Si todas las horas que conceden cada día para ejecutar el ritual de la mañana siguiente, para decidir y preparar a quién o quienes van a desollar en el Templo de los Sacrificios; si en lugar de ocupar seis valiosas horas diarias para llevar a cabo el culto mañanero, las destinaran para atender y ajustar la estrategia –si existiera-, y dar un estricto seguimiento para combatir al tsunami de violencia que golpea a varias regiones del país, sin duda los mexicanos valoraríamos el trabajo de las autoridades, que por lo complicado que representa combatir a 170 cárteles y 3 mil células delincuenciales independientes, números que pudieran existir en el país, organizaciones criminales que se reproducen como las bacterias: de manera binaria, aunque el avance o los resultados fueran mínimos, la población aplaudiría el esfuerzo de quienes gobiernan
En las primeras 14 semanas de gobierno, el seguir promoviendo la cultura del odio hacia el pasado, selectivo; a todo lo que no haya estado o no esté de acuerdo con las decisiones del poder en turno ha acaparado la agenda oficial, y les está dando resultado: la polarización de la población es ahora en el aspecto emocional. Una gran parte cae atrapada en el sentimiento de desprecio e imita las acciones de repudio con quienes están en desacuerdo con el rumbo que está tomando la nación. “Lo que sale de la boca es de lo que está lleno el corazón”, Mt. 15:18.
El tema del petróleo tiene en suspenso a nacionales y extranjeros que tienen inversiones en Pemex, que ante la evidente falta de capacidad del director y del responsable de las finanzas de la paraestatal, ahora es el experimentado subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, a quien envían a otros países para explicar y tratar de convencer que habrá seguridad y salud financiera en el gobierno federal.
El arranque sexenal continúa siendo duramente cuestionado. Con la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, NAIM, los bonos para financiarlo pasaron a la historia como los de peor rendimiento del mundo. Aunado a los emitidos por la Comisión Federal de Electricidad, CFE, también desplomados. La deuda que Pemex viene arrastrando no es cualquier cosa, es por más de 106 mil millones de dólares, mayor que la del NAIM y CFE. Es la deuda más alta entre las petroleras estatales de América Latina. Ahora, para poder aumentar la capacidad de exploración y producción petrolera se requiere una inversión cuantiosa.
Arturo Herrera sabía perfectamente lo que declaró en Londres. Lo contradicho a Herrera y el empecinamiento de construir la refinería de Dos Bocas está empezando a provocar presión e inquietud en los mercados financieros.
En el entorno turbulento que abarca diferentes áreas, los señalamientos de la ciudadanía son insistentes en el sentido de que “La mafia del poder” se recicló y se recargó. Los vicios de antaño se repiten. Un marcado nepotismo con fallidos intentos de justificación; fenómeno que se transcribe en cascada en las entidades gobernadas por el partido que hoy domina los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Para los mexicanos, por lo prometido y los compromisos adquiridos en campaña, nunca pasó por la imaginación de los ciudadanos que en el primer y segundo trimestre de la nueva administración federal se registrara desabasto de medicamentos. El hecho de carecer del más elemental equipo médico; que no haya ni paracetamol en los hospitales en algunas entidades, entre etas Veracruz, dice mucho, demasiado.
La Constitución de la Organización Mundial de la Salud, OMS, afirma entre otros puntos: “El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano. El derecho a la salud incluye el acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud de calidad suficiente”.
En la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, precisa en el Artículo 3: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.
Seguridad y Salud. Ya es tiempo de que se ocupen de estos dos temas, derechos fundamentales que lastiman a la población. Debería ser el presente lo prioritario en la agenda gubernamental, situaciones que pueden complicarse en lo futuro.
“Todos los del pasado son una bola de corruptos. Menos nosotros”, pareciera que se escucha cada mañana.
“Todo el mundo piensa en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”, dijo alguna vez León Tolstói.
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