Siempre se ha dicho que “Billete mata carita” y en muchas ocasiones y circunstancias, así es. Hoy, quiero agarrarme de ese dicho popular para desarrollar la idea que me tiene frente al monitor.
El estar alejado de la militancia partidista desde hace muchos años (1991) me ha permitido observar con objetividad el andar de los personajes que se mueven en los distintos escenarios de la política nacional.
Hace unos días, un entrañable amigo me platicó de la construcción de una nueva organización política y me mencionó a algunos de los personajes que participarían. Mi sorpresa, al escuchar sus nombres, se mantuvo en silencio, por aquello de la prudencia… Quizás mi amigo estaba convencido de que esos personajes permanecían en las filas de lo que hoy es la oposición; sin embargo, el Facebook, desde hace buen tiempo, me mostró otra realidad.
Estos personajes trabajan en el municipio capitalino y participan activamente en los eventos que convoca el partido oficial e inclusive, hay quien hasta se anda candidateando para algún cargo de elección popular.
Su mayor encargo o comisión, obviamente, es desmembrar los comités seccionales del PRI en Xalapa. Esa es la razón por la cual el alcalde neomorenista (expriista) incrustó en su nómina a exdirigentes y operadores políticos que tenía el PRI.
De tal suerte que, si tiene en su nómina a un expresidente del comité municipal del PRI, es porque conoce las ubicaciones, domicilios, nombres y hasta teléfonos de quienes han operado a favor del tricolor por muchos años.
Hoy, dos expresidentes del PRI xalapeño, se disputan las bases para obtener la bendición morenista y ser candidato a diputado. Los dos se promueven, de manera cotidiana, en las redes sociales y lo hacen sin pudor alguno, de mostrar su cambio de camiseta.
Así que el dirigente estatal del PRI, ADOLFO (como desafortunadamente se anuncia en sus propias camisas, al estilo Alito), deberá ponerse las pilas, para encontrar, a la voz de ya, quien pueda contrarrestar esas acciones que, muy seguramente, ya le están sacando gente del padrón de militantes, porque los dos exdirigentes, hay que reconocerlo, son gente que ha trabajado a ras de piso y hasta han sido regidores.
Ante este escenario que parece poco alentador para el PRI xalapeño, solo hay que reconocer que si “billete mata carita”, nómina ya mató militancia, ideología y gratitud. Sí, gratitud hacia sus ayudadores que les permitieron acceder a un cargo y a otro en su expartido
Ni hablar, así se dan las cosas en estos tiempos, en cuanto a la militancia partidista. Nómina es nómina y mata todo lo demás.
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