En realidad, a López Obrador no le costó mucho esfuerzo someter y anular a sus “adversarios políticos, a quienes maniató con la amenaza de formularles cargos penales en base a sus antecedentes como funcionarios públicos durante la era priista y la alternancia panista, el prianismo pues. En México es difícil encontrar la honestidad en estado puro, mucho menos cuando en el servicio público se ha abusado de las canonjías que da el ejercicio del poder, se refleja en “la comalada de nuevos ricos” surgida al finalizar cada sexenio de gobierno de que hablaba el expresidente Emilio Portes Gil. Por esa subliminal amenaza devenida desde la presidencia de la república se aquietó a quienes formaban la elite gobernante en el antiguo régimen, eso explica con meridiana claridad el silencio y quietismo de Osorio Chong, de Emilio Gamboa Patrón, de Joaquín Coldwel y del mismo Manlio Fabio Beltrones, también el asilo forzado de Ricardo Anaya, estos últimos convertidos ahora en senadores de la república, pero con nula oportunidad de hacer mella al leviatán investido de Cuarta Transformación. En esta línea de pensamiento, “Alito” Moreno, adueñado de lo que queda del PRI, es un caso paradigmático porque gravita sobre su cabeza la elevada posibilidad de un juicio de procedencia que le arrebate el fuero que ahora goza y lo conduzca a la cárcel, todo dependerá de cómo se amolde al gusto de quienes gobiernan. Ya recibió un aviso proveniente del presidente de la Comisión Jurisdiccional de la Cámara de Diputados, Hugo Eric Flores, quien declaró que revisará “con lupa” el expediente de Alejandro Moreno, “y si hay elementos para proceder, se procederá en su contra”, la de “Alito” es una de las ocho solicitudes de procedencia que esperan a ser revisadas. Con esos truenos, y señalados por el dedo flamígero de quienes manejan el pandero político, los opositores con renombre ganado en el antiguo régimen se encuentran “apanicados” y en esa circunstancia el movimiento opositor lo resiente sensiblemente porque carece de liderazgos solventes que lo encabece.
Ese escenario permite deducir que el quietismo opositor proseguirá por tiempo indefinido en tanto no surjan nuevos liderazgos, en contraste, MORENA se fortalece y gana espacios en campo libre, pero lleva en su interior los gérmenes de la indisciplina partidista, acompañados por las imprescindibles corrientes de tribus buscando mayores tajadas de poder para sus respectivas versiones sobre el arte de gobernar. Porque en ese sentido MORENA es el PRD trasplantado, pues se conforma de tribus de cuyo seno no les ha sido posible desterrar el sectarismo, ha ganado casi todo y cada grupo actúa en la lógica de adquirir mayor fortaleza política; así se observa en el Congreso federal y en las diferentes áreas de la administración pública. ¿Cuánto tardará en despertar el movimiento oposicionista? Como se observa el panorama actual transcurrirán algunos procesos electorales para observar esa movilización, porque MORENA gobierna ya en 22 entidades federativas y domina en casi todos los Congresos locales, será el ejercicio del poder, la manera de ejecutarlo su fortaleza o su declive; por el momento MORENA es el partido en el poder, el panal de miel, como en su tiempo lo fue el PRI, al que todo actor político buscará como escalera para acceder a los pasillos del poder. Lo comprobaremos en los procesos electorales venideros, en Veracruz el más próximo- el relevo de alcaldes- ya está en curso, veremos cómo las pugnas por las candidaturas se escenificarán en MORENA, porque en el PRI y en el PAN estarán buscando con lupa sus respectivas candidaturas para lo cual tendrán las puertas abiertas a quienes no postule MORENA y se sientan con merecimientos para triunfar electoralmente. Por tal circunstancia, semejantes al Sísifo mitológico elevamos la roca del tiempo para dejarlo rodar cuesta abajo al llegar a la cima. |
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