El sistema educativo es una de las áreas en las que el actual gobierno ha tenido más problemas, tanto por la baja en la calidad educativa, como por el incremento en el burocratismo y la deficiencia en los servicios administrativos.
Ahora se muestra un problema que ocurre en todo el estado con la entrega de los certificados de bachillerato a los jóvenes egresados de las escuelas incorporadas a la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial -DGETI-.
Esto está provocando situaciones de conflicto a los jóvenes que buscan continuar sus estudios en alguna universidad o incluso en algún tecnológico, del mismo sistema educativo, donde les piden la entrega del certificado de estudios de bachillerato, emitido por la institución donde cursaron ese grado escolar, para poderse inscribir, precisamente como comprobante de que cumplieron el requisito.
El problema lo hicieron público los padres de familia de la escuela John J. Spark, de Coatzacoalcos, “desesperados”, como ellos mismos se autodefinieron, porque están teniendo problemas para concretar la inscripción de sus hijos en las universidades en las que fueron aceptados para continuar sus estudios, pues en algunas de estas les están dando un plazo perentorio para la entrega del documento o de lo contrario anularan el derecho a inscripción de los jóvenes.
El problema, puntualizan, es por corrupción en la DGETI, pues están presionando para que les entreguen recursos extraordinarios por los certificados de bachillerato que ya deberían de estar emitidos.
“Nuestros hijos que ya entraron a la universidad en este ciclo escolar y están presionados con el límite para entregar sus certificados”, expresaron los padres de familia.
Esta situación, insistieron, “está perjudicando a nuestros hijos, al no darles sus certificados de preparatoria a tiempo y ya estamos desesperados porque pueden querer negarles la inscripción en las universidades”.
Su alternativa es que dos padres de familia llevaran el próximo martes un oficio con firmas de los tutores de los alumnos, para insistir en que se agilice la entrega de los certificados y resolver esta situación que afecta tanto a sus hijos como a todos los egresados de los bachilleratos del sistema tecnológico.
Antes ya acudieron a las oficinas de la DGETI en el estado, donde Rafael González Cozar, el “Comisionado” (esa es la designación de quien desarrolla las funciones de representación de la instancia educativa para la entidad), les dijo que nada puede hacer porque el problema lo rebasa.
Y tan no hizo nada González Cozar, que ni siquiera fue capaz de transmitir el reclamo y la inconformidad a sus superiores en la ciudad de México.
Gónzalez Cozar ha resultado muy bueno para autopromoverse e ir ascendiendo en la estructura burocrática de la DGETI, aún cuando tiene antecedentes de no atención de problemas y conflictos en los puestos que ha desempeñado.
Por ejemplo, en el 2011, en el mismo Coatzacoalcos, el delegado sindical de la Sección 11 del SNTE, David Urdiana Orozco, mantuvo “clausuradas” las oficinas de la Dirección y Subdirección del Centro de Estudios Técnicos, Industriales y de Servicios (CETIS 79), en protesta porque reinstalaron a Rafael González Cozar como docente, aún cuando previamente fue destituido como director del plantel.
En Chetumal, docentes y administrativos del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (Cbtis) número 214 “Ignacio Allende” colocaron una manta en la entrada de la escuela para exigir fin del acoso laboral que estaban sufriendo, que se terminaran los descuentos irregulares en sueldos, la basificación del personal, que se retomaran los nombramientos del personal docente, la liberación de plazas por la Secretaría de Hacienda, transparencia en los recursos financieros, humanos y materiales de la escuela y la terminación de otras anomalías.
González Cózar, que era el comisionado de la DGETI en Quintana Roo, nunca apareció para atender el problema, aún cuando tanto los trabajadores reclamantes como las mismas autoridades del plantel pidieron su presencia; su personal dijo que estuvo en juntas todo el día.
Ahora, con el problema de la falta de entrega de los certificados a los jóvenes egresados de las escuelas técnicas incorporadas a la DGETI, Rafael González nuevamente dice que el problema es en la ciudad de México, y con esa argumentación simplemente se hace de lado para no resolver la carencia.
Si todo lo tienen que solucionar desde México, ¿para que quiere la DGETI a éste comisionado?.
Hay algunos que se creen místicos de la educación, que se sienten tan listos, que buscan que los problemas los resuelvan otros, para ellos “no mancharse”. |
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