcena, es trucha en el inglés. Peña Nieto fue el hazmerreír, quiso hablar inglés y terminó de parlar un inglés cuenqueño, no le entendían ni los de la Barahúnda, un villorrio terrablanquense, pero hacia el intento. Había que haber aprendido siquiera el fuck you, para asestárselo a Donald Trump cuando vino a burlarse de los mexicas en plena campaña electoral. Pero no se pudo. Xóchitl no lo habla y la Sheinbaum al parecer sí. Pero eso no tiene la menor importancia, diría Arturo de Córdova, hay que saber gobernar bien, no importa el idioma.
Durante su mandato presidencial, Adolfo López Mateos, debido a que realizó muchos viajes oficiales al extranjero el pueblo le llegó a decir que era "Adolfo López Paseos". Este presidente ha sido el único que pudo entrevistarse, oficialmente con tres presidentes diferentes de Estados Unidos con: Dwight D. Eisenhower en tres ocasiones, John F. Kennedy una ocasión y con Lyndon B. Johnson en dos ocasiones... Se cuenta que López Mateos le dijo a Díaz Ordaz. "En México, el Presidente tiene todas las dichas, salvo dos desgracias: Una de ellas es que todos te dicen que eres un Dios. La otra es que terminan convenciéndote". Y te la crees, diría yo mero. |
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