Estamos en Adviento, tiempo de esperanza, bonanza y fe. Por eso, qué más da, hay que soñar, aspirar y pedir.
A eso, vamos, como veracruzanos.
Veracruz, tierra bendita de Dios quiere soñar, aspirar y pedir.
Hoy, como veracruzano común, como somos más de ocho millones, quiero escribir lo que podemos soñar despiertos para aspirar a vivir en paz…por eso, pedimos:
Que el gobierno del estado, asuma a plenitud el control de la seguridad, conforme a los acuerdos con las Fuerzas Armadas federales… porque, desde hace ya varios años, soñamos con un estado en paz, en donde podamos caminar, nuevamente, con tranquilidad por nuestras calles, acudir a las escuelas con los hijos y nietos, a las plazas comerciales de compras o de paseo, a los centros de diversión, a los que también tenemos derecho.
Aspiramos, como buenos veracruzanos a que, el gobernador Cuitláhuac, haga malabares, como dice la canción que da identidad a los jarochos, La Bamba, que se haga de una escalera grande y otra chiquita, para que nuestras aspiraciones como pueblo puedan tener buen cause y mejor final, porque nos queda claro que no es fácil, sino todo lo contrario, ya que el nuevo gobierno se encontró con unas finanzas con entretelones difíciles de entender y unos pasivos casi imposibles a cubrir, razones por las cuales el Titular de Sefiplan, que es el responsable de administrar las finanzas públicas, deberá de aplicarse con todos sus conocimientos, experiencia e imaginación, para establecer las líneas y los parámetros, por las cuales el gobierno pueda ir cumpliendo con sus compromisos y, sobre todo, pueda tener disponibilidad para invertir en infraestructura y desarrollo social, para que los servicios de salud y educación, principalmente, no se detengan y se puedan proyectar a mayores y mejores coberturas.
Que sea posible apoyar al campo, a los pequeños empresarios y se otorguen facilidades a los potenciales inversores para que con sus proyectos, se le de movilidad a la economía y a la generación de empleos.
Eso y muchas cosas más pedimos como soñadores que aspiramos a mejores condiciones de vida, sustentadas en la tranquilidad, el orden y la paz social…Que haya gobernabilidad. Eso es todo, no más, pero tampoco menos.
En eso ocupemos nuestro tiempo de adviento, que es de esperanza, bonanza y fe, para seguir soñando, aspirando, proponiendo y pidiendo a quien hay que pedir.
Pedir con mucha esperanza y, sobre todo, fe…Fe en el creador de todas las cosas, para que guie al gobernante y le dé sabiduría, prudencia, fortaleza, valentía y sensibilidad, para que guie a este pueblo a mejores escenarios y, al final, todos podamos tener y gozar un mejor Veracruz 2019.
¡Felicidades a todos!.... Dios bendiga a Veracruz y a los veracruzanos.
@EnEstaHora
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