Si quiere usted saber de la vida y obra de Ulises Rodríguez Landa, habría que preguntarle a don Carlos Brito, sempiterno consejero del Partido Revolucionario Institucional de Veracruz, quien siempre lo tuvo cerca, demasiado cerca acusan los maledicentes. Después de pasar años como encargado de las finanzas del PRI, Ulises Rodríguez se puso a las órdenes de Eleazar Guerrero, entonces subsecretario de Finanzas. Eleazar lo colocó como su alfil en la Secretaría de Seguridad Pública; lo puso para operar contratos y para robarse todo el dinero que pudiera. Una manera efectiva de robar dinero está en los vales de combustible. La exempleada de la SSP, Mayra Vanesa Osorio Morales, trabajó por 10 años en esta dependencia, donde mantuvo una conducta intachable. Sin embargo, hace unas semanas la despidieron de su trabajo, acusándola, sin pruebas, de haber desviado de 5 millones de pesos en el área de combustibles. Ante los reporteros Mayra Vanesa Osorio denunció: “Solicitaron por escrito mi renuncia, adjudicándome un desvío de 5 millones de pesos en el área de combustibles. Dentro de la SSP, hay unas tarjetas que tienen una clave para entrar al sistema y ellos adjudican eso, que yo desvíe 5 millones de pesos de marzo a septiembre”. A esta empelada de la SSP la despidieron para encubrir el desfalco de los 5 millones de pesos que “seguramente” se robó Ulises Rodríguez Landa y que “seguramente” fueron a parar a las arcas de Eleazar Guerrero. Por supuesto, 5 millones de pesos es nada comparado con todo lo que se robaron en la SSP y en otras dependencias estatales bajo el amparo del gobernador Cuitláhuac García. Así de esa manera piensan solventar tanto saqueo, agarrando a empleados vulnerables como “chivos expiatorios”. ¡Qué poca madre!
Raquel Buenrostro en la Secretaría Anticorrupción. No fue ella la que “enfermó” a Ricardo Ahued para poner una incondicional en Aduanas
Raquel Buenrostro, como titular del Sistema de Administración Tributaria, quería controlar todo, hasta las Adunas que, a la fecha, se ha convertido en un verdadero nido de ratas. En su momento el entonces senador Ricardo Ahued llegó a la titularidad de Adunas. De inmediato se dio cuenta de toda la corrupción que había en esa dependencia. Ricardo Ahued rindió un informe de las condiciones en que recibió Aduanas al presidente López Obrador, que fue quien lo invitó al cargo. Mucha de esa corrupción era cobijada por Raquel Buenrostro desde el SAT; y ella quería que sus intereses no salieran perjudicados. Pero Ricardo Ahued, actual alcalde de Xalapa, no iba a dar ninguna concesión. Fue por ello que los encontronazos con la titular del SAT y el de Aduanas fueron constantes, hasta que un día Raquel Buenrostro, corrupta como es, mintió al decir que Ricardo Ahued dejaría la titularidad de Aduanas por motivo de enfermedad. Ricardo Ahued desmintió esa información, pero el mensaje era claro y el presidente de México, otro corrupto, se puso del lado de la Buenrostro. Pues hoy esta mujer es la titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno; hasta parece mal chiste. Dice la señora Buenrostro: “La corrupción tiene que ser erradicada porque no hay Estado de derecho, inhibe las inversiones, resta eficiencia y confianza en las instituciones, genera desigualdad en la sociedad, reduce los ingresos gubernamentales y limita el acceso a los servicios públicos, agregó. Aseguró que la tasa de corrupción disminuyó 11%, además de la también la percepción sobre esta práctica”. Por supuesto, habla de la corrupción ajena, porque la de casa, esa se debe consentir y hasta fomentar.
Luis Donaldo Colosio Riojas es hospitalizado por dolores en la espalda. Dice que es por la edad. ¡No la friegue senador, sólo tiene 39 años!
Hace unos días, ante la inminente aprobación de la Reforma Judicial, el senador Luis Donaldo Colosio Riojas se destacó por ser uno de los tribunos más aguerridos, de los que más puntualizó los errores y absurdos de una reforma que surge, según él, del rencor de un presidente que ya ni lo es. Seguramente todo ese estrés, toda esa impotencia, fue somatizada por el senador Colosio Riojas, quien hace unos días tuvo que ser hospitalizado por fuertes dolores en la espalda. Desde su cama de hospital el senador mandó un mensaje a las personas preocupadas por su salud: “Buenos días. ¿Cómo están familia? Yo no tan bien, pero ya estoy mucho mejor. Desde hace dos días empecé con un dolor muy fuerte desde la espalda, pierna. Ya me checaron y al parecer no tengo nada grave. Reposo, medicamento. ¿Pero qué cosas? Es la edad. ¿Cómo van ustedes? Bendiciones a mi viejo”. ¿La edad? ¡No la friegue senador, si apenas tiene usted 39 años! ¿Qué nos espera a los que hace rato rebasamos esa edad? La verdad es que deseamos que se reponga, pues se requiere su voz, su ímpetu, su congruencia en la tribuna del Senado de la República.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
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