A la candidata de Morena al gobierno de Veracruz, Rocío Nahle, al parecer se le complica encontrar el modo efectivo para comunicarse con la ciudadanía de esta entidad, y no es para menos porque es notable el esfuerzo de sus asesores de imagen para posicionarla en el imaginario colectivo como genuinamente veracruzana, y para presentarse como “una mujer de resultados y de planes”. Es en esto último donde se tuerce el pescuezo al ganso, porque debe ser difícil explicar el contraste entre la ya evidentemente fallida planeación del proyecto de Dos Bocas en cuanto se refiere al costo originalmente proyectado y al tiempo empleado en su edificación, porque no acertó en uno ni en otro caso. No es concebible definir como buena planeación una que inicia con 8 mil millones de dólares de costo y cuando el proyecto aún no se concluye el recurso público originalmente estimado ya se duplicó con creces; semejante inferencia es la correspondiente al tiempo de construcción proyectado a tres años, pero ya van más de cuatro sin que entre en operación. “Mi gobierno de es planes y programas”, solía presumir en su tiempo de presidente José López Portillo, quien al final no pudo demostrarlo a juzgar por la enorme devaluación económica del fin de su mandato y el fracaso del Sistema Alimentario Mexicano que, semejante al actual SEGALMEX, fue un barril sin fondo y vivero de ratas de cuello blanco.
Aparte de lo lamentable referido a Dos Bocas, el ángulo interesante de la candidatura de doña Rocío consiste en esa su actual condición, pues para convencer al electorado tiene que desvanecer las dudas que existan respecto a su desempeño como Secretaría de Energía y constructora de Dos Bocas (cuando Calderón criticó la construcción de Dos Bocas, Rocío Nahle le respondió en Twitter: usted construyó una barda, yo construí una refinería). Eso fue antes de convertirse en aspirante a gobernar Veracruz, ya en campaña seguramente tendrá oportunidad de explicar ese interesante episodio de su vida profesional, entonces podremos enterarnos porqué Dos Bocas está costando mucho más del doble del proyecto original, porqué no se concluyó en los tres años del plazo previsto y, también, ya de paso, por qué Deer Park, la refinería adquirida en Houston en 6 mil millones de dólares, produce la misma cantidad de gasolinas, Diesel, etc., que cuando Dos Bocas entre en funciones y alcance a toda su capacidad. Porque es conveniente planear para obtener buenos resultados, aunque del dicho al hecho hay mucho trecho. |
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