Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Tamiahua es una laguna y un municipio que se han venido extinguiendo lentamente en los últimos años, por la inacción de las autoridades estatales y municipales para atender sus problemas.
Dicen que sobre esa zona pesa la “maldición de Tamiahua”.
Su agonía se aceleraba porque además se cortó el flujo de agua de mar hacia la laguna, al taparse, por negligencia, las bocanas de los ríos y esteros que permitían el reflujo de agua de salada y la combinación con el agua dulce, que genera la combinación característica de la laguna. formando el equilibrio biológico adecuado que propicia las actividades piscícola, ostrícola y de cúltivo y captura de camarón.
Por eso Tamiahua llegó a ser la “capital nacional del marisco”.
Pero ya no lo es.
Tamiahua ha sido también una población olvidada, porque paradójicamente, aún cuando está a la orilla de la laguna, la población carece de agua entubada. Por eso es que tampoco puede ser un centro turístico importante.
Esa es la maldición de Tamiahua, que teniendo múltiples recursos para ser un polo de desarrollo, es otro pueblo olvidado más.
Linda Guadalupe Rodríguez Torrez, morena de corazón, es la actual alcaldesa de Tamiahua.
Ella quiere romper la “maldición de Tamiahua”.
Es la primera que se preocupa por el desarrollo social y económico de ese municipio, en una visión integral de que la recuperación de la laguna debe ir de la mano de la mejora de las condiciones de la población.
Sabe que si la laguna vuelve a tener las condiciones para una alta producción de mariscos, pescado y camarón, volverá a tenerse un buen flujo de dinero que reactive la economía de la zona.
Tiene certeza de que si el pueblo mejora sus condiciones urbanas, llegará turismo y eso aumentará todavía más el flujo de dinero a la parte norte de Veracruz.
La alcaldesa, ya inicio la primera etapa del proceso para introducir agua potable a Tamiahua, un servicio más que necesario y descuidado hasta ahora.
También está viendo el saneamiento de las aguas residuales, con el drenaje sanitario.
Por lo pronto, en algunas comunidades rurales ya se construyeron sistemas de distribución de agua ,a través de pozos profundos y tanques elevados.
“No es posible que en pleno siglo 21 (Tamiahua) no tenga ni agua potable. No se puede ser candil de la calle y oscuridad de su casa”, dijo durante su informe de gobierno como presidenta municipal de Tamiahua.
Lupita Rodríguez igualmente trabaja en reforzar la seguridad pública, para que Tamiahua sea un destino turístico seguro, con operativos permanentes de la policía municipal y de seguridad pública del estado.
Por lo pronto, para recuperar la laguna de Tamiahua, se realizaron ya gestiones ante diversas dependencias oficiales para desazolvar las bocanas de los afluentes que llegan a la misma, así como de las bocanas de comunicación de la laguna con el mar.
Además se empezó ya con los estudios científicos necesarios y el diagnóstico del estuario, para conocer a precisión el daño que tiene y poder determinar las actividades a realizar para su rescate.
Por eso Lupita Rodríguez enfatizó que no debe haber pueblo pobre en un entorno rico, y que a ese pueblo saqueado por administraciones pasadas se le debe cumplir, generando mejores condiciones de vida para todos sus habitantes; para que vuelva a ser el emporio nacional e internacional acuícola, además del destino turístico más importante del norte de Veracruz, porque Tamiahua -como lo dijo en
su primer informe-, es un paraíso con riquezas naturales, playas, esteros, islas, arrecifes, manglares, y “la mejor comida del mundo”.
Lupita Rodríguez trabaja duro: toca puertas lo mismo en Xalapa que en México y a nivel internacional, para generar las obras y la infraestructura necesarias para resolver los problemas ancestrales que se tienen en ese municipio y la laguna.
Lupita Rodríguez asegura estar en la lucha para romper el malfario sobre la laguna de Tamiahua y terminar con la “maldición”.
Dice que quiere que Tamiahua se levante como el gigante del Golfo de México que debe ser.
Ya no quiere que a Tamiahua se le siga conociendo como un pueblo pobre de la costa del Golfo de México, como hasta ahora.
Además, a su lado está Ernesto Lara Careaga, presidente del DIF municipal, que además de atender sus funciones por los sectores más vulnerables, respalda y apoya a todo el gabinete de ese municipio para mejorar su desempeño.
Tamiahua puede tener un mejor porvenir, si Lupita Rodríguez cumple sus objetivos.
Ojalá y la “maldición de Tamiahua” se rompa, sobre todo por el bien de su población. |
|