En su tercer y último día la noticia del evento fue desplazada totalmente por el crimen de un importante personaje de la política. O Globo, Meia Hora y O Dia, tres de los principales diarios de Brasil destinaron los titulares a la cobertura de las protestas en Río y Sao Paulo, a los informes y declaraciones sobre la muerte de la concejal Marielle Franco, ejecutada a balazos igual que su chofer en el interior de su vehículo.
Marielle, de 38 años de edad, integrante de la Asamblea Legislativa, acababa de salir de un evento llamado "Jóvenes Negros Moviendo las Estructuras", en la calle de los Inválidos, en Lapa. Tenía como banderas la defensa de los marginados, la voz guerrera de las favelas y la lucha por los derechos de la mujer. Solía usar las redes sociales para protestar contra la violencia en la ciudad y por denunciar los constantes abusos de la policía.
La tragedia eliminó por completo la difusión de la última sesión de trabajo -este jueves- del Foro Económico Mundial sobre América Latina celebrado en Sao Paulo, centrado en el análisis de las perspectivas económicas en la región, la importancia de un liderazgo fuerte en los países de América Latina y en la lucha contra los corruptos.
En el panel sobre política, Denise Dresser, por parte del Instituto Tecnológico Autónomo de México, ITAM, durante su intervención precisó que en México a diferencia del resto de países Latinoamericanos, se está viendo una inusitada vuelta a la izquierda, con la candidatura de López Obrador. En estas elecciones el tema central es el de la corrupción.
En respuesta a una pregunta Dresser puntualizó que en México hay ganadores de las reformas estructurales, pero también hay muchos perdedores que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo. Aunque ha habido beneficios para la clase media, esto no se ha desparramado socialmente. Hemos visto el crecimiento brutal de desigualdad. Los 16 multimillonarios de México concentran el 9 por ciento del PIB del país. Esa desigualdad es la que beneficia a Andrés Manuel al enarbolar la bandera de defensa por los pobres. López Obrador se presenta como un líder providencial, anti sistémico; sus ofertas tienen resonancia, aunque no sean económica o políticamente viables, son aceptadas por una población que ya no cree en los partidos.
América Latina está cansada de la cultura de los privilegios, de que sólo sea una elite, un grupo de influencia la que tenga acceso a capital, a trabajo, a la tecnología. Hay un desencanto sobre todo de la juventud, aseguró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal.
Contrario al resto de América, México es el único país en que durante tres décadas el salario mínimo se ha estancado; acaba de subir a 80 pesos, cuatro dólares diarios, y así se ha mantenido durante tres décadas. Todos los demás países lograron subir el ingreso. El voto político no se convierte en bienestar.
¿Cuál es el Latin América First? Quisiéramos preguntar a los líderes regionales, afirmó Bárcena. La intervención de todos los panelistas resultó de sumo interés, así se pudo apreciar en la transmisión.
Es hora de abordar el problema de la economía informal en América Latina, exhortó en otro panel David Herranz, director para América Latina de Grupo Adecco. “El desempleo juvenil sigue siendo un flagelo. En gran parte de nuestro continente, más del 40% de los jóvenes carecen de trabajo. Peor aún, seis de cada 10 se encuentran en el llamado trabajo "informal", lo que significa que no existe un contrato adecuado o una seguridad social vital, ya sea atención médica o cobertura de pensión. De hecho, alrededor de una quinta parte de los jóvenes de América Latina -o casi 30 millones de personas- son "NINI", ni tienen empleo ni están comprometidos con la educación o la capacitación”. La informalidad sigue sin ser enfrentada. Casi 140 millones de latinoamericanos -alrededor del 55 por ciento de la población activa- trabajan en la llamada economía "informal".
Sobre la intervención de Herranz, en la nota informativa de la página weforum,org, después del encabezado aparece una imagen de José Cabezas, de la agencia informativa Reuters, en la que se observa a un joven haciendo un esfuerzo por jalar un carretón cargado de fruta picada.
Viendo la talla de los personajes que intervinieron en el WEF LA, despertó curiosidad la supuesta y cacaraqueada participación de Alejandro Murat, gobernador de Oaxaca, en la que presentaría dos iniciativas: una sobre atención oportuna a desastres naturales y otra para el fortalecimiento de la bioeconomía.
Lo absurdo es que esa entidad fue la más afectada por los terremotos del pasado mes de septiembre, 79 personas perdieron la vida, además de que Oaxaca está calificada como la entidad más pobre entre las pobres del país, escenarios por los que no habría nada que presumir. Lo también extraño es que en el portal oficial arriba mencionado, por ningún lado aparece la reseña de la sospechosa exposición del gobernador oaxaqueño.
La foto del muchacho con el carretón de fruta picada, trabajo con el que se gana la vida honestamente, y por lo señalado por Herranz: “Es hora de abordar el problema de la economía informal…”, no dijo que hay que eliminarlos, ni aporrearlos, como ha sido costumbre de muchos alcaldes veracruzanos.
En la cultura de los privilegios y el descontento de los jóvenes, ahora es Consuelo Ocampo Cano, titular de la Comisión de Comercio del ayuntamiento de Xalapa la que arremete en contra de los vendedores de helados, que muchos de estos elaboran sus propios productos, a quienes acusa de que representan un riesgo para la salud, en vez de apoyarlos con capacitación para ofrecer productos con garantía de higiene. Ocampo se “Trumpeó”, se queja de que vienen de otros estados a trabajar a Xalapa. La incógnita es quién dio la orden.
¿Y si vienen de otros estados cuál es el problema?
¿Les van a impedir trabajar?
La delincuencia organizada tiene las puertas abiertas.
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