En lo que se dio por llamar el “relanzamiento de la campaña de Meade”, percibo algo que sigue exactamente igual: el discurso.
En el llamado cambio de estrategia, solo se advierte la convocatoria a las bases de salir a la calle y manifestarse libre y entusiastamente, en favor del candidato, pero… ¡Chin, el candidato sigue hablando de lo mismo”…Sí, sigue hablando de AMLO, quizás porque sus asesores (Coordinación de campaña) lo sugieren así, pero, ¡ojo!, o están miopes y sordos o no saben de la existencia de las redes sociales(¡!¡!¡!), porque lo único que están haciendo es, precisamente, lo contario a lo deseado, que se siga hablando del opositor.
Si en el discurso de Meade siempre hay alusiones a AMLO, lo que está haciendo es favorecer que ese nombre se replique miles de veces más, dejando de lado, lo que realmente debiera ser objeto del discurso de Pepe Meade: sus propuestas, su alejamiento sistemático del actual gobierno, defendiendo o justificando, lo defendible y justificable, pero, sin duda, debe de haber una crítica a lo que no está bien o, para ser más “suave” lo que pueda y deba corregirse.
En estos días hay un tema en los hogares de todos los mexicanos: el alza a los precios de la gasolina.
Exactamente igual que hace dos años, cuando las elecciones para gobernadores en varios estados de la república, el gobierno de Peña aumentó, permitió, favoreció, concilió, negoció o como usted le quiera llamar, que los combustibles subieran de precio y “Chin, que le rompen la M…” a muchos de sus candidatos, porque obviamente es un tema que a todos nos afecta y, es ahí, donde precisamente se debe de escuchar, sí, chingaos, debe de venir un cuestionamiento, una crítica o una nueva propuesta de Meade.
De igual manera, urge deslindarse de personajes que solo causan daño, como lo es el caso del dirigente del sindicato de petroleros, Carlos Romero Deschamps, que, suponiendo sin conceder, esté muy fuerte al interior de la organización, es mal visto o rechazado por la sociedad en general.
Como ese caso, hay muchos otros que muy bien los conocen los coordinadores de campaña…Esos pueden ir en el mismo barco, pero porfa, porfa, que no icen la bandera, ni muevan el timón…..que vayan abajo, en los talleres, en el cuarto de máquinas y no salgan a dar la cara frente al público votante, porque echan las cosas a perder… así, guardaditos, “pueque” sí ayuden.
En resumen, creo que los asesores de Pepe Meade, aún no encuentran la brújula… circunstancia que es, por mucho, de “urgencia con carácter de urgente”, porque 50 y tantos días, se van a ir como agua entre las manos.
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