Por Rafael Arias Hernández.
Mucho que informar y más que explicar, a miles y miles de niños y familias afectadas. El del DIF estatal Veracruz, no es el único, ni el último de los casos actuales. ¿Qué se va a hacer con los demás?
Quiérase o no, admítase o niéguese, la realidad obliga a evaluar y realizar correcciones y ajustes.
Todo equipo tiene buenos, malos y peores. Se caracteriza por ineptos y corruptos; o por responsables y eficientes.
¿Hasta cuándo hay que padecer y sostener; o bien, reconocer y estimular?
¿De qué tamaño es el daño que causan ineficientes y delincuentes, improvisados y ocurrentes, simuladores y encubridores? ¿Y cuál es su responsabilidad?
Los nuevos gobiernos, con lentitud y contradicciones, aprenden y asimilan que no son perfectos, ni puede seguir en automático, ocultando y mintiendo, sobre los costosos errores y fracasos, pérdidas y sacrificios de la aguantadora población. Bienvenidos los necesarios ajustes, cambios e innovaciones que den positivos resultados.
Importante tener siempre presente, que el cambio no pertenece a alguien en particular, ha sido ordenado y votado por y para los mexicanos; y que sin duda hay logros y aciertos. Pocos, pero los hay.
Además, recordar que ha costado mucho concretarlos y materializarlos; y que exigirá más consolidarlos y mejorarlos.
Imposible saber de ellos y valorarlos, si los gobiernos no se someten a la permanente y verdadera evaluación pública; si no se informa y comunica bien y oportunamente; si se repite el mismo rollo, mensaje o discurso; y si se sostiene la cara y cómplice burocracia oficial, de la supuesta anticorrupción, las encubridoras contralorías, y los órganos de simulación superior, como el ORFIS.
Ahí están, numerosos ineptos y corruptos, protegidos por la impunidad o el manto de la amistad.
Probado y comprobado, que demasiados de los que dicen gobernar y sus funcionarios a cargo, no cumplen con sus obligaciones o lo hacen parcial y superficialmente. Preciso denunciar, procesar y sancionar.
No hay vuelta atrás. El cambio no es fácil, ni rápido, ni completo.
OCULTAR, MENTIR, DISTRAER Y ENTRETENER.
La inseguridad pública aumenta, crecen homicidios y otros delitos, que ponen en evidencia, a quienes gobiernan y están obligados a garantizar, en todo momento, la protección a la vida y propiedad de las personas.
Responsabilidad, deber, obligación ineludible de quienes se dicen servidores públicos y que, frente a la realidad y a los hechos que se acumulan, o demuestran su capacidad y cumplen, o se enfrentan a las consecuencias.
Hay que señalarlo, porque aumentan hartazgo y malestar social, que exigen buenos resultados.
De ahí que resulta patético y ofensivo organizar actos simuladores para la foto; declaraciones para la distracción y el entretenimiento; y boletines oficiales, llenos de justificaciones, promesas y buenos deseos..
Hoy por hoy. Para obtener buenos resultados es necesario estructurar y aplicar, las políticas gubernamentales necesarias y efectivas, que las condiciones exigen.
Y, sobre todo, contar con más y mejor, participación y evaluación ciudadana y social.
Se debe insistir en lo importante que es, saber identificar y diferenciar logro de pendiente, avance de retroceso y, en general acierto de error.
Hay que hacerlo, porque estamos acostumbrados a gobernantes y funcionarios que, durante su encargo, no pasa nada, todo va bien y el discurso oficial está lleno de promesas, buenas intenciones y fantasías; o en su caso, de excusas, pretextos y justificaciones.
En la basura de la Historia o en el desuso oficial, continúan acumulándose innumerables leyes, reglamentos, informes, planes y programas de gobierno.
Gobernantes y funcionarios, presuntos responsables, que tarde o temprano alcanza la realidad y pone en su lugar, para recocer su trabajo o para condenar su ineficiencia, corrupción y delincuencia.
¿CUÁL ES EL TOTAL-TOTAL, DE LA DEUDA PUBLICA ESTATAL?
La declaración, digamos exigencia, hecha recientemente por el gobierno federal, respecto a lo que adeuda el gobierno estatal al ISSSTE, no ha recibido la atención e importancia que merece.
Simplemente, para decirlo rápido y claramente, representa aproximadamente el 10 % del presupuesto anual actual, del gobierno del estado de Veracruz.
“El mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador, pidió al gobierno de Veracruz y al resto de entidades que tienen deudas con el ISSSTE a pagarlas mediante convenios con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)…Cabe señalar que el último Informe de Fiscalización de la Función Pública 2019 reportó que la entidad veracruzana es la principal deudora del país… con un monto de 12 mil 415.2 millones de pesos… El documento de la SFP detalla que junio de 2019 las entidades federativas, cuyos trabajadores están afiliados al ISSSTE, retuvieron y no enteraron las cuotas obrero-patronales por un monto acumulado de 50 mil 137.8 millones de pesos en todo el país…” (ImagendelGolfo.250220)
Una vez más, se prueba y comprueba, que el gobierno no debe solo lo que dice y acepta; y que sus finanzas simulan, ocultan o encubren importantes aspectos, que facilitan o propician cuantiosos beneficios bancarios y de quienes los gestionan o manejan.
¿En dónde están asentados, reconocidos y difundidos, estos tipos de endeudamiento público (pasivo laboral, institucional, operacional, etc.)?
Obligatorio poner la debida atención al tema del presupuesto, en lo que respecta a su correcta administración y registro, seguimiento y control, fiscalización y evaluación. La referida declaración oficial, pone en evidencia a presuntos responsables, pasados y presentes.
Múltiples preguntas exigen respuestas, que ponen al descubierto engaño, ocultamiento, manipulación y encubrimiento, de los gobiernos estatales y municipales que han mentido y mienten, respecto al tamaño, composición y condiciones del endeudamiento público.
Empecemos por reclamar que los resultados obtenidos obligan exigir a los responsables, transparencia y acceso a la información, verdaderas; sobre todo, respecto a temas de vital importancia, como administración, fiscalización y evaluación de las finanzas gubernamentales.
Insistamos en preguntar, como desde hace años algunos lo hacemos.
¿De qué tamaño es el daño del continuo endeudamiento público? ¿Cuál es su composición y condiciones, de cada uno de los rubros que lo integran? ¿Cuáles han sido los costos y los beneficiarios, de las reestructuraciones, renegociaciones y ajustes convenidos?
¿Más subejercicios, desvíos, devoluciones, desfalcos y daños?
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH |
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