Desde hace muchos años los habitantes de Ideal de Abajo han reclamado obras que nunca llegan. Esta comunidad es una población de indígenas chinantecos que históricamente han sido marginados y discriminados por los gobiernos municipales de Tierra Blanca. Los chinantecos reacomodados en los diversos poblados del municipio de Tierra Blanca como en otros municipios de Veracruz, han sido excluido de los programas de infraestructuras sociales para el desarrollo de sus comunidades. Ah, pero cuando se trata de reclamar lo que por derecho les toca, nunca falta una tipeja como Margarita Corro, a quien hicieron presidenta del Congreso de Veracruz. La señora, a pesar de haber sido ineficiente al no resolver los problemas de su distrito, todavía se encabrona. Cuando le reprochan que no ha hecho nada se hace la víctima y dice que la ofendida es ella. La diputada de Morena, Margarita Corro, es amiga de narcos, hecho que nunca negó, sino al contrario, lo reafirmó. Sobre su amistad con el fallecido narco, Francisco Navarrete, la señora dijo sobre esa amistad: “Esta persona de la que me hablas es vecino y amigo de toda la vida”. Tan amiga era del narco que hasta le consiguió un convenio con el gobierno de Veracruz para un medio de comunicación que el narco regenteaba. Pero a los indígenas de su distrito no les cumple; cree que con sólo mandar un oficio a una oficina ya hizo su trabajo; le vale madres si al oficio se le da seguimiento o no. Cuando le reclaman se la quita con eso, con que ella entregó los oficios y ya, ese es su trabajo. Todavía, cuando una mujer chinanteca le habla en su lenga la diputada de Morena Margarita Corro se molesta y discrimina a la mujer indígena: “A mí aquí se me habla de frente y en español”. Y cuando la mujer le explica que está en su derecho de hablar en su lengua, la diputada se encabrona todavía más. Ah, pero cuando a la diputada Margarita Corro su amigo Francisco Navarrete, el narco, le pidió un favor, hasta al gobernador le puso enfrente.
En la Presidencia no importan los damnificados de Acapulco, importa más el damnificado AMLO. Los acapulqueños le recuerdan a su mamacita
Con el restablecimiento de las redes sociales nos enteramos que los acapulqueños no están enojados, están emputadísimos. Primero porque el gobierno federal no advirtió a tiempo a la población para que tomara previsiones, para que se protegiera. Luego porque no hizo nada durante el saqueo y ahora porque la ayuda no está llegando a todas las personas. Ya con las redes sociales las personas están subiendo sus videos de reclamo; ya con los medios de comunicación ahí se escuchan las mentadas de madre al presidente de México quien aparece todo derrotado cuando lanza sus comunicados. Es por ello que algunos comunicadores afiliados al club de Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la presidencia, están llevando una campaña para lavarle la cara al presidente, para echarle la culpa de todo a la naturaleza y por qué no, a los gobiernos anteriores. Señala el periodista Carlos Loret de Mola: “Acatando la línea de la mañanera y apoyados por el aparato propagandístico al servicio del Estado, los medios de comunicación afines al gobierno, los periodistas funcionales al régimen y los intelectuales a sueldo, están tratando de justificar que el presidente no avisó a su pueblo de lo que venía, echando mano de un viejo recurso: no podía saberse. Para ellos y para el gobierno, la prioridad no es el rescate de los damnificados. La prioridad es lavarle la cara al señor presidente porque no actuó a tiempo, no avisó del huracán a los pobladores de Guerrero y se ha quedado chiquito en su respuesta a la magnitud de la emergencia”. Sin embargo, en Guerrero, los ciudadanos ya saben cómo se la van a cobrar al presidente, en las votaciones de 2024.
¡El colmo de la miseria! Si llevas apoyo a damnificados de Acapulco hay retenes que te quitan lo que lleves. Sólo el Ejército entrega donativos
Es el colmo de la miseria. Restablecidas las redes sociales nos enteramos de que en muchos poblados cercanos a Acapulco donde el huracán Otis también golpeó con furia, la ayuda no ha llegado a los damnificados. La sociedad civil, como en muchos casos, se ha organizado para hacer llegar a sus hermanos guerrerenses el apoyo, los víveres, el agua embotellada. Si embrago, miembros de esa sociedad civil ha estado reportando que en las carreteras y autopistas hacia Acapulco el Ejército ha instalado retenes para detener a las camionetas que trasladan víveres. Señala el periodista Salvador García Soto: “Las camionetas, autos o transporte de carga son obligados a detenerse, bajan a los conductores y acompañantes, revisan las despensas y ayuda que llevan y les dicen que ‘vas a tener que dejarnos todo, sólo las Fuerzas Armadas y el gobierno federal pueden repartir la ayuda a los damnificados’”. Es una orden del presidente López Obrador, sólo el gobierno federal, en este caso el Ejército, puede entregar ayuda a los damnificados. Señala el columnista de El Universal: “Pero lo más grave aún, es que López Obrador, con esa orden al Ejército y la Guardia Nacional, para monopolizar y centralizar toda la ayuda que fluya hacia Acapulco y demás municipios afectados, se está metiendo con algo que ya es parte de la idiosincrasia de los mexicanos contemporáneos y que, a partir de los sismos de 1985 en la Ciudad de México y otros estados, se convirtió en una costumbre y una solidaridad natural que lleva a los mexicanos a empatizar y tratar de ayudar con los connacionales que sufren algún tipo de desastre natural o humano”. Señor presidente, cómo puede usted ser tan miserable.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra
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