¿En serio usted se creyó que el presidente López Obrador estaba preocupado por los pobres? Su eslogan “primero los pobres” era sólo una palmadita en la cabeza a esa clase menesterosa que se conforma con las migajas del presupuesto. Para López Obrador una persona que logre comer frijoles con 2 tortillas en lugar de una, ha dejado de ser pobre; una persona que deje los quelites para comer huevos, ha dejado de ser pobre. La realidad es que en México siempre fueron “primero los ricos”. Eso hasta el periódico La Jornada, bufón de Palacio, lo reconoce. En su primera plana publica: “La riqueza de los cinco hombres más acaudalados de México ha crecido en promedio 226.6 por ciento en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien el fin de semana destacó que no hay un empresario de los grandes que haya fracasado durante su gobierno. De acuerdo con las listas de Bloomberg, la riqueza conjunta de Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas, Alejandro Bailléres y Juan Beckmann Vidal y su familia suma a la fecha 158 mil 630 millones de dólares, cerca de una quinta parte de lo que hasta mayo de 2024 valía la deuda pública del país. Durante la gestión de López Obrador, la riqueza de Carlos Slim, presidente de América Móvil, aumentó 78.1 por ciento, de 52 mil 900 millones de dólares a 94 mil 200 millones; la de Germán Larrea, director ejecutivo de Grupo México, la minera más grande del país, y concesionario de la mayor extensión de vías de ferrocarril del país, despegó 944.2 por ciento, al incrementarse de 3 mil 600 a 37 mil 800 millones dólares, y la de Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas, subió 28.7 por ciento, de 10 mil 100 a 13 mil millones de dólares”. ¿Y usted, ya dejó de ser pobre?
Café Don Justo, debe mejorar su cocina si quiere ser competencia de La Parroquia Veracruz. Buen servicio, mala preparación
El pasado domingo ya nos habíamos anotado para desayunar en el café La Parroquia Veracruz, en su sucursal del centro, frente al parque Juárez en Xalapa. El lugar nos gusta porque a pesar del tiempo de espera se puede disfrutar de un desayuno bastante decente, algo que ya tenemos comprobado; claro, tampoco es la gran cosa. Sin embargo, como había mucha gente en espera le dije a mi querida Crucita que mejor nos fuéramos al café Don Justo, pues a meses de haberse inaugurado no había podido desayunar ahí. Había mesa, rápido nos atendieron y con amabilidad. Un servidor cuando visita un restaurante nuevo siempre opta por los huevos rancheros, pues tengo la creencia de que un buen restaurante tiene que saber preparar unos ricos huevos rancheros, los cuales no tienen mucha ciencia. David pidió unos huevos con tocino, unos hot cakes preparados con avena y Crucita pidió un omelette de claras de huevo con espinacas. Por cierto, David quiso pedir unos chilaquiles, pero preguntamos si lo que servían no eran esos totopos bañados con salsa que en Sanborns han bautizado como chilaquiles. Nos dijeron que así los servían y pues los cancelamos. En resumen: Los huevos rancheros pésimos, demasiado plásticos con una salsa de tomate sin picor, insípida, frijoles con tres totopos duros. El omelette, no me cabe duda, lo prepararon con esas claras de tetra pack, de las que venden en Costco, se veían crudos porque las claras en el plato parecían crema. Los hot cakes no fueron preparados al instante. ¿Cómo lo supe? La superficie del panqueque estaba tibia y el interior bien caliente, como cuando pones un pan a calentar en el microondas. Sólo los huevos con tocino estaban decentes y eso no es ningún mérito. En fin, que no le quedan a uno ganas de regresar. Si no mejoran la cocina la gente va a dejar de ir, por mucho que el lugar sea tan lindo y confortable.
López Obrador dice que el Tren Maya es una gran obra, que ni los chinos tienen una obra así. El Maglev de China es el tren más rápido del mundo
López Obrador ignora que en China ya circula el Maglev, el tren más rápido del mundo. Según una revista científica, “este tren flota sobre la vía gracias a la repulsión magnética y puede alcanzar velocidades de hasta 431 kilómetros por hora, convirtiéndolo en el tren comercial más rápido del mundo. Realiza un trayecto de 30 km en tan solo 7 minutos y 20 segundos”. El tren maya debería viajar a 160 kilómetros por hora, sin embargo, los que han viajado en este tren aseguran que no pasa de los 100 kilómetros por hora. A pesar de eso, el presidente López Obrador, quien ya vive fuera de la realidad, en su afán de inventar sus propias victorias, declaró en su conferencia mañanera que el Tren Maya “es una gran obra, no hay, no hay en el mundo una obra así, ni nuestros amigos que son muy creativos y trabajadores de China tienen una obra así. Además, es el tren rápido que se ha hecho en menos tiempo y con menos costos en el mundo”. Ya ni la burla perdona, hasta parece que lo dice con sorna, pero la realidad es que lo dice en serio; las mentiras se tienen que decir en serio, para que los chairos se las crean.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
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