Teun Van Dijk, lingüista holandés, uno de los académicos investigadores más reconocidos a nivel mundial en el campo de Estudios del Discurso frente a los problemas sociales, catedrático de postgrados en la Universidad de Ámsterdam y en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, al hacer un análisis crítico de las noticias, desecha la hipótesis de que "los periódicos venden sólo las malas noticias". Afirmó que "se trata de un prejuicio bastante conocido. Negativizamos sobre otra gente aquello que nosotros no somos. Gran parte de la información no es negativa, sino de rutina. En general, las noticias malas venden. Pero también la gente quiere saber lo diferente. Cuando se informa sobre un accidente a la gente no sólo le gusta saber lo que ocurrió, sino también cuanta gente se salvó".
No hay espacio para dudas lo aseverado por Dijk, con mayor razón en Veracruz, entidad en la que durante 12 años lo que se escuchaba y observaban eran mentiras, simulación, engaños letales, saqueo de recursos. Se negaba, omitía o distorsionaba lo que sucedía. Época de terror que inició el primero de diciembre de 2004 con la toma de protesta de Fidel Herrera como gobernador, hasta que los excesos desenfrenados hicieron crisis, lo que provocó la huida y posterior encarcelamiento de Javier Duarte de Ochoa. La gente quedó hastiada -dejémoslo ahí-, por no utilizar otra expresión más certera.
Después de la Docena Siniestra, los veracruzanos han permanecido expectantes, deseosos de recibir buenas noticias; quieren saber si en realidad se está haciendo algo diferente, positivo, o si las cosas siguen igual.
¿Que si es una buena noticia? Por supuesto, es una excelente noticia, que después de 13 años no había una buena nueva, extraordinaria, de esta naturaleza, con la inauguración este miércoles del Hospital Infantil de Veracruz, puesto en marcha en los primeros 15 meses de la administración del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
La obra inició el 29 de septiembre de 2008; era conocida en tono sarcástico como la Torre “Geriátrica” y monumento a la corrupción, por los años transcurridos, que en vez de colocar componentes para su edificación, se instalaban promesas, engaños y desfalcos.
El Hospital Infantil está equipado con la más alta tecnología, cuenta con: 55 camas y 67 camas de terapias pediátricas, servicio de urgencia y 13 consultorios de especialidades. Se brindan servicios de endoscopía, cirugía, clínica del dolor, hemodiálisis, quimioterapia, terapia intensiva, intermedia, neonatal, y pediátrica; crecimiento y desarrollo; tiene además banco de leche, estimulación temprana, laboratorio y farmacia.
Para muchos, los que por fortuna no tienen necesidad de hacer uso de los servicios de salud públicos, es irrelevante la noticia; pero para el resto de la población, para 7 y medio millones de veracruzanos que no cuentan con recursos para cubrir los gastos médicos privados para atender a sus niños en la entidad, en la Ciudad de México, o en Houston, el hecho de ver terminado el Hospital Infantil puede significar la diferencia entre la vida y la muerte para un pequeño.
Bien por la niñez veracruzana que el día de hoy ya cuenta con un hospital de especialidades pediátricas
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