La política es un genuino concierto de estrategias, es lógico porque se trata de una de las actividades del hombre más interesantes, ya por su contenido, ya por su propósito medular de mantener la armonía social y procurar la satisfacción de las necesidades colectivas. Destaca también su importancia porque es una actividad en que la naturaleza humana se manifiesta en todo su esplendor: la intriga, la envidia, la traición, la deslealtad, la ingratitud, la mentira, forman parte del cogollo de su existencia. No que la política sea “sucia”, como solemos calificarla, porque la suciedad no forma parte de su esencia sino de quien la practica: el hombre. O sea, una es la herramienta, otra el operador; la denostamos como si fuera un mal necesario, omitiendo reflexionar que sin la política la vida en sociedad sería un caos. Cuando la política fracasa se desatan los demonios, generan conflictos y desencuentros, odios y rencores difíciles de subsanar, desembocan en guerras que terminan en sufrimiento social, porque ”en la paz los hijos sepultan a sus padres, en la guerra los padres a los hijos”.
Por ese andamiaje de la política nada deben extrañar las renuncias al PRI, al PAN, al PRD y a Morena que últimamente se han dado a conocer, porque son partidos protagónicos (una calidad que aun no alcanzan, y como van los acontecimientos difícilmente alcanzarán el Verde, el Pt y Movimiento Ciudadano) y por esa condición sus militantes (el hombre(, se comportan correspondientemente. No debemos buscar mucho porque no tienen fondo (hay quien ve un charco con poco fondo y se mortifica buscándole una profundidad inexistente, ¿por esas renuncias debemos inferir una crisis partidista? Para nada, porque renuncian a causa de no verse favorecidos con una candidatura a cargos de elección popular, si lo hubieran conseguido sus declaraciones serían en el sentido opuesto a lo que ahora critican, hacen honor al sabio refrán: “cada quien habla según le va en la feria”. Se aclara, es solo una interpretación sobre el tema de las recientes renuncias a algunos partidos políticos, de ninguna manera se avala la dirección que le está dando al PRI su actual CEN, porque en ultima instancia el éxito o el fracaso se medirá según el resultado electoral.
|
|