Los alcaldes de Veracruz en general tienen muy mala calificación.
Los habitantes del estado han perdido la simpatía por sus gobernantes, por lo mal que llevan sus administraciones. Por eso es que existe una amplísima desilusión hacia la política.
En el último Ranking Mitofsky de alcaldes de México, correspondiente a diciembre de 2020, los cuatro presidentes municipales de Veracruz que son incluidos en ésta medición de los gobernantes de 100 municipios del país, todos quedan mal parados.
Quien mejor calificación tiene es Fernando Yunes Márquez con 55.9% de aceptación.
Pero esto es una mala nota.
El heredero de los Yunes azules ha tenido una caída sostenida en su popularidad que lo hizo perder casi 12 puntos.
Comenzó el 2020 en los cuernos de la luna, con una aceptación del 67.5 por ciento, lo que le permitió colocarse como el alcalde segundo mejor calificado en el país dentro de esta medición.
Hasta fiesta hicieron por esto.
Pero para marzo ya había perdido casi 5 puntos, con lo que se fue al lugar 7; para septiembre eran casi 8 tantos en la baja, que lo llevaron al lugar 15, y en diciembre se ubicó en el sitio 30.
Una muy mala tendencia sobre todo para las aspiraciones familiares de heredarle la presidencia municipal de Veracruz a su hermano Miguel Ángel, en esa costumbre que los Yunes azules han asumido de creerse dueños de los puestos de elección popular y que se los pueden pasar de uno a otro miembro de la familia.
Si esta tendencia sigue, Fernando Yunes en lugar de ser un punto de apoyo para que el PAN (y su hermano si logra la candidatura) gane la presidencia municipal de Veracruz éste año, se convertirá en una carga.
¿Cuáles son las causas del descenso?.
En el ayuntamiento de Veracruz lo tienen bien claro, pero dos de estas posibilidades que propiciaron este descenso son la falta de obra pública y la mala calidad de los servicios públicos, así como la soberbia política.
Otro caso terrible es el de la alcaldesa de Córdoba, Leticia López Landero, que es la peor calificada de Veracruz.
Con su proyecto de heredarle la presidencia municipal a su hija o a su esposo, con una aprobación del 31.4 por ciento, difícilmente podría darse esto. Esa es una de las causas por las que la familia está buscando incluso ser postulada por Morena, con el apoyo del secretario de gobierno, Eric Patrocinio Cisneros, incluso vía el PVEM, porque además los panistas de la Ciudad de los 30 Caballeros, cada vez los respaldan menos.
La gestión de Leticia López está cundida de yerros y de desencuentros políticos, hasta con quienes la apoyaron para llegar al cargo. Por eso su baja en la popularidad es tan acelerada.
Está en el lugar 87 de la tabla, con 100 posiciones.
La suya ha sido una trayectoria descendente a gran velocidad, pues en marzo tenía aún el 40.8 por ciento de aprobación y estaba en el lugar 39.
Leticia López, es definitivamente, la alcaldesa peor calificada de Veracruz.
También están los dos presidentes municipales de Morena incluidos, los bastante ineficientes Hipólito Rodríguez Herrero, de Xalapa, y Víctor Manuel Carranza Rosaldo, de Coatzacoalcos.
Hipólito Rodríguez también tuvo un descenso conforme a su inicio de año 2020, pues comenzó en el lugar 32, con 37.6% de aceptación ciudadana.
A partir de ahí cayó al lugar 70 en la medición de marzo, con una aceptación de 30.1 por ciento, y se ha mantenido en posiciones similares, pues mientras aumenta la calificación de los alcaldes en el país, la suya se mantiene con esto que representa un índice de que es reprobado.
Víctor Carranza, es el único de los cuatro que mostró un incremento, pues de un 28.6 por ciento de aceptación en marzo subió hasta un 43.2 en diciembre, para quedar en el lugar 57, todavía una posición mala.
El incremento en sus índices responde a una sola causa: la alta aceptación que sigue teniendo en ese municipio el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Así, los cuatro son una muestra del desencanto que los habitantes de Veracruz tienen hacia los políticos por la poca capacidad que han mostrado para mejorar las condiciones de los municipios.
Por eso es que en este 2021 se espera una fuerte rotación en los partidos gobernantes.
BINGEN Y SUS TRAMPAS PARA LOGRAR LA CANDIDATURA.
El diputado local Bingen Rementería está desesperado por lograr la candidatura a la presidencia municipal de Veracruz, tanto que hasta paga por encuestas falsas.
Hace unos días se difundió una supuesta medición de la empresa Parametria en la cual se anota que la mayoría estará a favor de Bingen Rementeria como candidato a la presidencia municipal de Veracruz, por el PAN.
Sin embargo, el diputado se mantiene en su curul, a diferencia de otros que pidieron permisos para separarse el cargo, porque se sienten más seguros de lograr la nominación, entre ellos: Sergio Hernández que aspira a ser el abanderado del PAN y de la alianza opositora a la presidencia municipal de Xalapa y de Miguel de Unanue, que quiere ser candidato a la presidencia municipal de Boca del Río.
Bingen Rementeria, pues, no siente que pueda llegar a la presidencia municipal de Veracruz, vaya ni siquiera está seguro de ser el candidato al cargo, por eso es que no suelta el cargo que tiene seguro.
CUITLÁHUAC DEBE CUMPLIR SU DEBER HACIA LOS NIÑOS CON CÁNCER
El gobierno del estado de Veracruz ha tenido una más que deficiente actuación en materia de salud y la muestra de ello es que un juez federal le acaba de ordenar al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez que debe cumplir con su deber y se le tiene que otorgar atención médica suficiente a 53 niños que padecen cáncer, y que han sido mal atendidos por la Secretaría de Salud Estatal.
Los familiares de los menores afectados interpusieron un amparo por la falta de atención médica reiterada y éste 13 de Enero se emitió la resolución número 93-2020 promovida desde el día 12 de Febrero de 2020.
El proceso se alargó casi un año hasta que el juez Federal del Juzgado Décimo Segundo de Distrito con sede en Córdoba, emitió la sentencia para que se apliquen las medidas necesarias para proporcionarle de manera gratuita y oportuna la debida atención médica a los niños con cáncer, incluyendo los medicamentos necesarios y durante el tiempo que sea para garantizar su salud y su vida.
El señalamiento es directo contra el gobernador Cuitláhuac García Jiménez; el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor y el director del Hospital Regional de Río Blanco, Álvaro Vázquez Gallardo. |
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