Por: Luis Bustos
Dicen que en la política hay mucho de “PAN Y CIRCO” y sí, efectivamente, en estos días hay muchas funciones y son gratis.
Una que la verdad da -mucha- pena ajena, es la que está escenificando el Doctor Muerte, con sus aspiraciones a gobernar la Ciudad de México.
Es decir, pretende ser Jefe de Gobierno de la ciudad de todos los mexicanos, nuestra ciudad capital, el antiguo Distrito Federal.
Este actor protagónico de su propia desfachatez hizo circular un video donde se le ve visitando un mercado y saludar a algunos comerciantes, que sin duda están previamente convenidos para que le extiendan la mano, y alguno que otro para que permitiera un abrazo.
Probablemente uno de los peores capítulos de su historia, lo ofreció el viernes pasado en Radio Fórmula, en entrevista con Pepe Cárdenas, cuando intentó hacer menos, muy chiquita, su responsabilidad ante las miles de muertes por la pandemia. De hecho, ¡él se ve a sí mismo al contrario!, quiso hacer creer que millones de mexicanos le debemos nuestra supervivencia.
Se atrevió a negar su oposición al uso del cubrebocas, pero aseguró que su estrategia hizo posible que el 87% de los mexicanos lo usáramos sin la fuerza pública. No, señor López, lo usamos por iniciativa propia, por responsabilidad personal, familiar y social. Nunca por sus ocurrencias.
Es entendible que lo hayan mandado a hacer campaña, para después, canalizarlo a una candidatura plurinominal para que pueda acceder al Congreso y logre gozar de fuero constitucional y así, evadir cualquier futura acción de la justicia en su contra.
Sin embargo, en redes sociales, está recibiendo el “reconocimiento” que le otorga la ciudadanía capitalina. Basta echarle un ojito a X/Twitter y verán el trato “amable” que le brindan, obvio, sin faltar los chairos reclutados que salen en su defensa, que es bastante vergonzante.
Los chilangos dudo mucho que quieran que sea candidato, porque tienen memoria y no olvidarán que padecieron la falta de hospitales, de camas y de respiradores y, eso, será una película a todo color que estará presente en el momento en que tengan que cruzar la boleta electoral.
Al tiempo, señor López Gattel; aunque improbable, ojalá aparezca su nombre en la papeleta el 2 de junio para que encuentre el rechazo y repudio popular que lo ubique en su verdadera dimensión.
Nota: Con Ciro por la Mañana quiso repetir el guion, lo único que logró es evidenciar, aún más, su cinismo e importamadrismo. La soberbia montada en una nube. |
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