En el primer debate presidencial se pidió a los ciudadanos que hicieran preguntas a las candidatas Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y al candidato Jorge Álvarez Máynez. La mayoría de las preguntas que los ciudadanos hicieron muestran el rostro de un país que no es el que López Obrador pregona todos los días de la mañanera. Así es, el debate dio testimonio del mal gobierno de López Obrador. Las preguntas se refirieron a los graves problemas de salud que se viven en México, sobre los rezagos en educación, la deserción escolar y de los 30 mil niños captados por el crimen organizado. Se dijo que México claramente no está entre los mejores países en salud pública, aunque la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, dijo que en salud México va bien. Pero también entre las preguntas de los ciudadanos se habló sobre la corrupción de los contratos en el gobierno, sobre las asignaciones directas que abundan en el gobierno de López Obrador, sobre los moches que todavía existen y la falta de transparencia. Fue por ello que Xóchitl Gálvez, candidata de “Fuerza y Corazón por México”, tiró al suelo el pañuelito blanco de la corrupción. Corrupción que, se dijo, no se ha podido superar ni tener avances significativos.
En el debate nos enteramos. Si gana Claudia Sheinbaum dejaría de ser “corcholata” para ser tapadera de los hijos y sobrinos de López Obrador
Xóchitl Gálvez, candidata de “Fuerza y Corazón por México”, durante el debate presidencial, dijo que López Obrador había llamado a sus aspirantes a la candidatura presidencial por Morena, “corcholatas”. Xóchitl señaló que Claudia ya no era “corcholata” porque López Obrador la quiere de “tapadera”. Tal vez por eso, Xóchitl Gálvez le hizo una pregunta directa a la candidata de Morena. Xóchitl le preguntó a Claudia si ella actuaría en contra de los hijos del presidente, de lo sobrinos del presidente, de los amigos de los hijos del presidente que han creado un “Clan” de corrupción. Obligada a contestar esa pregunta Claudia Sheinbaum, impávida, contestó: “Si tiene pruebas que las presente en el ministerio público”. La respuesta de Claudia Sheinbaum es la misma que López Obrador ha repetido en las mañaneras. Para el presidente de México no existen pruebas sobre la red de influyentismo que forjaron sus hijos, no hay preubas sobre la corrupción. Queda claro entonces que, de ganar Claudia Sheinbaum la presidencia, los hijos de López Obrador permanecerán impunes, porque a pesar de los muchos audios que existen, donde los involucran, a pesar de los contratos a amigos del colegio, a pesar de los contratos a los sobrinos del presiente, para Claudia Sheinbaum tampoco hay pruebas.
Ramiro Rivera, exvicepresidente del Congreso de Ecuador le dice a López Obrador: “Con todo el comedimiento, váyase a la chingada”
Ramiro Rivera es un político ecuatoriano que ha sido diputado, concejal de Quito y vicepresidente del Congreso Nacional de Ecuador. Este político ha lanzado a sus redes un video en el que expone quién en realidad violó antes la Convención de Viena, Ecuador, al asaltar la embajada de México en ese país, o López Obrador al darle asilo político a un delincuente. Dice Ramiro Rivera: “Que hemos violado el Convenio de Viena de 1961 de inmunidades de y privilegios diplomáticos, y usted no acaba de violar el convenio de 1933 que garantiza el asilo político sólo a los perseguidos políticos. Y el convenio interamericano de asilo de 1954. Señor Obrador, Glas no es un perseguido político, es el subjefe de una mafia de la narcopolítica, delincuente, juzgado, procesado, sentenciado, con orden de prisión por autoridad pertinente. Salió de la cárcel con el dinero de la mafia. Señor Obrador, con todo el comedimiento, váyase a la chingada”. Duras las palabras del político ecuatoriano, pero cargadas de verdad. La crisis diplomática entre México y Ecuador no se hubiera originado de no ser por el presidente de México, que, vaya usted a saber por qué intereses, lanzó sospechas sobre la legitimidad del gobierno del actual presidente ecuatoriano, Daniel Noboa.
Armando Ortiz @aortiz52 @lbajopalabra
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