Bien dice el dicho que una imagen dice más que mil palabras.
Y muchas imágenes dicen más que 10 mil palabras.
Ver las imágenes de las precampañas de los dos aspirantes a la gubernatura de Veracruz dice mucho.
Muestran dos formas de hacer política, de concebir la política, de entender a los veracruzanos en el quehacer político.
Son las fotografías oficiales de las precampañas de Rocío Nahle, por la coalición “Sigamos Haciendo Historia en Veracruz”, y las de Pepe Yunes, por la coalición “Fuerza y Corazón por Veracruz”.
ROCÍO, ENTRE ACARREOS, GUARURAS Y ATRÁS DE LAS VALLAS
En esas imágenes se ve a una Rocío Nahle que tiene guardias de seguridad por todos lados; asoman los rostros de los mismos hombres atrás y a los lados de la precandidata.
Es famoso el vídeo donde se ve una larga fila de camionetas que la siguen y escoltan, incluyendo una patrulla de la policía estatal.
Sus actos son llenados con personas acarreadas (o como prefieren decir, simpatizantes a quienes les facilitaron el transporte y se les incentivó para que asistieran).
¿Quiénes hacen esas movilizaciones?.
Los presidentes municipales, los aspirantes a una diputación federal o local, los que quieren ser alcaldes.
Ahí están en los eventos, se les coloca en los templetes, en el presidium, y cuando los presentan voltean a ver a Rocío Nahle, con la sonrisa en el rostro, esperando la aprobación de la aspirante morenista a la candidatura al gobierno de Veracruz, para alimentar la esperanza de que ella los apoyará para obtener la candidatura o la posición que buscan.
Ya hicieron el esfuerzo por llenar el lugar del evento, ahora esperan recibir la recompensa con el palomeo para ser candidatos a lo que quieren.
Les dan -incluso- lugares preferenciales, mientras que al aspirante a la candidatura al senado, a Manuel Huerta, lo dejan abajo, sentado enfrente de las vallas, pero abajo.
Y junto con Huerta, también abajo aparece Dorheny García y Claudia Tello, las mujeres a quienes buscan imponer como candidatas al senado, impulsadas por Cuitláhuac García y por la misma Rocío Nahle, haciendo de lado a las otras mujeres que también pelean por esa posición
Es lo que muestran las imágenes.
Ahí va Rocío Nahle, entre vallas, protegida de la población, alejada de los que supuestamente son sus simpatizantes.
Pero, ¿porqué los tienen así, alejados?
Las vallas marcan un camino seguro por el que puede transitar.
Ahí nadie le dirá zacatecana, ni de chiste
Vaya, hasta puede darse el lujo de hacer paseíllos, saludando con desparpajo a un lado y a otro, como rockstar que se brinda a su público y disfruta la ovación.
De vez en cuando se detiene, cuando observa una cara conocida, a la cual se acerca o le dicen que esa persona es segura, y les brinda la graciosa concesión de que le tomen una fotografía a su lado.
Otros gritan, le hacen señas y ella nada más mueve la mano desde una distancia prudente, donde no la puedan tocar, pero si ver.
Nadie, absolutamente nadie, puede llegar con un folder o una cartulina a sus cercanías. No recibe solicitudes de ningún tipo.
Hay quienes dicen que sus ayudantes las toman. Hay quienes mencionan que a esas personas que llevan alguna petición, de lo que sea, no los dejan pasar ni siquiera al interior de los lugares donde serán los eventos.
Es la misma actitud que tiene para con la prensa, a la cual le rehuye, tanto que nunca ha dado una conferencia de prensa y cuando concerta alguna entrevista en algún medio es bajo el condicionante de que todo será terso y suave, sin preguntas incómodas, para que no tenga que decir como Claudia Sheinbaum: Esa pregunta está muy violenta.
Es la misma Rocío Nahle que no tiene empacho en ponerse los vestidos regionales de tierras indígenas, como quien se coloca un disfraz o una prenda para tratar de quedar bien.
Ella está aquí, ellos están allá.
Es su forma de hacer política
PEPE, EN CONTACTO CON LA POBLACIÓN, SIN ACARREOS
Pepe Yunes no trae una larga comitiva.
A veces un vehículo de acompañamiento, de alguien que llega junto con él al evento.
No trae vigilancia, cuerpos de seguridad.
Se detiene y saluda a quien está ahí, cerca, esperando.
Y nunca falta la persona que llega con un folder, a plantearle el problema de tal o cual lugar.
Pepe Yunes le escucha y ofrece tomar en cuenta el problema para cuando pueda resolver algo, o sea, para cuando sea gobernador.
A veces le piden que les diga como encontrar la solución a tal o cual problema y sólo les responde que lo hará cuando sea tiempo de campaña política, cuando pueda hacer propuestas, porque ahora está impedido.
Y hasta les dice “recuérdeme que le diga como hacerlo cuando venga la próxima vez, ya como candidato. Yo sí conozco Veracruz y sus problemas y tengo la visión de como trabajar para resolverlos”.
Y si es un asunto municipal y hay buena relación con el alcalde o la alcaldesa, promueve de una vez que algo se haga.
A veces lleva dos o tres folders en la mano, después de ver su contenido, para luego entregarlos a alguien de su equipo de trabajo.
Da un paso y saluda a quienes se presentan.
Abraza a quienes conoce, los saluda por su nombre y hasta recuerda pasajes de vida con estos.
Y a todos agradece su presencia.
No muestra desagrado por el contacto.
Nunca pide gel antibacterial después de saludar a alguien, o a muchos.
No rehuye el contacto.
Vaya, hasta los luchadores enmascarados se le acercan.
También las mujeres, los campesinos, los empresarios, los obreros.
A nadie le pone distancia.
Es algo que hace siempre, es una de las actitudes que hacen que le digan “El Caballero de la Política”.
Avanza despacio y eso hace que luego empiecen tarde sus eventos.
No hay acarreados en sus actos.
Hasta se da el lujo de decirlo: “Aquí están quienes quieren estar y si alguien viene contra su voluntad, no se sienta obligado de permanecer”.
En sus eventos no monopoliza el micrófono, deja que otros también hablen, que expresen su sentir.
Se trata de escuchar a los veracruzanos, no de mantenerlos alejados.
Si le piden caminar por las calles del pueblo, de la colonia, lo hace.
No cuida el que sus zapatos no vayan a mancharse.
Ante la pregunta de un reportero de cómo le hacía para bajarse de la nube, respondió:
No sé como bajarme de una nube, porque nunca me he subido.
Si le piden una entrevista periodística se para y responde las preguntas, cualquiera, hasta las que intentan ser agresivas.
En una conferencia de prensa no hay condicionantes para quienes llegan ni tampoco filtros para las preguntas. Acepta todas, hasta las que podrían ser muy incómodas.
Es Pepe Yunes.
Sin rehuir el contacto.
Es su forma de hacer política.
Si usted quiere ver las fotos que inspiraron ésta columna lo puede hacer en https://cutt.ly/BwXe1BpR
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