México se está transformando en un mosaico de desgracias. Tal aseveración podría ser tachada de amarillista, mas los crueles acontecimientos que ha venido padeciendo la población así lo señalan, nos da la razón. El clima de fatalidad no es invento de los adversarios, ni de los conservadores.
Vivimos en una nación que está creando su propio catálogo de sucesos, siniestro y absurdo. Las mujeres y los niños dejaron de ser prioridad, contrario a lo que ocurre en cualquier otra región del planeta.
El abanico de incongruencias es inmenso. Defender a un violador aspirante a gobernador, diciendo que lo dejen en paz. Este lunes el cinismo de Felix Salgado Macedonio rebasó todo límite. Pasar por alto el hecho de que el presidente nacional de un partido político haya sido exhibido de tener relación con una secta dedicada a la explotación sexual de mujeres. O el cónsul involucrado en el escándalo de un video sexual. En las marchas de mujeres al exigir a las autoridades poner fin a la violencia, por enésima ocasión se vuelve a escuchar: es un “compló”, las mujeres son manipuladas por los conservadores para protestar. La intolerancia a las protestas de las mujeres no se hizo esperar este día.
De nada en lo absoluto servirán las peroratas oficiales que se escucharon como respuesta este día de lucha feminista, si la posición es defender lo indefendible y justificar lo injustificable, lo que alienta aún más que abusos y agresiones contra las mujeres vayan en ascenso.
El otro escenario trágico y lamentable es el de los niños enfermos de cáncer.
The Lancet, una de las dos revistas médicas de mayor prestigio alrededor del mundo dió a conocer en fecha reciente que en los casos de cáncer en infantes, en Latinoamérica el 89 % de las consultas se habían pospuesto por tiempo indefinido. El 45 % de las cirugías oncológicas y el 75 % de los transplantes de células se habían aplazado sin tener nueva fecha para llevarlas a cabo. Debido a la escasez de medicamentos y terapias, en el 36 % de los casos afectaron los tratamientos, lo que sin duda trajo como consecuencia que el estado de salud de los pequeños haya empeorado, incluso perder la batalla contra la muerte. En México las observaciones de The Lancet deben ser peores, a la fecha no se han dado a conocer datos precisos del daño a la niñez, ni se conocerán.
La Organización Panamericana de la Salud señala que en México por cada 100 niños menores de 15 años que enfrentan cáncer, alrededor de 55 sobreviven, posición muy por abajo de Ecuador, Chile, Colombia, Argentina, Brasil; mientras que los países que se ocupan de atender con mayor responsabilidad este padecimiento, como son Alemania, Austria y Canadá, por cada 100 niños con cáncer, entre 92 y 94 salen adelante. “El hecho de que un niño dependa del nivel socioeconómico de sus padres, o de la calidad de atención en los servicios de salud de su país para sobrevivir al cáncer, es en si mismo una injusticia social”, ha sentenciado la OPS.
El pasado 8 de enero entró en vigor la llamada Ley General para la Detección Oportuna del Cáncer en la Infancia y la Adolescencia. Una ley que nació muerta. Ocho semanas han sido suficientes para constatar que solo se trató de un compendio de buenas intenciones. Nada ha cambiado, al contrario, la situación para los niños que sufren este mal es peor, por lo que resultaría ocioso hacer mención de los supuestos compromisos que en esa ley se establecieron.
Así es la gravedad en el tema de desabasto de medicamentos, para que un gobernador del mismo bando, el de Puebla, Miguel Barbosa Huerta pusiera el grito en el cielo, al hacer en días pasados un reclamo al Instituto de Salud para el Bienestar, Insabi, porque no ha enviado medicamentos para Puebla en lo que va del año, pese a que recortó "todos los apoyos económicos para este fin". El mandatario poblano acusó que la dependencia federal se comprometió a enviar medicamentos para el estado, sin embargo, "al parecer no nos van a mandar" porque ni siquiera hay fecha para recibirlos. "No se ha recibido ni un solo medicamento y no hay fecha para poder determinar cuándo se reciben”.
Pero no todo es trágico en nuestro país. Lo “alentador” es que en medio de toda ese infortunio, el presidente López se da tiempo para macanear. Esas acciones, y que aparezca en todos los medios de comunicación con el bate al hombro, eso pretenden se vea de beneficio para los mexicanos. La otra preocupación expresada por el jefe del Ejecutivo Federal es el retraso en la construcción del Tren Maya. Son las prioridades de la 4T.
En la realidad, no son primero los pobres, tampoco son las mujeres, ni los niños.
La instancia defensora de los derechos humanos, ni por enterada en cualquier entidad.
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