Luis Bustos
Cuando Adolfo Ramírez Arana, nuevo dirigente del PRI veracruzano, empieza a agarrar los hilos del ambiente político al interior de su partido y hacia afuera rumbo a la construcción del Frente Amplio por Veracruz, aparece Alito y muy a su estilo, complica las cosas, en lugar de dejar que sea su dirigencia estatal la que tenga el control del proceso interno.
Apenas ayer, desde el antiguo Distrito Federal, se entromete y enrarece el clima político previo a la selección del precandidato priista que debe de buscar la conciliación y acuerdos con el PAN y PRD para encabezar la nominación de la Representación del FAV para el proceso electoral del 24.
Si bien Adolfo es nuevo en la dirigencia, no lo es en la política veracruzana en la que ha transitado desde su juventud. Ha sido alcalde y diputado local, dirigente de la CNOP y nunca ha negado su militancia. Razones suficientes para que se le hubiera permitido tener los hilos del proceso interno en el cual ya se enfilaban los dos únicos varones con posibilidades reales de competir por la candidatura: Pepe y Héctor, que han gastado suela y saliva recorriendo el estado y buscando reagrupar a las huestes priistas que han dejado de participar, e incluso han migrado hacia otros partidos. Los dos han sido diputados y senadores y han gestionado recursos y obras para Veracruz.
Por las féminas, sólo había una: Anilú Ingram, quien conoce el estado al que ha recorrido como funcionaria federal (Sedesol) y como priista de hueso colorado siempre aderezado con sus jarochadas. Hoy, es una voz potente que se deja oír fuerte en el Congreso del Estado y, como Coordinadora, ha sabido negociar la secretaría de la Mesa Directiva que ocupa la diputada Ariadna Guadalupe Ángeles.
Lo anterior, deja en claro que Alejandro Moreno Cárdenas no conoce Veracruz, no tiene idea del adelgazamiento del padrón de militantes y, desafortunadamente, muestra su poder para alargar la agonía priista y del Frente Amplio, y decide incrustar a tres personajes más en la encuesta: Marlon Ramírez, Lorena Piñón y Cirilo Vázquez.
Marlon, hizo su chamba como dirigente y hoy, desde el Congreso, es el mejor exponente de la oposición con sus intervenciones y posteriores acciones de trámite ante las instancias de fiscalización que correspondan.
De Cirilo, es innegable su presencia en el sur del estado, pero, estaría llegando tarde a la contienda, pues en el centro y norte del estado, no se le conoce.
Lorena es oriunda de San Rafael, en donde ha visto cómo el PRI ha perdido tres veces al hilo la presidencia municipal, la que ha quedado en manos del PRD y de una familia en particular: Papá alcalde, hijo alcalde y papá alcalde, de nueva cuenta. Es decir, no se nota su potencial priista.
Lo anterior, sólo demuestra el interés personal de Alito de incrustarla en el proceso y, para ello, solo está utilizando a Marlon y a Cirilo, quienes en los hechos, tienen los suficientes méritos para pelear por una senaduría y una diputación federal, respectivamente.
En conclusión, en este momento, en que el tiempo apremia, la inclusión de otros personajes políticos era innecesaria, porque la campaña del partido-gobierno ya está al cien, contando con toda la fuerza del estado, y el FAV ni siquiera se ha constituido y, en el PRI, decidieron empantanarse. |
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