En el mundo hay coleccionistas que entran a las subastas de la casa EBay O Sothebys, le entran a todo, desde el vestido de Marilyn Monroe en aquel Metro que le levantó el aire, hasta sus chones. Hay coleccionistas curiosos. Las pinturas ni se digan, algunas alcanzan los 160 millones de dólares y hasta más. Leo ahora que la famosa servilleta donde Leonel Messi, a sus 13 años, que firmó su padre ante el club Barcelona, está en posesión de Nueva York y va a ser subastada como puja mundial, comenzando en los 385 mil dólares. Esa servilleta tiene su historia. Cuando Messi era un chiquillo, el club lo firmó y para que no se rajara nadie, el padre la firmó en un café y en una servilleta. Hoy es reliquia mundial para quienes aman a Messi. Uno que tiene un gran mercado es Andy Warhol, el rey del pop art ha sido portada en 2013 al vender su serigrafía Silver Car Crash (Double Disaster) (1969) en Sotheby’s por 105 millones de dólares. Su obra Triple Elvis también había sido adjudicada con anterioridad en subasta pública por la friolera de casi 82 millones de dólares. ¿Cuál ha sido la subasta más cara del mundo? Su récord histórico es Las mujeres de Argel (Versión O), con 179,4 millones de dólares. Este óleo sobre lienzo pintado en 1955 es la obra moderna más cara jamás vendida en una subasta. 9 nov 2023. Algún día una viuda de un gringo, subastó el espacio que tenía en el panteón de Los Ángeles, California, porque debajo de su difunto marido estaba la lápida y tumba de Marilyn Monroe. Dieron 4.5 millones de dólares por ese nicho. Descansar cerca de Marilyn es algo que no tiene precio.
AUN HAY MAS
Es que cuando uno es un coleccionista, el precio del objeto pasa a un segundo plano: vinos, antigüedades, coches, e incluso mechones de pelo. Se podría pensar que hablamos de un bazar chino pero en realidad son los inventarios de las grandes casas de subastas por cuyas salas pasan cada año miles de objetos, a cada cual más curioso. Voy a la red: “Si eres melómano: ya se sabe que la muerte suele disparar los precios de los objetos que pertenecían a esa persona. Por ejemplo, tras el fallecimiento de Michael Jackson, del que se han cumplido recientemente algunos años, se produjo una fiebre coleccionista sobre su figura. Y, cualquier cosa se vende: por ejemplo, el pelo. Se ha llegado a subastar pelo de John Lennon, de Beethoven o de Elvis Presley, cuyo mechón se vendió por 115.000 dólares (unos 103.000 euros). Un apasionado de los Beatles pagó 7.000 libras (unos 7.800 euros) en una puja en Hansons por una chaqueta azul que vistió Lennon a finales de los sesenta (también se vendieron sus icónicas gafas redondas). En Londres, Christie’s subastó una colección de canciones escritas por Jim Morrison: por 33 líneas escritas en tres páginas se pagaron más de 60.000 libras (más de 67.000 euros). Una guitarra de Paul Mcartney, que dejó olvidada hace 70 años donde tocaba en el Cavern Club, un fan se quedó con ella y este tipo, en lugar de subastarla, se la devolvió al gran Beatle”.
Las figuras históricas también cotizan alto: por ejemplo, también se ha vendido el inconfundible bolso Asprey que siempre llevaba la Dama de Hierro, Margaret Thatcher (28.000 euros) e incluso se llegó a subastar la ventana del 6º piso de la biblioteca de Texas desde la que se disparó al presidente Kennedy. Se pagaron más de 3 millones de dólares por ella en una subasta de internet, aunque luego han corrido ríos de tinta sobre la autenticidad de la misma. Y es que lo del certificado de autenticidad es fundamental para estar seguro de que no te están dando gato por liebre. Al que no le timaron fue al coleccionista privado (sus nombres rara vez salen a la luz) que se quedó con la pistola del mafioso Al Capone: le costó 77.000 euros. El arma venía acompañada de una misiva de la mujer de Capone en la que confirmaba su autenticidad, junto con un informe de balística.
Hay millones más, pero por lo pronto, con esa cerramos columna.
|
|