En artículos anteriores he manifestado que Veracruz es un estado con déficit; sus ingresos son superados por sus gastos, problema que es recurrente año con año, la secretaria de finanzas ha tenido limitada creatividad y escasa capacidad de maniobra para que su recaudación mejore.
Situación que se deriva de la Ley de Coordinación Fiscal que hace que la recaudación estatal propia no represente ni el diez por ciento del total; los ingresos provienen de la federación en contenidos en el ramo 28 y 33, así como en convenios específicos.
Cuando me refiero al déficit hablo del presupuestal, del fiscal y del público, los tres son congénitos, el primero es cuando desde su integración sabemos que los ingresos no son suficientes para atender los egresos.
La técnica en la confección de estos dos documentos básicos en la vida de una administración pública (ingresos y egresos) es la de integrar primero los egresos y posteriormente los ingresos; como consecuencia se establecen los ajustes suponiendo mejores ingresos y ajustes al gasto; pero todo ello es una estimación pues se hace con antelación a su ejercicio y son dependientes de lo que establezcan los similares de la federación al ser coordinados los ingresos.
Cuando al finalizar el ejercicio los gastos superaran a los ingresos entonces estamos ante un déficit fiscal, en términos sencillos gastamos más de lo que tenemos.
Si lo liquidas tienes que suplir este faltante, ¿con que se suple?: con dinero ajeno; es decir provienen de un financiamiento, si es financiero es por préstamos generalmente de bancos o de financiera autorizada; también pueden ser de proveedores en ese caso es de un pasivo, pero también puede ser de un anticipo de la federación a cuenta de participaciones federales.
En el punto en el que hay financiamiento aparece ya un déficit público, el cual debe consignarse en su resultado como deuda pública, debe aparecer en el balance como pasivo, estableciéndose por su naturaleza como de corto o largo plazo, generalmente se mide contra el PIB estatal.
Ante un presupuesto deficitario o rasante, cualquier alteración que se tenga en lo previsto en el egreso, cualquier gasto adicional nos lleva a requerir financiamiento; tal es el caso por el cual atraviesan todas las entidades federales e inclusive la federación, por el pago al aumento anunciado del 8 por ciento a partir del mes de enero a los maestros, anuncio hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 15 de mayo pasado.
La realidad financiera es que no hay de donde fondearlo, por lo que hay que recurrir al préstamo, igual que en el mes de noviembre pasado el gobierno se planteó solicitar a la federación un préstamo por 440 millones de pesos para pagar el incremento salarial del año 2022, del 3,2 1 por ciento a las maestras y maestros estatales de la Secc.56 del SNTE, porque el gobierno no contaba con esos fondos.
El líder educativo José Reverendo Marín Hernández argumento en su momento, que continuarían con su demanda ante el gobernador por el pago de estos aumentos; a estas fechas debe estar resuelto; se hablaba de 400 millones, ahora el planteamiento es general es del 8 por ciento que será una cantidad cuando menos cuatro veces mayor con otra; los sueldos no serán menores a los 16 mil pesos mensuales.
De acuerdo con el Decreto del Presupuesto de Egresos 2023, las plazas autorizadas para la Secretaria de Educación en la porción estatal es de 69,683 de plazas, las cuales son de base 68,829 plazas, los restantes son de contrato y ETA (empleados temporales administrativos) dentro de ellos hay maestros docentes y administrativos, habrá que agregarle que el aumento es retroactivo al primero de enero.
Bajo esta misma línea el gasto según PEV 2023 en materia de educación es de 52.7 mil millones de pesos, de los cuales la federación aporta a través de FONE 33.4 mil millones, el estado aporta recursos fiscales y participaciones federales por 20.9 mil millones de pesos para satisfacer la nómina magisterial.
Bajo esta base el 8 por ciento autorizado sería un estimado de 1.6 mil millones de pesos, este seria a cargo del estado; el otro ocho por ciento lo aportaría la federación para el magisterio federal, por lo que total estimado es de 4,325 millones de pesos, más o menos los ajustes por docentes y administrativos, ETAS y plazas con menos de $16 mil mensuales.
Este panorama ante un presupuesto ya deficitario es el cataplum para las finanzas estatales; las alternativas: “aportación total extraordinaria de la federación o un préstamo bancario por la parte estatal, no se ve salida financiera”
Hasta ahora no hay exigencia magisterial, pero pronto tendremos ese escenario; entre tanto las autoridades financieras del estado abordaran el cabildeo ante la SHCP y la banca mexicana.
Pronto veremos cual es el resultado.
JFA: 05.06.23.sinergiaenpromocion.com.mx
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