por
Alfredo Bielma Villanueva
Para quien esto suscribe la política es, sigue siendo la actividad más sublime del hombre, porque sin su mediación la convivencia pacífica en una sociedad se torna casi imposible y la discordia impera, allí donde la política fracasa la incertidumbre se apodera del conjunto social y este pierde el equilibrio. La política no es una entelequia, una cosa mentalmente generada solo para quedar en lo abstracto, es una entidad emanada del consenso colectivo para servir de herramienta útil en la solución de los problemas de la comunidad. Pero requiere de operadores a quienes se les reconoce como políticos, son individuos surgidos del contexto social y por efecto conllevan sus valores, sus usos y costumbres, son reflejo de la sociedad, rehenes de su naturaleza humana, no muy buena si nos atenemos que en su entorno ni la lealtad, ni la gratitud son virtudes en exuberancia, sí en cambio, la deslealtad, la traición, la intriga, la ingratitud, la mentira, el engaño, etc., son ortigas de abundantes frutos. Por todo esto y más la clase política de cualquier país no se caracteriza por su buena fama, pese a la incuestionable necesidad de su existencia.
Pudiera afirmarse que con elevada frecuencia el político ve al mundo de una manera muy diferente al de la sociedad de donde surgió y dice representar, para entenderlo debemos remitirnos al fenómeno de metamorfosis que sufre ese individuo una vez que establece contacto con el poder político. Antes de la mutación ese personaje es crítico acido del gobierno, propone soluciones según su propia perspectiva, señala defectos de la clase política, pero cuando las circunstancias lo incorporan en asuntos de la cosa pública comienza a actuar de manera diferente, es entonces cuando se divorcia de su colectivo de origen. Para entender lo incomprensible podemos abordar algunos casos: el ex panista, Jorge Ramos, todavía en 2021, declaraba que en Morena estaban viejos priistas ocupando cargos públicos y que nunca marcharía junto a ellos, ahora el señor Ramos dejó de ser panista para incorporarse a Morena; el presidente López Obrador pide un alto al fuego en la Franja de Gaza porque “ya ha costado muchas vidas”, ¿y las provocadas por la violencia en México, apá? Claudia Sheinbaum asegura que el PRI “se robó todo”, sin embargo, Morena refuerza sus filas con emigrados del PRI a quienes otorga canonjías; en Sinaloa secuestran a 66 ciudadanos, pero el presidente declara que es pleito entre malosos, ¡nada es contra la población! En Veracruz, el candidato de MC al gobierno estatal no compite contra Pepe Yunes ni contra Rocío Nahle, sino contra los anteriores candidatos de su partido para comprobar quién pudo obtener más votos para conservar el registro. La lista de exabruptos, inconsistencias, incongruencias, torpezas etc., provenientes del mundo político es interminable y con frecuencia se asemeja al contraste ente la utopía y la distopía. |
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