El presente proceso electoral es el más grande y más confuso en el peor momento de la historia de México. El seis de junio serán los comicios en los que estará en juego el mayor número de cargos, 21 mil 368 en disputa, y en los que podrá votar el mayor número de ciudadanos.El actual es un ambiente electoral tóxico, convulsionado, de campañas turbias, de política sucia, en el que como nunca antes entre los ciudadanos impera el desconcierto, originado en muchos casos por los partidos y sus alianzas, por postulaciones indeseables: desde impresentables, cartuchos quemados, depredadores del erario, pervertidos sexuales, hasta los inconfesables de tener nexos con la delincuencia organizada.
Pero no todo es así, hay de todo como en la viña del Señor, hay excepciones, aunque muy contadas; también compiten candidatos con verdadera vocación de servir a los demás, a los gobernados, a quienes representan.
En la región conocida como Sotavento, en la entidad veracruzana, se ubica el municipio de Tlalixcoyan, que en chinanteco significa: “Tierra que emerge sobre la superficie o faz de la tierra”, es el municipio más grande de esa región. En Tlalixcoyan contiende por la alcaldía una persona que la historia la convirtió en una guerrera: Rosa María Robert Lira.
En un país como el nuestro, en que el acceso de las mujeres a un cargo de elección popular es toda una odisea, por tener que enfrentarse a obstáculos de diversa índole; en un entorno electoral en que a la población la han sometido a campañas políticas masculinizadas hasta decir basta. Aún con todo eso a Robert Lira no la intimida, está acostumbrada a los retos.
Rosa María contiende por la alcaldía de Tlalixcoyan postulada por el Partido Unidad Ciudadana, cuya dirigente estatal Cinthya Lobato Calderón, otra mujer ejemplar, también participa en lograr la alcaldía de la capital veracruzana.
Caracterizada por el intenso trabajo desde muy joven, antes de iniciar su carrera profesional de Médico Veterinario Zootecnista, Rosa María ya era maestra de inglés en un reconocido colegio del Puerto de Veracruz. Lo que habla de la formación que tuvo desde corta edad
Rosa María Robert rompe con los roles y estereotipos de género. Lo mismo se le puede observar arando la tierra, operando un tractor a las seis de la mañana -para ganarle tiempo al intenso sol-, que abordando un vuelo internacional para desempeñar dos actividades profesionales a la vez: como asesora para la compra de ganado vacuno, y como interprete-traductora de idiomas. Además de atender en todo momento a su familia, está dispuesta en todo momento a hacer el bien a quien lo necesite.
Entre la población de Tlalixcoyan se comenta que Robert Lira ha mostrado desde siempre empatía, afectividad, sensibilidad, cooperación y participación con los demás. En palabras concretas la candidata de Unidad Ciudadana por la alcaldía de Tlalixcoyan genera una respuesta que pocos candidatos en cualquier nivel están consiguiendo en este proceso electoral: confianza entre el electorado.
Rosa María tiene muy claro que la población está dejando de creer en promesas mesiánicas, en soluciones exprés, porque la realidad los está desenmascarando; es completamente ajena a ese tipo de engaños. Sus propuestas se centran en el trabajo conjunto. Durante su recorrido por el municipio se ha dedicado a invitar a los pobladores a emprender de la mano todo tipo de acciones que lleven a resolver cualquier problema o necesidad que enfrente la población.
Si el electorado de Tlalixcoyan valora la candidatura de Rosa María Robert, lo que puede aportar al municipio; si le otorgan la oportunidad de gobernar el municipio, sin duda será la mejor elección que habrán hecho en bien de la población.
rvazquez002@yahoo.com.mx |
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