Hay quienes ven en la reunión que tuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador con Patricia Lobeira, una traición de principios de lado y lado.
Una firma de un pacto con el diablo, hecha por López Obrador, al aceptar el acercamiento con los Yunes azules.
Una alianza maligna al darse las manos Patricia Lobeira Rodríguez, alcaldesa de Veracruz, esposa de Miguel ángel Yunes Márquez, por el lado de los Yunes azules, con López Obrador.
Y puede que sea así, porque 3 días después de esa reunión, sin preámbulo relacionado con Veracruz, sin venir al caso, López Obrador, comenzando la mañanera de este 25 de abril, soltó lo que traía en el pecho listo para decir:
Que en Veracruz hubo “puro gobernador mediocre y ladrón, con residencias, ranchos, yates, departamentos en el extranjero”.
¿Y quién fue el gobernador anterior?
Miguel Ángel Yunes Linares.
¿O acaso se refería al presidiario Javier Duarte?, ¿o a Fidel Herrera y a su hijo Javier Herrera, dueño de la concesión del PVEM en Veracruz y parte del comité nacional?, ¿o a su asesor empresarial Miguel Alemán?.
Entonces, eso que también pareció una tregua, un remanso, sí bien pudo haber sido un pacto con el diablo.
La reunión se dio entre Patricia Lobeira y López Obrador al anunciar la instalación de la planta cervecera de Constellation Brands en la comunidad de Vargas, municipio de Veracruz.
Hubo quien lo interpretó como el fin de las rencillas, porque el presidente ha estado antes en Veracruz y nunca invitó al antecesor de Patricia Lobeira, al cuñado de la misma, Fernando Yunes Márquez.
El gran capital logró lo que otras circustancias no pudieron: Hacer coincidir al presidente López Obrador (y por ende al gobernador Cuitláhuac García, y a los Yunes azules).
Lo que el gran capital ha unido, que no lo separe la política.
Pareció ser el mensaje.
El eslogan de esto que muchos ven como la firma de un pacto con el diablo.
Sin embargo, esto puede ser muestra de otra cosa:
Para comenzar de la fuerte necesidad que existe en todo el país de generar empleos, tan sólo para recuperar las plazas de trabajo que se perdieron en el 2019 con el cierre masivo de empresas por la pandemia de Covid-19.
O de un acuerdo entre niveles de gobierno, para abrirle las puertas a la instalación de una gran empresa, con todos los incentivos que esto puede traer para los políticos, incluso la mejora de la imagen pública.
Lo que es una realidad ineludible es que las condiciones laborales en Veracruz siguen siendo terribles, al ser una de las siete entidades que se mantiene en “semáforo rojo en empleo formal” en el país (las otras seis son: Campeche, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Quintana Roo y la Ciudad de México. O sea, cinco de las siete son gobernadas por Morena).
Tan sólo por esto, la llegada e inicio de la construcción de la planta cervecera es bueno para la economía de Veracruz, porque nada más en marzo se perdieron 2 mil 551 empleos formales, para acumular la desaparición de 21 mil 595 puestos de trabajo formales a lo largo de dos años de pandemia,
de acuerdo con las proyecciones del Observatorio de Finanzas Públicas y Desarrollo Regional, de la Universidad Veracruzana.
El gobierno de Cuitláhuac García no ha podido hacer nada para disminuir esta triste realidad.
O sea, Cuitláhuac García ha sido incapaz de promover la recuperación de los empleos perdidos en Veracruz; por lo tanto, ha sido todavía más ineficiente en la creación de nuevas fuentes de trabajo.
Aún así, López Obrador lo sigue defendiendo.
La creación de empleos, el incentivar la inversión en Veracruz, puede ser la razón de la concordancia entre el gobierno de la república y del ayuntamiento de Veracruz para favorecer la instalación de la planta cervecera.
Esto, aún más allá de los desencuentros entre López Obrador y los Yunes azules, los cuales han sido múltiples y desde hace varios años.
Por ejemplo, los señalamientos de que el ahora presidente de la república hizo alianzas con el aún presidiario Javier Duarte o que la familia Yunes ha acumulado una gran riqueza por actos de corrupción, lo que llevo incluso a que López Obrador mostrase un fólder azul en el que supuestamente tenía evidencias de ello.
Y lo último es el jaloneo por la construcción de la Torre Centro, supuestamente por socios o prestanombres de los Yunes azules, aunque eso es algo no han probado.
Entonces, si esto es un pacto con el diablo, ¿desde cuándo se estará cocinando?.
Esto debe llevar un tiempo ya de preparación, porque la selección de un terreno, el estudio de factibilidad y cubrir todos los tramites, no se hace de un día para otro.
La cancelación de la construcción de la planta de Constellation Brands en Tijuana se dio hace más de dos años. ¿Cuándo se comenzó a concretar que llegarían a Veracruz?.
Aún cuando la llegada de Constellation Brands debe tener tiempo preparándose, el encuentro entre López Obrador y Lobeira Rodríguez se dio a la carrera.
¿Porqué fue a la carrera el encuentro?.
Todavía el 20 de abril la alcaldesa de Veracruz, dijo que estaba interesada en tener un acercamiento con López Obrador, en su visita a la ciudad.
Ese fue el día en Patricia Lobeira tuvo un evento conjunto con el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, por primera vez, precisamente en Vargas, donde se instalará la cervecera, pero todavía nadie decía nada del anuncio que estaba por realizarse.
Pero ahí ya simpatizantes de un grupo mencionaban que ya habían cedido unos ante los otros o que se había firmado el pacto con el diablo.
Los decires de ambos bandos comenzaron desde un día antes, el 19 de abril, cuando se dio la firma del convenio entre los presidentes de los ayuntamientos de Veracruz, Patricia Lobeira, y Boca del Río, Juan Manuel Unanue Abascal, con el gobernador, Cuitláhuac García, para que el gobierno del estado realice el cobro del impuesto predial, una operación que le interesa mucho al gobernador y a su secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, para incrementar los montos de cobro de impuestos y con ello tratar de que la Federación les de un poco más de participaciones.
Eso muestra que el paquete del acercamiento entre los Yunes azules y López Obrador es amplio, de toda la fuerza política.
Pero como a Cuitláhuac García eso de la civilidad política no se le da muy bien, aún con todo y los acercamientos, mandó a sus golpeadores mediáticos a difundir que los alcaldes se le habían doblegado, como si fuera Donald Trump en reunión con el presidente de México.
El encuentro finalmente se concretó el 22 de abril y López Obrador ratificó que hay un acuerdo y aparentó que era en bueno términos, tanto que hasta reconoció que la alcaldesa de Veracruz apoyó la instalación de la cervecera en la comunidad de Vargas, pues todos los permisos y autorizaciones se otorgaron para que se de la inversión.
Lo aparentó, porque éste lunes 25 de abril, lanzó la puya contra gobernadores anteriores, así nada más, sin esperar pregunta específica de por medio.
Entonces, esto que parecía matrimonio de conveniencia, unido por el gran capital, duró muy poco, y en menos de 3 días fue separado por la política.
Así es esto de los encuentros y desencuentros de los místicos de la política.
¿Hubo o no pacto con el diablo?.
El tiempo, y las acciones de cada lado. lo definirá.
CONSTELLATION BRANDS QUIERE EL AGUA DE VERACRUZ, ¿QUÉ OFRECE?
Constellation Brands se decidió por Veracruz por la facilidad de embarque de sus productos hacia sus mercados de la costa del Atlántico en los Estados Unidos, desde los puertos del estado, pero también por la cercanía de una gran fuente de agua, materia prima necesaria para sus productos que se elaboraran ahí: cerveza.
Constellation Brands quiere el agua de Veracruz, pero hasta ahora no ha dicho como va a retribuir al estado y a los veracruzanos con el usufructo de ese bien tan preciado.
Baste recordar que la suspensión de la construcción de su planta en Tijuana fue porque le iba a disputar el agua a los pobladores de esa ciudad.
Aquí va a tomar el caudal del río La Antigua, un afluente que tiene múltiples problemas a todo lo largo de su cauce.
¿Cómo va a contribuir Constellation Brands a la preservación del medio ambiente de Veracruz?, ¿qué están dispuestos a hacer para la reforestación del área inmediata de donde se instalarán.
Vaya, pues, ¿cuál es la retribución que el conglomerado ofrece a los veracruzanos?
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