Ocurrió la escena en un juego del abierto de Indian Wells. Cuando el español Carlitos Alcaraz comenzaba a sacar, de repente a la cancha llegaron un numeroso grupo de abejas y se le fueron algunas pocas a su cabeza y rostro. El español como pudo las cabeceó con la raqueta. Y las abejas, que son listas y dicen que hay que cuidarlas, porque le darán vida a la humanidad, se fueron sobre una cámara de TV de un Dron y allí comenzaron a hacer su panal. Como buenas abejas que, sin duda, llevaban a la reina madre. Fue un acto nunca visto en un torneo mundial de tenis. Todos salieron huyendo, a Alcaraz, me imagino que tenía buena sangre, se le arremolinaban, fue por una toalla y se refugió fuera de la cancha a las risas y sonrisas. “Cuando salimos corriendo de la pista, estábamos viendo la invasión de abejas en la televisión y nos reímos mucho. Fue divertido para mí, este partido se recordará por eso, no por el tenis”, indicó Alcaraz tras el partido. Los directivos mandaron a llamar a un especialista en combatirlas. Llegó con su camiseta de Killer Bee, pero no las asesinaba, con una manguera de aspiradora las comenzó a capturar para ponerlas a salvo y llevarlas a otro sitio a que volaran. Los aplausos para el tipo comenzaron. La gente le pedia unas selfies y por momentos era más famoso que los tenistas, el alemán Zverev y el mismo español. Pasado un tiempo, el apicultor limpió la pista de insectos para que se pudiera reanudar el partido. “Decidimos volver a calentar y vi que las abejas ya no estaban, solo una o dos, así que traté de no pensar más en las abejas”. El partido lo ganó Alcaraz, pero será recordado por la invasión de las abejas. Solo por eso.
EL APICULTOR
Por suerte para los presentes y el espectáculo, Lance Davis habita en el sur de California y acudió rápido a la llamada de la organización para, con su aspirador especial y sin más protección que unas gafas de sol, aspirar en pocos minutos a las grandes protagonistas de la tarde, convirtiéndose en el héroe de unos espectadores que no dejaban de pedirle fotos.
A pesar de lo llamativo que pueda sonar todo, al tratarse de un hecho casi insólito en una pista de tenis, lo cierto es que el especialista en abejas ya arrastraba una fama más que merecida y llevaba cerca de una semana eliminando enjambres en el Indian Wells Tennis Garden. No sólo por su empresa Killer Bee Live Removal, de sobra conocida en el sector, sino porque su experiencia -lleva desde 1971 dedicando su vida a conocer estos animales- llega a todos en California a través de la televisión gracias a su programa 'Killer Bee Catcher', de Earthx TV.
También aclaró que lo normal es que alrededor de 30.000 abejas constituyan una colmena, pero que en este caso había "unas 3.000" a causa de que en invierno sufren "una especie de fiebre de cabaña y la reina sigue poniendo huevos", pero luego se marcha "con la mitad de las abejas obreras a establecerse a otro lugar" y deja a un pequeño grupo pendiente de esa gestación de la que sale una nueva reina. Afortunadamente, Alcaraz y Zverev se toparon con una familia en sus primeros días de desarrollo.
Alcaraz reconoció su labor rápida y eficaz durante su partido en redes con un "No todos los héroes llevan capa", pero en el caso de Lance Davies no estamos del todo seguros.
Fin de nota. Alcaraz llegó a la final al vencer a Janik Sinner. Jugaron el mejor punto del año, según la asociación de tenis.
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