Los pobladores de Sayula de Alemán son testigos de las chapucerías de su alcaldesa, quien busca quedar bien con Dios y con el diablo. Por ejemplo, en el marco del arranque de las campañas por parte de las "corcholatas" jarochas, allegados a Sánchez Vargas colgaron una lona a favor de Cisneros afuera de la casa de la presidenta municipal en Sayula, le tomaron fotos, la mandaron y antes de la media hora ya la habían descolgado, todo para engañar al líder de la negritud y no ofender a Rocío Nahle. Eric Cisneros Burgos es el único que se la jugó con Lorena Sánchez cuando comenzaron los problemas, causados por ella misma, en su malogrado gobierno, el manto protector de Cisneros sirvió para que Lorena Sánchez cometiera numerosos delitos contra el patrimonio y abusos contra personas que en su momento la apoyaron y luego les dio la espalda, incluso, las mandó a la cárcel para quedarse al frente de las arcas municipales y poderlas saquear a gusto. Tal como ha ocurrido. Y a pesar de que Cisneros también la usó para sus fines oscuros y perversos, fue el único que la ayudó a sostenerse en el gobierno municipal, y ni por eso Lorena Sánchez Vargas se la jugó al cien con el oriundo de Otatitlán, a la menor oportunidad se coló con Rocío Nahle, dejando en claro que su mejor moneda de cambio es la traición y la ingratitud, mostrándose como un ser humano que no le importa pasar sobre quien deba pasar, o cometer abusos, con tal de conseguir lo que quiere. Todo esto, apostando a que ni Cisneros ni Nahle se darán cuenta del doble discurso que desde hace varios meses está manejando. La desesperación por todos los delitos que trae encima, denuncias federales como en la Fiscalía Local que le esperan al final de su administración, es lo que la ha llevado a tramar este doble juego en donde piensa que los dos aspirantes más fuertes le darán oportunidad y más impunidad para seguir evitando su destino, la cárcel. Por eso los dos aspirantes, tanto Cisneros como Nahle deben poner mucha atención a las jugadas desaseadas que realiza la alcaldesa de Sayula, que en su desesperación por evadir la cárcel, está tratando de verle la cara a ambos políticos; ya usó a Cisneros, y ahora busca entrar al círculo de Nahle, apoyada por las diputadas Claudia Tello y Rosalba Valencia Cruz, a las que también les está viendo la cara y tarde que temprano les dará el beso de judas.
Muy pronto en el léxico del español en México “Noroña” será sinónimo de “arrastrado” y “pendejo”. “Ya basta de insultos al presidente”, dice el petista
Gerardo Fernández Noroña necesitó llegar a ser un oficialista para mostrar el verdadero rostro de la izquierda. Incongruente, vividor, rijoso, machista, exhibicionista, Noroña es la cara de una izquierda que alcanzó el poder. Pero a todas esas “virtudes” agregue usted las de arrastrado y pendejo. Se sube a la tribuna de la Cámara de Diputados para pedir que cesen los insultos, pero empieza llamando a los panistas, “paniaguados”. Dijo el arrastrado de Noroña: “Ya estuvo bueno, ya pasaron la línea, sobre todo la oposición, ya pasaron la línea, no debemos tolerarles un insulto más. Ni al compañero presidente ni a su familia. Vienen a hablar de particulares que no tienen ningún cargo público a injuriarlos a decir mentiras sin ninguna prueba”. ¿A qué viene toda esta defensa? Pues a que el señor busca quedar bien con el presidente López Obrador, para medrar otro sexenio como vividor. Ya se hizo adicto a los viajes a Las Vegas, a Europa, a Asia con cargo al erario público. Y esa vida sólo la podría conseguir como un arrastrado del sistema, un diputado parásito. Por cierto, en su discurso sobre el fin de los insultos, el señor dio a entender que él si tiene derecho a insultar, porque aporta pruebas. Habría que decirle al imbécil ese que para insultar no se necesitan pruebas, basta con que uno lo crea. Por ejemplo, yo creo que Noroña es un pendejo, y no necesito aportar pruebas, para mí es un pendejo, como pendejos son los que los defienden.
La “cumbrecita” migratoria de López Obrador. Sólo quejas contra los Estados Unidos, pedir que se respete a los migrantes, pero ni un mea culpa
¿De quién es la culpa de la ola de migrantes que busca llegar a los Estados Unidos? ¿Es culpa de los Estados Unidos por tener una economía que requiere de los migrantes, aunque los rechace? ¿Es culpa de los gobiernos de los países de los que migran que son incapaces de generar mejores condiciones de vida? Para los países que asistieron a la “cumbrecita” migratoria de López Obrador la culpa de la crisis migratoria es culpa de los bloqueos por parte de los Estados Unidos a los gobiernos que consideran dictatoriales. El mismo Maduro utópicamente ha dicho que una vez que retiren el bloqueo de Estados Unidos a ese país, más la mitad de los venezolanos que han salido regresarían a su país. Pero México ni Colombia sufren de un bloqueo comercial y sin embargo siguen partiendo migrantes hacia ese país. Sólo quejas hubo en esa “cumbrecita”, sólo quejas, pero ningún mea culpa. No hubo un solo país que reconociera que su política económica, social y de seguridad es lo que está obligando a los ciudadanos de sus países a buscar un mejor futuro en otro país. López Obrador convocó a una cumbre, en la que incluyó a dos dictadores, que no pasará a la historia, que se quedará en el olvido.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
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