Por Rafael Arias Hernández.
Pobre Veracruz, según IMSS, a marzo de este año, registro casi 70 empleos por día.
En el país, aumentan complicación económica y brecha laboral. Según INEGI, en millones de empleos, en total se necesita crear 33.1. Desglosados en; los que buscan y no encuentran (2.1); los que no buscan, pero están dispuestos (20.0); y los que trabajan, pero necesitan laborar más (11.0).
ENTENDER Y ATENDER.
En lenguaje claro y sencillo, hay que señalar y alertar, sobre la magnitud de las crisis y sus consecuencias, convertidas ya en recesión creciente, sin duda alentadas por la pandemia que se padece; y también por ineptitud, ineficiencia y corrupción presentes.
Empezar por insistir en denunciar, que demasiados gobiernos e instituciones públicas están a cargo de ignorantes y mediocres, improvisados y simuladores, que no entienden ni atienden, bien y a tiempo, las inaplazables necesidades sociales, los importantes asuntos públicos, y los crecientes problemas que urgen de soluciones verdaderas y viables.
Irresponsables que desaprovechan, capacidades y potencialidades de respuesta; que pierden oportunidades de recuperación y solución; y que incluso, se atreven a negar la realidad, al asegurar e insistir que “vamos bien y ya viene la recuperación”, que no pasa nada y hay “finanzas sólidas”, cuando la recesión es evidente y aumentan limitaciones y sacrificios de la gente.
Las políticas económicas y financieras efectivas y preventivas, salvo excepciones, brillan por su ausencia y consistencia, ante una realidad que se padece y soporta, ante repetidas formas de atenderla, hechas para otros tiempos y situaciones, otras estructuras, mecanismos y funciones.
Salvo incuestionables casos, como intentar atender las mayorías empobrecidas y marginadas. No entienden la gravedad y profundidad de esas crisis que trastornan y transforman, múltiples aspectos de la Economía y las finanzas públicas y privadas; y no aceptan hechos tan simples, como aprender que la vida es cambio continuo, transformación permanente: y también, al mismo tiempo, es consolidación y conservación de logros y avances. Sabia virtud de
conjuntar esfuerzos y aprovechar los opuestos, para mejorar e innovar lo deseable y posible.
Profundidad y alcances de las crisis, apenas se empiezan a conocer y valorar en sus diferentes dimensiones.
Para decirlo brevemente: en unos cuantos meses, nosotros, los de antes, ya no somos los mismos.
Hemos aprendido, que otra es la existencia; que el presente cambió y el futuro se redujo; e incluso, se sabe que, para algunos, la muerte se adelantó y, para muchos otros, el futuro se esfumo.
Se comprueba, que la pobreza crece y se fortalece; que seguridad, educación y salud públicas son impostergables prioridades, deficiente e insuficientemente atendidas; y que incapacidad, corrupción y delincuencia gubernamental, siguen causando daños irreparables. Demasiados gobernantes y funcionarios públicos, sin resultados positivos dan mucho que desear.
De los múltiples aspectos que esta nueva realidad, solo para mostrar algunos de los alcances y su amplitud, habría que empezar por analizar la profundidad de las transformaciones, sobre todo en los nuevos comportamientos, que se están dando, tanto en el mercado del trabajo, como en el del capital; en organización y movilidad social, así como en ciencia y la tecnología; y además, tanto en cultura y arte, como en creatividad e innovación.
DEBILITAMIENTO Y DISTORSIÓN DEL MERCADO LABORAL.
Millones y millones se quedan sin empleo y se profundiza la contracción laboral, Sus consecuencias se hacen sentir y de entre los grupos mayormente afectados, están los jóvenes, sobre todo los que dedican años a su educación y preparación, para incorporarse a puestos de trabajo que no solo no se crean, sino que además, los existentes desaparecen o disminuyen.
El hecho destacable y comprobable es que, en la contracción, debilitamiento y pérdida de capacidad del mercado laboral, los universitarios y los profesionales, en general, ven reducidas o eliminadas oportunidades de incorporación y contratación, disminución de salarios e ingresos y pérdida de prestaciones básicas.
La pandemia hace más claro el hecho de que los universitarios presentes y futuros, enfrentan severas complicaciones de desempleo, informalidad y subempleo. Temas que, junto con otros vinculados a la llamada educación superior, obligadamente tienen que analizarse, discutirse y enfrentarse por gobiernos y sociedad; y, desde luego, ineludiblemente por las universidades, tanto públicas como privadas.
Diversas voces alertan sobre las complicaciones presentes y futuras. De entre ellas, destaca la de Inder Bugarín, corresponsal del periódico el Universal en Bruselas, quien a consecuencia de diversas entrevistas realizadas, señala que… “el gran desafío para los estados en la fase de desconfinamiento será crear las condiciones para un retorno seguro al trabajo, particularmente de los más jóvenes, pues es el segmento más golpeado por las medidas para hacer frente a la pandemia por coronavirus…La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte que de no fortalecer las capacidades de respuesta ante los efectos desproporcionados que ha tenido la crisis sanitaria en los trabajadores jóvenes, existe el riesgo de que el legado del virus acompañe a las sociedades durante décadas, exacerbando las desigualdades existentes entre los países y a escala nacional…”
La nota, también incluye la importante alerta de Paula Jahn, de la organización SOS Children’s Village, quien asegura que las nuevas situaciones, se presentan sin nuevas fuentes de trabajo, ni vacantes. Se reducen notoriamente, oportunidades reales y disponibles, no hay condiciones laborales para obtener salarios y prestaciones. Se fortalece, “el riesgo de dar lugar a una generación de confinamiento, que es real y ninguna nación está exenta…los jóvenes son los más vulnerables (...) La consecuencia más severa de no lograr desarrollar su pleno potencial laboral será que no sean capaces de contribuir a la sociedad” (El Universal.060620)
Insistir. Repetir. No hay economía ni finanzas públicas, sin trabajo y capital concurrentes.
Oportuno y necesario apoyar y ampliar, diálogo y debate públicos, dentro y fuera de los gobiernos. En particular en las universidades, espacios de pensamiento y reflexión libres, de críticas y propuestas fundamentadas.
Mujeres y hombres. Jóvenes y adultos (menores y mayores). Por el derecho de todos y de toda generación, a la oportunidad del empleo digno y bien remunerado.
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH |
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