Los que han seguido la campaña de Pepe Yunes a la gubernatura de Veracruz se habrán dado cuenta de que, conforme la campaña ha avanzado, los eventos de campaña han pasado de ser de unos cientos de personas, a eventos con miles de personas. Poco a poco más veracruzanos se han sumado al proyecto de este “veracruzano de verdad”. Incluso militantes de otros partidos se han dado cuenta del crecimiento de Pepe Yunes en la preferencia de los veracruzanos. Y es que cada vez más personas se han dado la oportunidad de conocer al candidato de “Fuerza y Corazón por Veracruz”. Han escuchado sus propuestas, han escuchado su voz franca, honesta y dispuesta. Hasta los analistas en la Ciudad de México han puesto la mira en Veracruz y se han dado cuenta de que Morena corre el riesgo de perder la gubernatura. Esos analistas responsabilizan, de manera muy puntual, al mal gobierno de Cuitláhuac García, quien pareciera no querer que Rocío Nahle sea la próxima gobernadora de Veracruz. Sin embargo, a pesar de que algunas encuestas ya ponen arriba a Pepe Yunes en la carrera por la gubernatura, es muy posible que desde el gobierno federal se opere en favor de Morena. Es posible que el mismo López Obrador tome las riendas de lo que podría ser una elección de estado. Por ello, para evitar que López Obrador se salga con la suya, es importante que más del 60 por ciento de los electores veracruzanos salga a votar.
Diputada Corina Villegas, muy de esas. La entrevistan, la graban, y por ello acusa violencia política de género, pero lanza zarpazos al periodista; al rato se va al OPLE y la hacen víctima
Corina Villegas, diputada federal de Morena, lo mismo que otras funcionarias públicas de ese partido, se sienten hechas a mano, cortadas con tijeras de oro. Entre las funcionarias de Morena se ha puesto de moda denunciar a cualquier periodista que se atreva a cuestionar su actividad pública. Y que ni se le ocurra al periodista descubrir algún acto de corrupción y hacerlo público porque estas morenistas corren, hasta descalzas, al OPLE, para poner una denuncia por violencia política de género. Y lo que es peor, el OPLE, ramera de este gobierno, les hace el caldo gordo y las convierte en víctimas. No tarda en llegar a esas oficinas la diputada de Orizaba, Corina Villegas, quien fue entrevistada en la calle. Un periodista la estaba grabando mientras la entrevistaba, algo muy normal tratándose de una funcionaria pública que está obligada al escrutinio de los ciudadanos. Pues la señora diputada, al ver que la grababan, se hizo la víctima. “Mira, no me estés grabando, es una falta de respeto a mi persona”, dijo la señora diputada y agregó: “Soy mujer y me estás violentando políticamente y no puedes hace eso”. Apenas terminó la frase y la diputada federal, emperrada, lanzó el zarpazo, tratando de arrebatar a la mala el teléfono del periodista. Todavía más, llegó una de las lambisconas de la diputada a enfrentar al periodista: “Quien se mete con Corina se mete conmigo”. Vaya con las diputadas de dos centavos. Se quejan de violencia política de género y se ponen violentas lanzando zarpazos y aventando la jauría a los periodistas.
López Obrador no sólo no acabó con el huachicol, sino que lo intensificó. Huachicoleros amenazan a trabajadores de PEMEX. Hasta de “halcones” los usan
Una de las primeras batallas de López Obrador fue contra el robo de combustible en los ductos de PEMEX, lo que comúnmente se llama huachicol. En sus conferencias mañaneras ocupaba tiempo para mostrar los supuestos logros, sus victorias. Sin embargo, cuando su gobierno se dio cuenta de que los huchicoleros tenían más persistencia que el gobierno, cuando se dieron cuenta de que pueblos enteros vivían del huachicol, pero, sobre todo, cuando calcularon que el huachicol podría ser un buen negocio para ellos, tiraron las armas, claudicaron y se unieron al enemigo. Es por eso que el huachicol en México no sólo no se pudo acabar, si no que se intensificó. Los trabajadores de PEMEX incluso denuncian que ellos mismos son objeto de amenazas por parte de los huachicoleros, quienes hasta de “halcones” los agarran. Los trabajadores han denunciado que los mismos agentes de seguridad deben pasar temprano a una hora determinada para evitar ser emboscados. Los criminales saben donde viven los trabajadores, saben los nombres de sus familiares y donde ubicarlos. Los huachicoleros no sólo les piden dinero, sino que los obligan a que les brinden información sobre la operación de los ductos, sobre los operativos de la Guardia Nacional. Como dice el dicho, estábamos mejor cuando estábamos peor. Gracias señor presidente.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
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