En tiempos electorales, en medio de una intensa campaña, la más difícil en la historia reciente de Veracruz y, ojo, el PRI de la ciudad capital, Xalapa, no tiene un dirigente formal.
Se sabe que el anterior dirigente, emigró para vestirse de azul, llevándose consigo a la membresía de su sindicato de CMAS, cosa que no parece ser muy realista, pues los trabajadores le apuestan a estar en mejores condiciones y, el ayuntamiento es Moreno, por lo que llegara a negociar la dirigencia en acuerdos con el gobierno del estado, más bien podrían o serán ganancias para el ganador de siempre, el dirigente, José Luis Hernández.
Pues bien, a su salida, la dirigencia del PRI local quedó acéfala y hace unos días se boletinó la noticia de que se había designado a un Delegado especial con funciones de presidente (así lo marcan las reglas) y que el nombramiento recayó en Rodrigo Montoya, un joven si bien es cierto es conocido en Xalapa, NO lo es por su trabajo y sus habilidades políticas, sino más bien por ser un eficaz asistente del ex alcalde Américo Zúñiga, quien al estar hoy como presidente del PRI estatal, ejerció la facultad de extenderle el nombramiento.
Vaya osadía la de Américo….
Poner a su asistente como cabeza del priismo capitalino a sabiendas de que muy a pesar de que como alcalde realizó una gran obra a lo largo y ancho de la ciudad, sus operadores, sus asistentes, como Rodrigo, no supieron trasmitirlo a la gente, trayendo como resultado que el PRI municipal NO ganara una sola elección durante su periodo edilicio.
Por eso, es delicado que se pretenda experimentar en pleno proceso electoral, que no hay que olvidarlo, es, muy, muy complicado.
Ni modo que digan que Montoya tiene el calibre y la estatura política y moral, para llamar a acuerdos a empresarios como los Chedraui, Fernández, Beceiro, Abreu, Moreira, etc.
O que puede sentar a la mesa a los dirigentes estatales del SNTE secciones 32 y 56, SETSE, SITEV, SUTERM; etc.
O que los líderes de colonias, seccionales y estructuras electorales, ya muy curtidos todos, van a acudir como corderitos a un llamado de este joven americanistas, por el solo hecho de tener en sus manos un nombramiento de delegado….
Y las candidatas?... Ni modo que el joven Montoya les dará la dirección adecuada para la campaña y para la jornada electoral….Lo cierto es que NO hay de dónde.
En resumen: Es cierto que PEPE Yunes confía plena y absolutamente en Américo, pero, Américo debe entender que esa confianza NO debe traspasar los límites de la prudencia, la cordura y el sentido común.
Perder la elección, será demasiado tarde para poder corregir.
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