Cuando todo parece ser que Marcelo Ebrard puede alzarse con el triunfo en la contienda interna morenista, sale con una OCURRENCIA del tamaño de su DESESPERACIÓN e INSEGURIDAD.
Anunciar la creación de la Secretaría de la 4T, a cuyo mando estaría Andrés Manuel López Beltrán, el hijo de AMLO, operador externo de Palacio Nacional.
Con esta declaración de Ebrard, está dejando al desnudo que él no se siente tan fuerte ni tan firme como aseguran algunas casas encuestadores.
Mira que tirarse al piso con el presidente al proponer a su hijo para esa secretaría, como diciendo desde ahorita: Si yo soy presidente, el que seguirá después de mí, será Andy el hijo operador de la 4T.
Estábamos en esto cuando llega la información de que el “nominado” López Beltrán, rechaza la propuesta de Ebrard y, tan tan, la propuesta quedó con el status de haber nacido muerta, por no quedarnos con el calificativo de fue “bateado”.
En lo personal me extrañó mucho esa ocurrencia, pues siendo Marcelo, un político de gran experiencia, con multimiltancia partidista y con acuerdos especiales con el actual presidente, se me hace, a mi parecer, que hoy, le ganó la ansiedad, la desesperación y la falta de bien dormir.
Así las cosas, esta ocurrencia se anota en el marcador como como -1% en la carrera rumbo a la designación de Coordinador de la Defensa de la 4T y, obviamente, quitándose la máscara, la designación como candidato presidencial de Morena.
Ni hablar, al mejor cazador se le va la liebre.
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