por
Alfredo Bielma Villanueva
El indiscutible avance competitivo de Pepe Yunes Zorrilla en Veracruz prendió los focos de alarma en el cuartel general de MORENA, porque según el diagnostico originalmente diseñado su candidata Rocío Nahle no encontraría obstáculos serios para alcanzar la victoria electoral, pero la actual realidad señala todo lo contrario. En el camino aquella percepción se ha venido desvaneciendo para los candidatos de Morena, lo cual genera una genuina preocupación por pronósticos nada parecidos a los del inicio de campaña. Esa inquietud va más allá de la candidatura de Rocío Nahle, pues Veracruz representa la cuarta lista de electores más numerosa del país y su comportamiento electoral es de peso específico en la elección presidencial y de legisladores, luego entonces, este estado es punto estratégico de medular importancia. De allí la asistencia de Claudia Sheinbaum al cierre de campaña de Rocío Nahle en Xalapa, lo que es en bien para una lo es también para la otra, y a la inversa, si una cojea la otra no camina. No obstante, el tiempo electoral ya se está agotando y se antoja difícil que MORENA pudiera remontar el acelerado crecimiento de Pepe Yunes en el imaginario colectivo veracruzano. Otro elemento de no menor importancia es la abolladura que hizo mella en la figura política de la señora Nahle después de publicarse parte de su patrimonio familiar, de origen difícilmente explicable por la vía de la correspondencia entre su condición de servidora pública y el monto de las inversiones.
La asistencia voluntaria o acarreada a este cierre de campaña seguramente será multitudinaria pues abundan recursos para poder implementarlo, y servirá para comprobar la capacidad de movilización de sus operadores. Podemos estar convencidos: Ni Claudia Sheinbaum ni Rocío Nahle (AMLO tampoco) imaginaban el panorama de incertidumbre que ahora representa Veracruz, obviamente no calcularon o no midieron bien la fuerza que adquirían el PRI y el PAN, acompañados por el PRD, actuando en sinergia, pudiendo configurar una extraordinaria fuerza política, potenciada, eso sí, por la candidatura de Pepe Yunes quien, priista de origen, ha sido recibido por el panismo y el perredismo estatal como uno de los suyos. Agréguese la experiencia en conjunto de quienes operan en el PAN, que siendo oposición ganaron la gubernatura en 2016, con esa información ya podemos nutrir las premisas de un silogismo cuyas conclusiones lógicas explican y acaso justifican la visita de Claudia Sheinbaum a Xalapa. |
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