Por: Luis Bustos
El cierre de las válvulas de la Presa El Colibrí, en el municipio de Quimixtlán, en el estado de Puebla, es uno de los temas que más merecen la atención de las autoridades municipales y, por qué no, del gobierno del estado.
Hasta donde tenemos conocimiento, el problema actual, es un INCENDIO de grandes proporciones y que ha orillado a los pobladores a pedir auxilio a los gobiernos de los estados de Puebla y Veracruz; sin embargo, hasta esta tarde noche, no se ha registrado la presencia de personal de apoyo de ninguna de las dos entidades.
El incendio avanza y los pobladores solos no han podido sofocarlo, por lo que ya se extraña la presencia del ejercito que, de manera normal, acudía de inmediato, conjuntamente con autoridades de la CONAFLOR y cuerpos de bomberos para combatir el fuego.
Es importante mencionar que la significativa reducción en el presupuesto de la Comisión Nacional Forestal le impide una reacción inmediata y proactiva. Y qué decir del ejercito que, invariablemente, intervenía de inmediato con el plan DN-III; no obstante, las Fuerzas Armadas ahora están muy ocupado en sus nuevas funciones como ingenieros, arquitectos y albañiles, pues han sido designados como constructores responsables de aeropuertos, trenes y hasta de labores de bacheo de carreteras.
Al referirnos a la reducción drástica de presupuesto a CONAFOR, es porque se ha descuidado el importante programa de reforestación que era permanente y que en muchos caso como en el vivero Oxtlapa, en Xico, se han dejado de sembrar millones de árboles que se producían y que merecían la atención por parte del ejército.
A esto hay que agregarle la falta de orientación y la ausencia de las campañas de reforestación, que son consecuencia de la disminución drástica de presupuesto para estos objetivos.
A la presencia de los incendios, hay que añadir la falta de agua, deforestación y contaminación que, en conjunto con el cambio climático, han afectado las zonas de recarga de acuíferos de manera sensible y, por consiguiente, ha provocado la disminución de lluvias.
Por otro lado, agregue usted las viejas refinerías que trabajan con combustóleo (propiciando la alta contaminación), así como la NO generación de energías limpias, siendo algunos de los factores que tienen al país al borde del abismo.
Y, para no variar, la desaparición del FONDEN que era instancia y herramienta para atender problemas urgentes de desastres.
Finamente, regresando al tema particular de Quimixtlán, diremos que la población está, al igual que todo México, inmersa en el proceso electoral, con la novedad de que también elegirán a una nueva autoridad municipal y, obviamente, eso le agrega un poco de sal, pinole y “mala leche” a la situación que se está padeciendo, ya que el candidato a presidente municipal por el PVEM es José Martínez Pimentel, quien busca reelegirse y no ha sido bien recibido en varias comunidades del municipio....Así, está más complicado resolver el que fluya el agua hacia Xalapa y quizás, nos espere un fin de semana muy complicado, a no ser que las autoridades poblanas, veracruzanas y xalapeñas, se apliquen y le echen montón para apagar el incendio y establezcan el diálogo para que se abran las válvulas que apaguen la necesidad de quienes vivimos en nuestra bella ciudad capital.
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