Los resultados de la pasada elección del 8 de julio provocaron un sisma en los partidos políticos que provoca que ahora se planteen cambios en los tres grandes organismos partidistas de la entidad.
En Morena hay un rechazo profundo por parte de la mayoría de los alcaldes y diputados electos, sobre todo los nuevos, hacia la figura de Esteban Ramírez Zepeta, quien se ostenta como delegado del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido para el estado de Veracruz.
En el PRI, se habla de que Alejandro Moreno ya autorizó la salida de Marlón Ramírez para tratar de calmar a otros grupos políticos de ese partido, sobre todo ante la atroz derrota que sufrieron la mayoría de sus candidatos y la perdida de más de 200 mil votos.
En el PAN, sucede algo similar con Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, y su candidato para sucederlo en la dirigencia estatal, Julen Rementería del Puerto. Incluso los están acusando de no haber apoyado la campaña para la presidencia municipal de Veracruz, que es lo que llevó a que la diferencia de votos entre el PAN y Morena se redujese sustancialmente.
En Morena, los grupos que no están a favor de Cuitláhuac García están haciendo un fuerte cabildeo ante la dirigencia nacional de Morena, así como entre los grupos cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador para que Esteban Ramírez Zepeta no reciba el nombramiento como dirigente estatal que tanto ansía.
El principal argumento que están manejando es que Esteban Ramírez y todo el grupo del gobernador Cuitláhuac García poco tuvieron que ver en el triunfo de los candidatos de Morena, porque sólo se
dedicaron a vender candidaturas y a pasearse por el estado, como si su sola presencia fuese a ser motivo de atraer grandes votaciones.
Una de las situaciones que se ha manejado al interior de Morena es que le pueden dejar al gobernador la presidencia del partido o la coordinación de la Legislatura local, aunque la intención es que no se quede con ninguna de las dos.
La ineficacia del grupo del gobernador para la cuestión electoral está haciendo que vayan perdiendo la batalla y que la posibilidad de que Ramírez Zepeta llegue a la dirigencia estatal cada día se vea más lejana, aún con todo y el apoyo de Claudia Sheinbaum.
En el PRI, la versión es que Marlón Ramírez perdió ya el apoyo de Alito, o sea de Alejandro Moreno, porque no pudo contener la ola morenista que casi terminó de barrer la presencia del tricolor en el estado.
Vaya, al PRI le fue tan mal, que la única diputación que gana es con un candidato panista, en el distrito local XV, de Veracruz, con Miguel David Hermida Copado, quien era regidor en el ayuntamiento de Veracruz. Por cierto, el yunista aún no dice en que bancada se va a integrar, ¿será que se pase al PRI?.
De hecho esa es una de las cosas que le reclaman a Marlón Ramírez, que sigue muy cercano a los Yunes azules y en cambio está más que peleado con Héctor Yunes, a quien -dicen- le está moviendo el tapete con todo para que no sea diputado local, sobre todo porque este reclama la coordinación de la próxima bancada del PRI en el Congreso local, en caso de llegar.
De Marlón Ramírez se cuenta que durante las negociaciones para la conformación de la alianza con el PAN y el PRD hubo un momento de fuerte tensión con el dirigente del PRD, quien lo acusó de tener acuerdos en lo oscurito con Morena, y que algunos de los regidores que propusieron por Morena eran priistas, en lugares donde la alianza pierde.
Las historias son más, muchas más, pero con esto a modo de ilustración del porque la mención de que se debe terminar su periodo en la dirigencia estatal del PRI.
En cambio con Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, los señalamientos son simplemente que no supo armar la estrategia electoral para defender al PAN y que con las nuevas afiliaciones a este partido, que ahora sí contarán para la designación de la próxima dirigencia estatal, perderá junto con Julen Rementeria.
A Guzmán Avilés sus contrarios no dejan de reclamarle que tiene acuerdos con el gobierno de Morena, tanto en lo federal como en lo local.
El asunto es que ya se va. Y que quién sabe si su candidato a la dirigencia estatal, Julen Rementeria, pueda quedar como su relevo.
CUITLÁHUAC GARCÍA, SIN EVIDENCIA, DESCALIFICA VACUNAS ANTICOVID-19
Cuitláhuac Gacía, el gobernador muestra una vez más que ni siquiera puede armar una respuesta desprestigiante, si no que debe copiar lo que antes ya dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y ahora, por su pura palabra rechaza los estudios científicos desarrollados por la biofarmacéutica CanSino Biologics, creadores de la vacuna antiCovid-19 CanSino, que recomiendan que se debe aplicar una segunda dosis a los 6 meses de la primera.
“Yo también ya soy reservado. Qué casualidad que cuestan mucho (las dosis) y ya quieren que se les compré otra, hay que ver qué están diciendo exactamente. Ya cuando les dices pues a ver, ya dicen que es una recomendación, por si la quieren, te va a ser mejor pero es a futuro”, dijo.
De hecho, ninguna vacuna es obligatoria, todas son recomendadas.
¿Y cuánto cuesta la vacuna CanSino contra la Covid-19?. La vacuna china es de las más baratas en el mercado, por eso el gobierno de
México buscó adquirir la mayor cantidad posible desde un principio: 4 dólares, aproximadamente
A 20 pesos por dólar, son 80 pesos.
Bueno, a eso agréguele los costos de importación y demás.
Pero, ¿80 pesos por una segunda dosis se le hace muy cara?.
CanSino es la vacuna que le pusieron a la mayoría del personal educativo del estado.
Es la que se puso Cuitláhuac después de ver que eso de los contagios ya le estaba pegando cerca y de dejar pasar el lapso en que debió vacunarse, con los de más de 50 años, porque tiene 53. O a lo mejor simplemente, y por pura vanidad, quiso ponerse la vacuna con los grupos de 30 a 39 para que quienes no lo conocen pensaran “¡qué joven!”
¿A poco es caro mejorar la protección de los trabajadores de la educación, a 20 dólares o incluso a 200?.
Va a ser un grupo de alto riesgo por el constante trato que tendrá con los alumnos y con los demás mentores y personal de educación.
Pero Cuitláhuac dice de entrada que no.
Porque él tiene sus datos.
Así con los que se creen los grandes místicos cuando les dan poder. |
|