A Rocío Nahle las cosas siguen sin salirle nada bien en la construcción de la refinería de Dos Bocas.
No tiene ni siquiera una estructura mínima operable que pueda entregar el próximo 2 de junio de este año, fecha marcada por el presidente López Obrador para concluir la construcción de la refinería.
Si el aeropuerto de Santa Lucía se inauguró con múltiples carencias, la refinería de Dos Bocas es probable que se aperture sólo con las oficinas terminadas y avances en la estructura de la misma, pero nada más. La conclusión, todavía está muy lejos.
Mario Maldonado, columnista de El Universal, en su entrega “Rocío Nahle: fracaso y corrupción a la vista”, apunta que a la zacatecana “se le viene un escándalo de enormes dimensiones tras encontrarse sobrecostos de casi el doble del monto original de la refinería de Dos Bocas, desvío de recursos y denuncias de corrupción”.
Y enfatiza que el avance real de la obra está por abajo del 50%, a menos de 3 meses de la fecha de inauguración fijada, la cual se marcó para conmemorar el cuarto aniversario del triunfo electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero no estará concluida, porque la construcción de la refinería, iniciada en junio de 2019, “es un auténtico desastre, del cual ya ha sido notificado el Presidente”, anota Mario Maldonado.
Desde el 17 de marzo se difundió que los mismos directivos de Pemex Transformación Industrial informaron al gobierno que los costos de construcción de Dos Bocas habían aumentado considerablemente a cerca de 14 mil millones de dólares, en lugar de los 8 mil millones de dólares estimados originalmente.
Mario Delgado puntualiza que el sobrecosto es un escándalo mayúsculo que impacta al gobierno del presidente López Obrador por varios frentes: primero, porque lo exhibe como pésimo administrador, peor que los ‘neoliberales’ para estimar el costo de los proyectos; segundo, porque evidencia el fracaso de un proyecto altamente criticado por su inviabilidad.
Uno de los puntos que se enfatiza es que el aumento presupuestal se debe a que hay cientos de miles de millones de pesos desviados o sin rastro de a dónde fueron a parar; o sea, a presumibles actos de corrupción.
Y eso mismo es el cuarto punto, porque en la construcción de la refinería hay muchas empresas relacionadas a la familia de Nahle y otras acusadas de corrupción, incluidas las relacionadas con el director de la obra, Leonardo Cornejo Serrano, involucrado en el escándalo de Odebrecht, nada más.
De hecho, tras múltiples señalamientos de corrupción, amenazas de penalizaciones millonarias y paralización en las operaciones del complejo industrial Etileno XXI, ubicado en Minatitlán, el gobierno de López Obrador tiene un nuevo acuerdo con Braskem Idesa —filial de Odebrecht y de la mexicana Idesa—.
Mario Maldonado puntualiza que resulta sorprendente el error que cometió Nahle al encargarle el proyecto de la refinería a Cornejo Serrano, exdirectivo de Pemex y dueño de Ferraris, ligado a Emilio Lozoya, a quien la actual secretaria de Energía intentó abrirle un juicio político, entre otras cosas por el escándalo de Odebrecht. “Para ese objetivo, la entonces diputada de Morena pidió su ayuda a los medios de comunicación y periodistas que habían dado seguimiento a los asuntos de corrupción del exdirector de Pemex, incluido el autor de esta columna”, publica Mario Maldonado.
En el sentido de la corrupción detectada en la construcción de Dos Bocas, apunta que el Grupo Huerta Madre, relacionado con la familia de Nahle, y la holandesa Van Oord, fueron beneficiados con un contrato de 4 mil 900 millones de pesos para la conformación de plataformas y el dragado de la refinería. Remarca que el esposo de la secretaria de Energía, José Luis Peña Peña, es el verdadero operador de los contratos. Su influencia en la entrega de obra es escandalosa, a decir de varios contratistas, proveedores y altos funcionarios de Pemex.
Mario Maldonado igualmente menciona que entre los proveedores de la refinería hay empresas acusadas de corrupción como Citapia, del empresario Juan Carlos Tapia Vargas. De la mano de la empresa Mexicana de Recipientes a Presión, cuyo nombre cambió a Proese, opera el contrato del Paquete 6 por 78 millones de dólares. También se relaciona con las sociedades Manufactura Especial y Proyectos Industriales y Grupo Constructor Industrial Oil & Gas.
Y esto se relaciona con sus aspiraciones a ser gobernadora de Veracruz: “Así, mientras Nahle baja su perfil de secretaria, a pesar de que está en juego la reforma eléctrica, sube su visibilidad política, pues aspira a suceder el impresentable gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García”, señala.
“Con lo escandaloso de los sobrecostos, los desvíos de recursos y la corrupción en el “paraíso” tabasqueño de Dos Bocas, se antoja imposible que logre sus aspiraciones políticas”, enfatiza el columnista.
RAMÍREZ ZEPETA, EL RESPONSABLE DE LA MOVILIZACIÓN DEL DOMINGO
Bien dice el dicho que la derrota es huérfana, mientras que al triunfo siempre le salen varios padres.
Y eso es lo que ocurrió con la movilización del domingo pasado en la Plaza Lerdo de Xalapa, para la promoción del ejercicio de revocación de mandato.
Como lograron llenar la plaza y que hubiera personas por la calle de Enríquez, tanto ante el palacio de gobierno, como frente al Parque Juárez, muchos son los que dicen ser los autores de la movilización.
Y esto es producto de las confrontaciones de poder que se dan en el grupo gobernante.
La realidad es que los únicos que hicieron esa movilización fueron Esteban Ramírez Zepeta y Yair Ademar Domínguez; es decir el delegado del comité nacional de Morena en funciones de presidente del partido en la entidad, y quien funge como secretario de Organización del Comité Ejecutivo Estatal de Morena.
Eleazar Guerrero y su membrete de “Que siga la democracia” (el cual, por cierto, no tiene registro como organización política estatal) quiso colgarse la medallita, aunque no le corresponde.
Cuitláhuac García dijo que no hubo movilización, pero si se dio.
El buscar presumir quien fue el responsable de esto responde a que quien se quede con el crédito quedará bien ante el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y eso es lo que quiere Eleazar Guerrero Pérez, el primo del gobernador de Veracruz, porque anhela el control del partido para en el 2024 ser quien disponga de la distribución de las candidaturas a los puestos de elección popular que estarán en juego, incluyendo al Senado y la cámara de diputado; la gubernatura, no, porque esa la decidirá directamente López Obrador.
Así pues, los verdaderos responsables de la movilización fueron Esteban Ramírez Zepeta y Yair Ademar Domínguez.
Los demás, como dice el dicho, buscan hacer caravana con sombrero ajeno. |
|