Hace algunos días en conferencia de prensa el gobernador Cuitláhuac García Jiménez señalo que el manejo de la deuda publica en su administración había tenido una reducción de 20 mil millones de pesos, pues según su análisis la recibió con 87 mil 307 millones.
Para ello en su detalle el secretario de finanzas José Luis Lima Franco ratifica que para 2023 la deuda total de Veracruz es de 66 mil 904 millones de pesos y detalla; de los cuales son bancaria 56 mil 323 millones de pesos, y 10 mil 581 millones se encuadran en fideicomisos, bonos cupón cero y cuentas de validación (?); en una de sus intervenciones también citan como deuda heredada la incluida en cuentas de orden(??).
Desde luego se trata de una manifestación política no técnica, ya que se integran conceptos de una naturaleza diferente, cuando se habla de cupón cero, de fideicomisos y hasta de cuentas de orden, este es un posicionamiento para aquellos que no manejan conceptos técnicos de la administración.
Lo que si es cierto es lo que reflejan los estados financieros y precisamente el de situación financiera, en donde al cierre de 2017 la duda total era de 58 mil 202 millones y la deuda publica de 46 mil 160 millones de pesos, el resto eran pasivos reconocidos, incluida una provisión a los irreductibles.
Al 31 de marzo del presente año único documento disponible, el total del pasivo es 52 mil 929 millones con una deuda pública de 43 mil 680 millones, si hay disminución comparado con 2017, el resto es pasivo.
Hago la diferencia de la deuda con el pasivo, por una definición técnica del articulo 1 frac VII de la ley de disciplina financiera cita:
• Deuda pública: cualquier financiamiento contratado por las entidades; y
El articulo 311 del Código Financiero precisa:
Sólo se concertarán créditos para las inversiones públicas productivas cuya definición y razonabilidad hayan sido sustentadas por el Ejecutivo y aprobadas por el Congreso del Estado, y únicamente para los conceptos y montos autorizados anualmente en el presupuesto estatal. Estos créditos se contratarán por conducto de la Secretaría.
Lo que se observa en aquellos preocupados por la marcha de las finanzas públicas es que siempre refieren lo que pasa con la deuda, pero nunca cuestionan a la administración por la recuperación de sus haberes, cifras que están del lado izquierdo del balance.
Dentro de estos haberes están los activos circulantes y aquellos que no lo son, estos últimos no son de fácil realización lo constituyen bienes muebles e inmuebles, obras en proceso, y cualquier otro que inclusive sea a largo plazo.
A las que me referiré son parte del activo circulante que se denominan “Derechos a Recibir ” en efectivo o equivalentes y “Derechos a Recibir” bienes o servicios; el primero tiene un saldo al 31 de marzo pasado de 77 mil 346 millones de pesos y el segundo de 2 mil 872 millones; con la aclaración que el primero muestra una reserva de 50 mil 579 millones de pesos (??), lo que nos da un neto 26 mil millones 767 mil pesos; con todo ello al comparar el activo circulante con total del pasivo; la diferencia es 10 mil 465 millones de pesos, o sea hay parque para atender la deuda de Veracruz.
Aquí el punto es; ¿quien le pide cuentas a, los funcionarios de Sefiplan? sobre el desempeño de su trabajo, que es recuperar el patrimonio de los veracruzanos, dicho de manera sencilla y técnica
La cuenta por cobrar o los derechos a recibir, constituyen el derecho del estado a recibir un crédito otorgado, en un periodo no mayor a un año.
Lo lamentable es la poca transparencia acerca de los trámites realizados para su recuperación, es una repetición de registros año con año que se van fortaleciendo por créditos fiscales que no cobran.
Pero quien les requiere que hagan su trabajo; hasta ahora poco se sabe, solo sabíamos de recuperación de los órganos fiscalizadores que están en los créditos en firme, pero que nadie cobra.
Posibilidades de mejorar ingresos por cobra hay; que pasa con el rezago de año con año de los impuestos y derechos que no cubren oportunamente los contribuyentes, ¡nada se sabe ni cuanto ni quienes!; estos se pasan a la contabilidad del olvido o bien se envía al incumplido; al buró de crédito.
Veremos quien les pide cuentas del circulante cuando vuelvan hablar de deuda.
JFA. 07.08.23 sinergiaenpromocion.com
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