Por Rafael Arias Hernández.
Frente a muertos, enfermos, pobres y hambrientos, en aumento.
Ante más ineptos, ineficientes, corruptos y delincuentes.
En presencia y padecimiento, de inocultables efectos pandémicos, insuficiencias institucionales, pérdidas gubernamentales, y retrocesos sociales.
Preciso señalar, que la verdadera transformación empieza, con distinguir y respaldar a un buen gobierno; no, en sostener, soportar y padecer a uno malo, o peor.
Lo dicho, debe comprobarse en los hechos.
Desde luego que se deben identificar logros y avances, alentador y justo reconocer el esfuerzo; pero también es importante, al mismo tiempo, admitir pendientes y en proceso, así como errores y omisiones, pérdidas y retrocesos. No hay gobierno perfecto.
En principio, para demasiados, se llega a septiembre y al día del informe, considerado como “el día del presidente”, “el del besamanos”, “el del rollo del desarrollo”, y el del onanismo oficial.
Para otros. Como es costumbre, ante una escueta obligación constitucional, se confirma su indefinición y falta de precisión.
Así, año con año se comprueba lo fácil e intrascendente, que es cumplir con hablar en lo general “del estado que guarda la administración pública”; o cuando mucho, sustentarlo con información hasta el primer semestre, dejando pendiente, para nunca jamás, informar sobre lo sucedido en el segundo semestre, que incluye el mes económicamente más fuerte: diciembre.
En todo caso y a fin de cuentas, desde siempre falta informar de resultados y consecuencias del año presupuestado, del año fiscal ejercido.
De ahí, que es oportuno señalar, que urge fortalecer, el informar bien y a tiempo, para cumplan todos, con el deber ineludible del servidor público: así como, atender y asegurar, el derecho ciudadano y social de estar informados y. tener acceso, a toda información gubernamental.
Oportuno y conveniente reforzarlo y precisar, cuando menos: forma, tiempo, contenido, anexos y participantes. En principio, ante el Poder Legislativo Federal y, al mismo tiempo, ante la Soberanía Popular, esto es, la ciudadanía y sociedad, en general.
¿Por qué no establecer un informe obligatorio, al término del ejercicio fiscal (febrero o marzo) y hacer una evaluación rigurosa de su ejercicio e influencia en el presupuesto siguiente?
Mucho por hacer al respecto y, sin duda, además de reconocer logros y avances, hay que alentar el esfuerzo por establecer la revocación de mandato al presidente -y a todo gobernante-, tiene que apoyarse, al precisar obligaciones ineludibles de transparencia, rendición de cuentas, fiscalización, y evaluación ciudadana y social. Nada de costosos evaluadores “carnales”, subordinados, “paleros” o simuladores.
Justa y fundamentada. Revocación de mandato, o consolidación y apoyo en el cargo.
INFORMAR, INFORMAR… QUE EL DEMONIO VA A PASAR.
Bien se sabe, que es costumbre para la inmensa mayoría de quienes gobiernan, no informar, más bien deformar; no comunicar, en su lugar incomunicar; o simplemente, entretener y simular, hacer como que hacen; o, distraer y ser fuente inagotable, de escándalos, alharacas y alborotos públicos.
Ante un mundo de carencias y sacrificios sociales. Injustificable, la inundación de propaganda para la autopromoción, el autoelogio, y la auto justificación, con cargo al presupuesto oficial.
Transformación real, no deformación persistente. Imprescindibles, diálogo y debate, análisis y evaluación ciudadana y social con quien gobierna; participación pública que no se debe negar, ni posponer; escamotear o suplantar, simular o inventar.
Todo informe de gobierno debe ser pertinente y permanente, verdadero y accesible. La soberanía popular tiene siempre, todo el derecho a saber la verdad, a ser informado de todo asunto de gobierno, sea político, económico, social, ecológico o cultural.
Todo gobernante, sin excepción, debe informar, explicar y justificar actividades, uso de recursos públicos y atribuciones institucionales. No desinformar y simular, distraer y entretener, engañar y mentir.
Insistir en lo importante que es informarse y conocer, para saber apreciar y comprobar lo que se ha hecho o dejado de hacer; para distinguir y valorar logros y avances, porque son pocos y contados; y, al mismo tiempo, para señalar y condenar, los demasiados abusos, faltas o delitos. Todo ello también, a partir de la identificación, al mismo tiempo, de lo que merece condena y rechazo, por el inocultable error, la escandalosa pérdida, la conducta fuera de la ley y, el consecuente rezago o sacrificio social.
Informe de gobierno que por cierto, no es ni puede considerarse perfecto y ajeno a la real realidad, que lo pone en su lugar. No más servilismo y abyección, simulación y corrupción.
Informe que, por áreas de responsabilidad, objetivos y resultados, permite localizar a algunos buenos y regulares funcionarios; e identificar a muchos más, presuntos responsables y prófugos potenciales.
Evaluar a todos sin excepción más que un derecho, es una obligación ciudadana y social, si se quiere erradicar los malos y peores gobiernos; y consolidar los buenos y aceptables.
Así que a exigir transparencia y rendición de cuentas; a informarse y participar, para evaluar y, en su caso, aprobar o rechazar.
MÁS CRISIS.
No es, no será fácil, ni rápido superarlas.
Salud, Economía, Finanzas Públicas, Seguridad y Educación, por citar solo algunas, interrelacionadas e interactuantes, aumentan su intensidad, complejidad y dificultad. Ineptos y corruptos, ineficientes y delincuentes les estimulan y favorecen.
Histórico tamaño de recesión económica en México. Para decirlo brevemente y de acuerdo a información del INEGI:
Desde la perspectiva trimestral, del segundo respecto al primero, o sea a junio de este año, se registró un crecimiento de (-17.1%).
De un año a otro, de junio a junio, la tasa anual de crecimiento fue de (-18.7%)
Así, con estos resultados, “se registró el mayor retroceso desde que se tienen datos (1994); previo al 2020, la menor tasa anual se registró en el segundo trimestre de 1995, cuando el PIB del país cayó (-8.6%) anual. (MEXICO. ¿Cómo vamos? 260820) https://mexicocomovamos.mx/?s=contenido&id=1504
Contra lo que se dice y sostiene, situación y problemáticas siguen complicándose, ante contextos internacionales adversos o más difíciles, y frente a inocultables incapacidades y limitaciones gubernamentales. Vital sostener esfuerzos.
Más y mejor información, para una mayor y significativa participación ciudadana y social permanente, posibilita buenos gobiernos.
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH |
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