El coordinador de los diputados de Morena, Juan Javier Gómez Cazarín, puede quedar fuera de la próxima Legislatura, aún cuando va en el número 2 de la lista plurinominal de Morena, por el reparto de género de las bancadas plurinominales.
Son 12 diputadas electas de manera directa, por lo que para completar la paridad, se requiere que otras 13 sean designadas por la representación plurinominal. 25 y 25.
Aunque quien sabe como dividiránla paridad de género ahora que incluyeron el género “no binario”.
Pues bien, de las diputadas electas, 11 son de Morena, y como le corresponden sólo 4 plurinominales (para evitar la sobrerrepresentación), por ser el partido con mayor número votación, es por donde se inicia la distribución por género, lo que lleva a que incluso los 3 de esos puestos puedan ser femeninos, porque el primer lugar de su lista plurinominal es para Gonzalo Durán Chincoya, identificado como “no binario”.
La primera mujer en la lista plurinominal de Morena es Illya Dolores Escobar Martínez, quien fue subdirectora técnica de Primarias Federalizadas de la SEV, en la actual administración estatal, y a quien involucran en un caso de cobro por “agilizar trámites a maestros” (http://www.metropolitanoenlinea.com/?p=146477 ).
La siguiente mujer en esa lista es Gisela López López, quien llega sin la menor experiencia política, pero impulsada por un alto dirigente de Morena.
Es posible que nada más ellas dos entren por género, porque para que quede Gómez Cazarín, lo más seguro es que harán reacomodos a
la hora de distribuir las bancadas plurinominales para hacer la equidad de género.
No pueden dejar fuera a uno de los favoritos del gobernador Cuitláhuac García.
Vaya, aún cuando Juan Javier quede de nuevo como coordinador de la bancada de Morena, necesita en su entorno diputados que hagan un buen trabajo, que no lo lleven a repetir los errores que hicieron que casi 30 acuerdos de la actual legislatura fueran rebotados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por mal hechos.
¿Quién podría quedar en su entorno?.
Ahora tiene diputados como Fernando Arteaga Aponte que se alineó a Morena desde 2016, cuando salió del gobierno de Javier Duarte y que incluso apoyó la campaña de este partido cuando Miguel Ángel Yunes Márquez ganó la gubernatura de dos años.
Fernando Arteaga, con todo lo que le puedan achacar, ahora le ganó la diputación a Carolina Gudiño, exalcaldesa de Veracruz, cercana al exgobernador Fidel Herrera, en el sitio de mayor fuerza panista y de los Yunes azules, en Veracruz.
Tuvo más de 8 mil votos de diferencia, en un distrito en el que también intervino directamente el presidente del PRI estatal, Marlón Ramírez.
En sus antecedentes igualmente tiene el haberle ganado en una ocasión a Joaquín Guzmán Avilés, como delegado.
El Huevo Arteaga, como le dicen sus amigos y malquerientes, es operador político nato, que ha tratado con integrantes de todas las corrientes políticas y también ha sido concertador, incluso en conflictos nacionales.
Aún cuando Morena tiene una amplia mayoría, los próximos tres años pueden ser complicados, por todos los enredos y entrecijos que se darán para la designación de candidatos al gobierno del estado y por los movimientos que harán los partidos de oposición desde la capital del país, donde tienen mejor posición. Y eso, indudablemente, impactará en la Legislatura del estado, además de que habrá muchos, pero muchos problemas por la inexperiencia y la
impericia de gran cantidad de alcaldes e incluso de los mismos diputados electos.
Van a necesitar, indudablemente, conciliadores y líderes políticos naturales y que sepan hacer el trabajo.
Otro diputado con experiencia que llegará a la próxima legislatura por Morena, es el expanista Luis Antonio Luna Rosales, quien al principio del actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el 25 de enero de 2019 para ser precisos, fue designado Director General de la Administración Portuaria Integral de Coatzacoalcos.
Antes de ser removido enfrentó fuerte señalamientos de los constructores del sur de Veracruz, porque el 99% de las asignaciones de las obras federales se las dio a empresas de fuera de la región, “a sus cuates” decían los constructores de Coatzacoalcos, y lo hizo por asignación directa o por licitaciones dirigidas, en las cuales incluso no le permitía participar a los constructores del sur de Veracruz.
Antes fue leal a Felipe Calderón, cuando éste fue presidente de México, al grado de que en octubre de 2007, el entonces primer mandatario lo designó delegado de Comercio en Veracruz.
Con esos antecedentes, el cambio de bandera no le será difícil, de ser necesario.
Otro de los próximos diputados con experiencia administrativa es Luis Fernando Cervantes Cruz, quien era alcalde de Pueblo Viejo electo bajo la bandera del PES, pero que ahora olímpicamente desechó a ese partido y se fue de plano con Morena.
Cervantes Cruz es de los diputados que tienen ínfulas imperiales, porque quería dejar como candidata de Morena a la presidencia municipal de Pueblo Viejo a su esposa.
Cervantes Cruz es de los diputados chapulines, o sea que también es experto en cambiarse la camiseta y las lealtades al vuelo, pues antes fue alcalde de Pueblo Viejo de 2011 a 2013, postulado por el Partido Acción Nacional y el Panal.
Desde hace mucho lo han vinculado con grupos delincuenciales (sin probarle nada, aparentemente) y en pleitos caciquiles en la zona. Un hecho doloroso que le tocó vivir, fue el jueves 13 de febrero de
2014, cuando asesinaron a su hermano José Luis, en su casa, quien antes fue secuestrado por -presuntamente- policías del ayuntamiento de Pueblo Viejo. El hecho nunca fue investigado lo suficiente.
Otro diputado con experiencia administrativa que llega a la próxima Legislatura es Roberto San Roman Solana, expriista de hueso colorado, de esos que primero llamó a Andrés Manuel López Obrador «viejo ridículo» y a Cuitláhuac García «inepto e ignorante», pero que ahora les rinde pleitesía sin recato alguno.
Fue electo diputado por el distrito de Tantoyuca, abanderado por Morena y a quien los militantes de ese partido le reprochan también que compró la postulación vía Esteban Ramírez Zepeta, el delegado nacional avalado por Cuitláhuac García, que insiste en ser presidente de Morena en el estado.
Otro de los próximos legisladores con experiencia en el gobierno es Genaro Ibañez Martinez, quien ganó la elección en Tuxpan.
También fue priista de muchos años, y estuvo en el gobierno del estado durante mucho tiempo, en la dirección de Educación Primaria, en la Secretaria de Educación de Veracruz, desde 1982 hasta 2009.
27 años nada más.
Luego se fue a Tuxpan y allá, en 2017, Luis Moncada Alejo, lo acusó de cobrar diversas cantidades a familias humildes de la zona rural, como anticipo de un programa de vivienda que nunca se hizo efectivo y que no quería devolver el dinero.
Ya con el actual gobierno fue designado director general de Previsión Social y Productividad, en la Secretaría del Trabajo (un área que nadie sabe para que sirve realmente).
Su curriculum, tampoco es así como que muy deseable.
Del otro lado hay diputados que ya demostraron que lo mejor es que se queden quietos, como Elizabeth Cervantes de la Cruz, reelecta por el distrito de Alamo, con la pura fuerza de los seguidores de López Obrador y por obra y gracia de los beneficiarios de programas sociales que fueron a votar (por quien sea que los haya llevado a votar), quien en la actual Legislatura es presidenta de la Comisión
Especial para el Seguimiento a la Problemática de la Desaparición de Personas en el Estado de Veracruz, pero que nunca ha realmente apoyado a los grupos de familiares de personas desaparecidas y que sólo ha emitido un par de declaraciones.
Sus 5 minutos de mayor fama, fueron el 8 de febrero de 2019, cuando su expareja la acusó de aprovechar su cargo como diputada local para sacar ventaja en un juicio de patria potestad por el hijo de ambos.
O también está la diputada Ana Miriam Ferraez, de Xalapa, que tuvo su gran momento estelar el 21 de enero de 2019, cuando se le ocurrió la gran idea de declarar que para prevenir los feminicidios debía implementarse “un toque de queda para que las mujeres no salgan después de las 10 de la noche”. Desde todo el país e incluso desde otras partes del mundo, le reclamaron.
O su desvario del 23 de noviembre de 2018, cuando en tribuna se le ocurrió reprender a los diputados diciéndoles “creo que ustedes no conocen de política internacional” y olvidó el nombre de Vicente Fox, como autor de la famosa frase “Comes y te vas” y confundió el nombre del destinatario de la misma, al mencionar que se la dijo a Hugo Chávez, cuando fue a Fidel Castro.
O, también está la otra diputada reelecta por Xalapa, Rosalinda Galindo, más conocida como “La reina del nepotismo” porque le descubrieron que acomodó a toda su familia en la nomina gubernamental. Esa es la causa de su fama.
Así pues, si Juan Javier Gómez queda fuera, necesitarán a un buen coordinador de bancada en Morena; y si logra ser reelecto, brincando la valla de la paridad de género, necesitará diputados que no lo hagan quedar mal, otra vez.
Así como personal eficiente, para no repetir aquella memorable pifia donde al Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, le cambiaron el nombre por Francisco.
Y como ya debió de haberse dado cuenta Gómez Cazarín, los que antes demostraron falta de sensibilidad social o política, ahora no la
tendrán, y los que tienen malos antecedentes, pueden vincularlo con grupos con los que no quiere ser ligado.
Así, el reacomodo de los místicos está pendiente.
A ver como quedan y ojalá pueda ser benéfico para los terrenales. |
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