Los apretones que le llegaron al Gobernador Cuitláhuac García Jiménez desde Palacio Nacional, desde el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo obligaron a reconocer que “sí” hay incremento en la incidencia delictiva en el estado.
La aceptación tuvo que ser pública, no bastó con el querer dar una explicación en corto, y por eso este martes 13 (considerado de mala suerte por algunos supersticiosos) dio una de las pocas conferencias de prensa que ha concedido en su mandato.
Fue realmente, una conferencia de prensa muy reveladora. Vaya, fue tan demostrativa, que el mismo gobernador dijo que el Presidente viene a Veracruz no por simpatía con él, si no por el “papel geográfico” estratégico de la entidad.
El reclamo presidencial debió ser tan fuerte, que Cuitláhuac García hasta propició una tregua con el fiscal del estado, Jorge Winckler, la cual duró pocas horas, pero sirvió para mostrar la fuerza de la llamada de atención.
Y en esa exhibición pública, también asumió la nueva mención negativa hecha el mismo día en la conferencia mañanera del Presidente, donde mencionó a Veracruz por el bajo número de policías locales que hay.
La conferencia también sirvió para evidenciar que sus números y los de la Guardia Nacional, no cuadran, uno menciona menos, el otro dice que hay más elementos policiacos desplegados en la entidad.
La exhibición pública también hizo evidente que el Gobernador está al tanto de todas las irregularidades que se presentan en su gabinete y que las tolera y protege, aunque diga que las desconoce, como el último escándalo de Roberto Ramos Alor, quien reconoció que no se daban los servicios de hemodiálisis a enfermos renales, y Cuitláhuac García –ahora- hasta lo alabó.
Todo eso y más quedó expuesto y confirmado, en apenas una hora y 12 minutos.
A CUITLÁHUAC EL PRESIDENTE LO OBLIGA A RECONOCER LA ALTA INCIDENCIA DELICTIVA. El jalón de orejas que recibió Cuitláhuac García desde Durango, el viernes 9 de agosto, fue tan fuerte, que sólo le quedó reconocer que hay una alta incidencia delictiva en Veracruz.
Eso de que es pura percepción, de que son ilusiones, de que son ataques de los enemigos de la 4T, quedó atrás
Ahora es realidad reconocida.
Pero para hacerlo Cuitláhuac García le compuso por aquí y le recompuso por allá. Buscó el acomodo de palabras y de hechos. Al estilo del clásico quiso hacer su propia versión de “lo que el Presidente quiso decir”.
Según el Cuitláhuac García lo que el Presidente quiso decir fue nada más una “alerta”.
“¿Porqué el presidente alerta?”, preguntó.
Y para reafirmar su “lo que el Presidente quiso decir” sobre la incidencia delictiva en Veracruz dijo que fue apenas un “¡aguas!, no vaya a complicarse”.
Ese “no vaya a complicarse” es porque, según la versión de Cuitláhuac García, “en el mes de mayo a junio, sí, se nos había disparado (el homicidio doloso) con respecto a la baja que ya llevábamos. O sea se nos volvió a subir, el homicidio doloso…”
Junio era el mes en el que más homicidios dolosos se habían dado en Veracruz durante el actual gobierno.
Pero ya fue rezagado. Ahora lo es julio.
Eso lo mencionó el mismo gobernador en la conferencia de prensa: “Julio también se nos disparó un poquito, vamos a ver ya en el resumen cuanto”.
Pero por mientras insiste en que todo estaba bien: “Obviamente el presidente trae el registro de cómo íbamos bien y de pronto se nos subió tantito y dijo <>”.
Eso es lo que “el Presidente quiso decir”, según su versión:
“Acuérdense de sus palabras, no las saquen de contexto, sus palabra fueron <>, también resalto eso”.
Pero lo que en realidad dijo el Presidente, después de hablar de la baja de la incidencia delictiva en el norte del país, fue:
“No podemos decir lo mismo en el caso de Jalisco, Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Veracruz”.
No fue ningún “aguas”, no fue “una llamada de atención por algo que se complica”.
Fue un señalamiento concreto del Presidente de la República sobre la alta incidencia delictiva.
AMLO PUSO A VERACRUZ COMO EJEMPLO NEGATIVO, OTRA VEZ. Pero los llamados de atención al gobernador, directos desde Andrés Manuel López Obrador, no terminaron ahí, si no que en la conferencia mañanera del 13 de agosto, destacó el caso de Veracruz como un estado con un déficit del 66 por ciento de policías estatales con respecto a la medida recomendable.
Esto lo asumió el Gobernador sin chistar y culpó a la administración anterior, la de Miguel Ángel Yunes Linares, por haber dejado sólo a 4 mil policías operativos.
“A alguien se le pueden hacer 4 mil policías un montón, pero somos 8 millones de habitantes. ¡Ah!, pues es nada. Hoy ya tenemos 4,500 operativos”.
En el estado, según sus cuentas, sumando las policías federal, naval y militar, más miembros del ejército y de la marina en funciones de seguridad pública “y nuestras fuerzas” hay unos 11,900 elementos.
Pero sus números no cuadran con los de Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional, quien refirió en la conferencia mañanera del 13 de agosto, que en Veracruz hay 2,458 elementos de esa agrupación, más “el despliegue permanente de Sedena, de Semar y Policía Federal, para hacer un total de 13 mil 701 elementos”.
¿Porqué no cuadran las cifras?, ¿quién está mal?.
A lo mejor, por estas malas cuentas, es que el Presidente López Obrador ha tomado a Veracruz como ejemplo de una mala seguridad pública.
AMLO NO VIENE A VERACRUZ POR SIMPATÍA: CUITLÁHUAC. Pero lo más revelador de la conferencia de prensa del Gobernador es que el mandatario estatal reconoció durante la misma que hoy la cercanía con el Presidente ya no es tanta.
García Jiménez aseguró que Andrés Manuel López Obrador viene “por el papel geográfico que tiene Veracruz en el desarrollo que impulsa el presidente”, según palabras del Gobernador García Jiménez.
Sus visitas, no son por simpatía pues.
La pregunta inicial fue sobre si la relación entre el Presidente López Obrador y Cuitláhuac García seguía siendo buena y después de unas cuántas vueltas retóricas dijo:
“Pues superbién, imagínate que ha venido más de 10 veces”, dijo, y se rio “jejeje”.
Pero luego aclaro que el Presidente no ha venido a Veracruz tantas veces, por simpatía:
“… pero no, miren, también quiero aclarar algo. El Presidente no se mueve por simpatías, eh; el presidente no se mueve por simpatías –retieró-. Yo he aclarado muchas veces, ¿porqué viene a Veracruz?, por el papel geográifco que tiene Veracruz en el desarrollo que impulsa el presidente”.
Esa es la verdad, dicha por el mismo Gobernador: “Por eso viene a Veracruz. Pero viene en ese plan, no por empatías”.
Punto aclarado, el Presidente viene a Veracruz por estrategia, no porque tenga mucha simpatía por el Gobernador.
¿Fue eso lo que quiso decir Cuitláhuac García o fue otra cosa?.
LA TREGUA CON EL FISCAL QUE NO ES TREGUA. “Es que no hay guerra. Para que haya tregua tiene que haber guerra. No hay guerra”, dijo Cuitláhuac García sobre la reunión que por fin se dio con el Fiscal.
Pero esa tregua que no fue tregua, porque no hay guerra, pero que si hay distanciamiento, duró muy poco.
En la misma conferencia de prensa se rompió:
“Lo que nosotros estamos exigiendo es que se cumpla con el papel que tiene cada quien, si. Lamentablemente –pues- no toda la sociedad lo sabe, el poder ejecutivo estatal, es el encargado de la seguridad, pero el encargado de poner de poner en la cárcel a los delincuentes es el fiscal, ahí está su nombre”.
Y en ese tono le reclamó otra vez la causa por la que lo denunciaron penalmente ante la Fiscalía General de la República, el ocultamiento de órdenes de aprehensión.
¿Cuántas horas duró la tregua?.
Pocas.
El Gobernador Cuitláhuac García lo sintetizó así: “Nosotros no estamos en guerra, estamos exigiéndole que haga su trabajo”.
CUITLÁHUAC DEFIENDE A SUS CUESTIONADOS FUNCIONARIOS. El gobernador Cuitláhuac García en la conferencia dio una muestra de que está al tanto de las irregularidades que existen en su gabinete, porque hasta los defiende.
A los culpables de la alta incidencia delictiva, esa que se vio obligado a reconocer, los tuvo ahí, a sus espaldas; a su derecha Eric Cisneros, el secretario de Gobierno; a su izquierda, Hugo Gutiérrez, secretario de Seguridad Pública.
Pero también defendió a Roberto Ramos Alor, aún después de todas las evidencias de las irregularidades en el servicio de hemodiálisis, incluso reconocidas por el titular de la Secretaría de Salud local. Casi-casi lo trato de santo. La actitud del gobernador fue una muestra de que él es quien aprueba a quienes se les dan los contratos en su gobierno, aunque diga que ni enterado está de los mismos.
Hugo Gutiérrez también tiene pendiente el escándalo del sobreprecio del alquiler de patrullas y Roberto Ramos hizo una compra de ambulancias también con sobreprecio.
Vaya Cuitláhuac hasta defendió a Miguel Ángel Vega García, funcionario de la Contraloría del estado, presunto implicado también en la Estafa Maestra, por la que acaban de vincular a proceso a Rosario Robles.
De este último sólo dijo: que lo investiguen y si es culpable, que lo castiguen.
Con esas muestras de impunidad y protección hay muchas cosas más que pueden ocurrir.
FUNCIONARIOS CON MIGUEL ÁNGEL YUNES EN HORAS DE TRABAJO. Miguel Ángel Yunes Linares tuvo una reunión con alcaldes, síndicos, regidores y funcionarios públicos en general, que siguen como aliados de su grupo, en su famosa residencia de El Estero en Veracruz, para promover la candidatura de José Mancha.
La asistencia fue escasa. Muchos de los que se esperaba no llegaron, porque sienten que el grupo Yunes va en descenso.
Ahí incluso habló mal de la dirigencia nacional del PAN, a la cual llamó débil, que no ha logrado encontrar su rumbo que le permita llegarle a la gente.
La reunión se realizó en horas laborales, aún cuando la Constitución política del país prohíbe realizar o acudir a actos políticos-electorales en horas de trabajo.
Ahí estuvieron, entre otros:
Fernando Yunes Márquez, alcalde de Veracruz; Humberto Alonso Morelli, presidente de Boca del Río; Jorge Vera, de Alamo; Raúl Hermida Salto, de Cosamaloapan; Agustín Lagunes Alvárez, de Tlalixcoyan; José Manuel Díaz, de Tres Valles y Abel Ramírez, de Paso de Ovejas. |
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