EL Pasado 25 de abril se hizo oficial la desaparición del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar cuyo objetivo era proveer y garantizar la prestación gratuita de servicios de salud y medicamentos a todos aquellos habitantes sin seguridad social, es decir que no reciben los servicios del IMSS, ISSSTE, PEMEX, y otras dependencias federales.
El Insabi sustituye al Seguro Popular creado en el sexenio del presidente Vicente Fox Quezada, bajo la estructura de un fideicomiso a los que tenían derecho la población no derechohabiente; sistema de salud a el cual se afiliaban mediante la adquisición de un seguro y el cual se proporcionó a través de la infraestructura médica de las entidades federativas y la CDMX, contando con un fideicomiso para enfermedades catastróficas.
Este esquema lo convino la federación con el gobierno de Veracruz.
El modelo duro un poco más de dos años, haciendo bueno el pronóstico de expertos que le dijeron al presidente, que el reemplazar al Seguro Popular sin un plan concreto y sin un presupuesto definido para ofrecer los servicios de salud a la población sin derechohabiencia; era un error.
Durante este periodo se ejercieron más de 419 mil millones de pesos, de cuales existen observaciones de la ASF por más de 6 mil no aclarados, también detecto obscuridad en el manejo del fideicomiso Insabi destinado a atender las enfermedades catastróficas, como cáncer, diabetes, trasplantes de órganos, y aquellas que son de alta especialidad, los fondos eran por más de 100 mil millones de pesos que recibieron del seguro popular y de los cuales transfirieron cerca de 70 mil al gobierno federal.
Según el diputado Salomón Chestorivski se dejaron de realizar un estimado de 4.0 millones de consultas externas; 7.5 millones de consultas de alta especialidad; 1.3 millones de mastografías; 1.6 millones de Papanicolaou, lo más grave: 15 millones de mexicanos declararon que dejaron de tener un sistema de salud y su gasto por este concepto se incrementó un cuarenta por ciento.
Insabi fallo en la proveeduría de medicinas, centralizaron las compras, no contaron con adecuados canales de distribución y menos de logística; los faltantes se dieron también en material de curación e insumos a hospitales, clínica y centros de salud, en fin, siempre lo rodeo la falla, careció de dirección, planeación y de control financiero al frente estuvo un ejecutivo carente de perfil.
La inversión en salud en México para el año 2023 es de 874 mil 796 millones de pesos, que representa un 5.7 por ciento más que en el año 2022, ahora será manejado mucho de este dinero por el IMSS Bienestar, que al igual que cuando el INSABI se instituyo reemplazo a un sistema ; el seguro popular como en aquella ocasión ahora no se observa el cómo ( how todo it), hacerlo, lo cual nos llevaría que al implementarlo se teorice la técnica del error–corrección, lo cual es lamentable por el tiempo que tomaría; porque estamos hablando de la salud del pueblo.
El INSABI tenía una afiliación de 32.8 millones de mexicano que representa el 35 por ciento de la población afiliada a un sistema de salud, ahora como la van a trasladar al IMSS BIENESTAR, pues ahí está el detalle, ese es el cómo.
Quienes los van atender; en donde los van atender, ¿los recursos asignados son suficientes?; se tienen ya los convenios con las entidades federales, no hay que olvidar q estos son los que tienen la infraestructura de atención; personal, hospitales, centros de salud, atención para el tercer nivel y los más importante son los signatarios del pacto federal; consecuentemente los que reciben los recursos del ramo 33. FASSA.
Nada más habrá que ver el seguro popular tenia afiliados a 53 millones 530 mil 359 personas en 2018, INSABI según 32.8 millones, se dejaron fuera a 20.7 millones que alguien debe de atender, por lo que la medicina privada creció en la atención del primer nivel, con los consultorios en farmacias y centro de atención privados, pero no fue suficiente, muchos están fuera; ahora espera que el IMSS Bienestar los pueda atender. (Con datos de INEGI y Coneval, publicados en Código).
La salud de un país está ligada a la inversión de los recursos públicos que este hace y se mide de acuerdo a la esperanza de vida; así tenemos:
“USA es el que invierte más servicios médicos en relación a PIB el 15.95 % con una esperanza de vida de 77.2 años; Dinamarca invierte el 9.26% con una esperanza de vida de 82 años; España con 7.85 del PIB tiene una esperanza de vida de 83 años, por contrario Brasil con una asignación al sector salud de 3.93 del PIB, la esperanza de vida es de 74 años; México con 3.1de gasto asignado a salud la esperanza de vida es de 70.1años”. (Con Información de Macros expansión)
Países latinoamericanos como Uruguay y Chile con asignaciones mayores al PIB que México, tienen mejor esperanza de vida.
En México hasta 2019 ocupábamos el lugar 89, en 2020 tenemos el 126, desde luego estos números son un reflejo de la pandemia Covit 19 donde tuvimos severos daños y muchas defunciones.
En Veracruz la esperanza de vida es de 74.6: los hombres 71.5 y las mujeres viven más que nosotros con 77.6. (datos del INEGI 2010-2022).
Ahora habrá que esperar las adecuaciones que se hagan para operar el IMSS BIENESTAR; Veracruz ya firmó el convenio con el Instituto Mexicano del Seguro Social del Bienestar el 30 de noviembre de 2022; donde ya le transfirió 450 centros de salud y 30 hospitales; en total traspasarían 841 centros y 56 hospitales, desde luego con ello va el FASSA y el subsidio estatal que era superior a los mil millones de pesos
Creo que ahora deberán hacer bien las cosas, para que se proporcione un mejor esquema de salud a los mexicanos, lo que sí es seguro de las instalaciones e infraestructura del Seguro Social no estarán bajo este sistema; solo los del IMSS BIENESTAR; tiempo para que arreglen los problemas operativos y administrativos del Hospital Pediátrico del puerto de Veracruz
Ni nodo vamos a batallar con la salud.
JFA 09.05 23. sinergiaenpromocion.com
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