Como dice el periodista Edgar Hernández, las encuestas para designar entre media docena de priistas a quien habría de ser el candidato a la gubernatura de Veracruz fue puro protocolo, mera formalidad para dejar contentos a algunos. Sobre todo a Anilú Íngram que cada que busca un puesto de elección popular se acuerda de que es mujer y a Héctor Yunes que ya le había echado un telefonazo a Vázquez Rigada para que le “administrara” los recursos de campaña. En sus redes sociales Alejandro Moreno anotó: “Después de un diálogo amplio, una reflexión profunda y ponderar toda la información y valoraciones a nuestro alcance, se ha determinado en unidad que sea Pepe Yunes quien encabece, por parte del Partido Revolucionario Institucional, los trabajos de la coalición Fuerza y Corazón por Veracruz”. Y es que Pepe Yunes es el único que ha estado picando piedra en los últimos años, quien como diputado ha visitado todas las comunidades de su distrito, quien desde la tribuna de la Cámara de Diputados ha defendido los intereses de los mexicanos. Lo que sigue es fortalecer las alianzas entre los partidos que forman el Frente Amplio; entre el PAN, PRI y PRD. Sigue además distinguir entre aquellos que podrán aportar para la campaña y aquellos que sólo estorbarán o, a su debido tiempo, traicionarán. En este momento muchos en la oposición son “pepistas”, sólo que para ganar la elección a gobernador se requieren más que porras, más que selfies, más que palabras de afecto. Pepe Yunes ya lo advirtió, el Frente Amplio por México en Veracruz se enfrenta a una elección de estado. Si los que se acercan con Pepe para apoyarlo no entienden eso, mejor háganse a un lado, no estorben.
Seis veces ha visitado López Obrador el puerto de Acapulco. Pero ni una de esas veces le ha dado la cara a la gente
Una persona miserable, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia, es una persona extremadamente pobre. Pero una persona miserable es también una persona ruin, canalla. Esta segunda acepción podría quedar justa al gobernante que negó recursos para la reconstrucción de Acapulco dentro del presupuesto para 2024. Para el gobernante que ha declarado que ya pasó la emergencia en Acapulco. Para el gobernante que a un mes de la tragedia del huracán Otis no ha dado la cara a los acapulqueños. Seis veces ha visitado López Obrador el puerto de Acapulco, todas esas veces de pura pasada. El día que viajaba a San Francisco al foro de la APEC pasó al aeropuerto de Acapulco y con la misma se retiró. Esta última vez dio su conferencia mañanera desde una base militar y después hizo un recorrido por la bahía en barco, custodiado por barcos de la Marina. Pero ni una de esas seis veces ha recorrido las calles de Acapulco, las avenidas, la zona turística devastada, los hoteles, las colonias. Dice que tiene miedo de que le mienten la madre, de que le manden provocadores. La verdad es que al presidente los acapulqueños no le importan, porque si los acapulqueños le importaran los apoyos ya hubieran llegado a los más necesitados, quienes si tienen razones para mentarle la madre.
Llueva, truene o relampaguee, en diciembre NO se inaugurará el Tren Maya. Otra de las promesas no cumplidas de López Obrador
En mayo de 2023 el periódico oficialista La Jornada anotaba las palabras del presidente López Obrador: "Ayer en la mañana estuvimos en la conmemoración de la Batalla de Puebla. Por la tarde, en Chetumal, evaluamos los tramos 1, 6 y 7 del Tren Maya. Hoy sobrevolamos el trayecto Chetumal-Tulum-Cancún-Mérida y tuvimos dos reuniones para constatar avances en el aeropuerto de Tulum y en los tramos 5, 4 y 3. Mañana vamos hacia Campeche y por la tarde regresaremos a la Ciudad de México. P. D. Vamos a inaugurar esta gran obra de mil 554 km en diciembre, llueva, truene o relampaguee, con el favor de la ciencia y el creador”. ¿Pues qué cree? Esa promesa de López Obrador no se podrá cumplir. Y es que los encargados del Tren Maya han tenido problemas para la construcción del puente Boca de Cerro que cruza el río Usumacinta. Sin ese puente terminado y bien construido, no habrá en diciembre inauguración del Tren Maya en su tramo de Cancún a Palenque. Claro, el presidente podrá ir a Cancún y hacer un viajecito a 40 kilómetros por hora por los alrededores del centro turístico y con ello, como o hizo con Dos Bocas y con el AIFA, simular que ya inauguró su magna obra.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
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