Los que nos dedicamos al periodismo sabemos que muchos empleados de la subsecretaría de Gobierno, particularmente de la dirección de Política Regional, son porros, agitadores profesionales. De ahí salió Jorge Cedillo, quien supuestamente lanzó una botella de agua en contra del presidente López Obrador. Por supuesto, se puede creer que este sujeto no lanzara la botella en contra del presidente, se puede creer que, como él dice, pondría el pecho para que ningún proyectil dañara al presidente. Todo bien hasta ahí. Pero que el tipo, un agitador profesional salga con el discurso de que la víctima fue él, de que el agredido fue él, de que él no lanza botellas de agua, sino de electrolitos, es como para tacharlo de pendejo. Todavía más, el sujeto acusa que los manifestantes del Poder Judicial fueron enviados por los conservadores, por la misma Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; en tipo se revuelca en su propia pendejez. Lo que debe quedar bien claro es que este sujeto reconoce que, erróneamente, sí actuó de manera violenta. No sólo fue la botella de electrolitos que dice haber lanzado, hay fotografías y videos en donde se ve a este pedazo de pendejo enfrentando a los trabajadores del Poder Judicial; y lo hace no por defenderse, sino con la intención profesional de agredir. Dice un refrán popular: "Según san Andrés, el que tiene cara de pendejo, lo es”. Y a este basta con verle la cara.
Sobre la botella de agua que le lanzaron López Obrador minimiza el incidente, como todo lo que pasa en el país. “No pasa a mayores, yo también pido que actuemos con mucho respeto”
El presidente López Obrador es un experto en minimizar los incidentes que ocurren en el país. Sobre la violencia en Sinaloa, que ya cumplió dos semanas sin que se vea el final, dijo que eran actos aislados y que lo bueno es que había pocos homicidios. Sobre la extorsión en centenares de municipios del país ha dicho que no se debe pagar la extorsión para no caer en el juego de los extorsionadores. Y así, durante todo el sexenio se la ha pasado minimizando los hechos. Sobre el incidente ocurrido en el puerto de Veracruz, en la que algún manifestante le lanzó una botella de agua, el presidente dijo en su conferencia mañanera: “No, es que no pasa a mayores, yo también pido que actuemos con mucho respeto, que los que estamos participando en la transformación del país que actuemos con respeto, con tolerancia… mucha prudencia. Ahí se les va a seguir pasando el enojo. Nosotros, es otra cosa que les molesta mucho porque quisieran los que se equivocaron y no quieren aceptar su error, aunque es de sabios cambiar de opinión, se quedan en la autocomplacencia. Quisieran decir o gritar que somos iguales”. Y para que le arda más a los que llama sus adversarios, el presidente dijo que antes de terminar su gobierno iba a sacar el pañuelito blanco anunciando que acabó con la corrupción: “Algo que les molesta mucho es que no haya corrupción, voy a sacar el pañuelito blanco que pueda sacar el pañuelito blanco, eso les molesta mucho”. Y lo va a sacar no porque haya acabado con la corrupción, lo va a sacar nada más por chingar.
¿Ayotzinapa, el mayor fracaso en gobierno de AMLO? ¡Huy, hay tela de donde cortar! Tren Maya, AIFA, Megafarmacia, salud como la de Dinamarca, inseguridad, corrupción…
Dicen los padres de los 43 de Ayotzinapa que el mayor fracaso del presidente López Obrador fue no conseguir justicia para los estudiantes muertos de la escuela normal de Ayotzinapa. Antes de tomar posesión como presidente constitucional de México, en septiembre de 2018, en el cuarto aniversario de la muerte de los jóvenes, López Obrador se comprometió: “Mi compromiso es no fallarles a las madres, a los padres de los jóvenes de Ayotzinapa, al pueblo de México. No vamos a traicionar la confianza de nuestro pueblo”. Pero no hizo nada, antes bien encubrió a los militares señalados por Alejandro Encinas, quien presidía la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa. Nunca hubo intención de hacer justicia para los jóvenes de Ayotzinapa. Sin embargo, cuesta trabajo decidir si eso fue el mayor fracaso del presidente López Obrador. Hay otros fracasos monumentales que se podrían tomar en cuenta: Tren Maya, AIFA, Megafarmacia, combate a la corrupción, inseguridad, que los servicios de salud sean como los de Dinamarca, bajar la gasolina a 10 pesos… Son muchos los fracasos monumentales de López Obrador que cuesta trabajo decidir cuál es el mayor fracaso.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
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