Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, siente que la reelección como presidente del comité estatal del PAN está cada día más lejos y recurre a artimañanas baratas para tratar de desarticular a sus contrincantes, entre ellas afectar a los empleados que trabajan en las áreas de sus adversarios políticos, a los cuales despidió así nada más, incluso sin liquidación y a otros que tienen posiciones políticas, como no los pudo quitar, les bajó el sueldo hasta dejarles en algunos casos sólo el 30% de lo que tenían originalmente.
El Chapo Guzmán de Veracruz, como El Peje, quiere lealtad a ciegas. Y si no se la das, eres su enemigo.
Cuando llegó a la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional lo hizo aliado con otros grupos, a los cuales les tocaron posiciones políticas en el comité estatal o administrativas, de acuerdo con las negociaciones realizadas.
Pero muchas de las promesas que hizo a sus aliados no las cumplió, por eso ahora que está por renovarse el comité estatal estos han hecho amarres con otros grupos, entre ellos el de los Yunes azules, para impulsar como candidato a la presidencia del comité estatal del PAN, a Tito Delfín.
Esto no le gustó a El Chapo Guzmán de Veracruz, y enfurecido despidió a los empleados de las oficinas que ocupan sus hoy exaliados; fueron una docena de empleados, de esos que tienen que trabajar para ganar el sustento, que no tienen carrera política, ni vela en el entierro.
Los despidió sin liquidación alguna y con cajas destempladas; fueron secretarias y auxiliares, sobre todo.
O sea que la emprendió contra los más débiles, sólo para dejar sin personal a sus ahora contrincantes políticos.
Quiso correr a que sí tienen carrera política, a los que tienen voto en algún órgano colegiado, a los que son miembros del Comité Estatal, o de la Comisión Permanente, o del Consejo Estatal, pero alguién lo convenció de que no lo hiciera, porque algo así, escalaría de inmediato hasta el comité nacional y allá de por sí, ya no lo quieren.
Entonces su venganza fue bajarles el sueldo, en algunos casos hasta dejarles sólo el 30%.
A El Chapo Guzmán de Veracruz le salió todo lo represivo y autoritario que puede ser.
Así ¿como se va a construir buena imagen de dirigente político estatal?.
Se está mostrando como lo que es: un cacique pueblerino acostumbrado a imponer, lo cual está muy lejos de ser un demócrata que pueda dirigir un partido político estatal. |
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