Si algo debe aprovechar el frente opositor es el espacio dejado libre por MC, para posicionarse en la imagen del elector, como una verdadera alternativa.
Recomponer la estrategia de campaña presidencial y de los nueve gobiernos que habrán de cambiar en igual número de entidades federativas, es una tarea que requiere atención prioritaria.
MC no podrá recomponerse del golpe bajo que les proporcionó su efímero candidato presidencial, Samuel García, quien parecía avanzar en el propósito de convertir a MC en un partido atractivo para el electorado.
Ahora a quien le toque la nominación presidencial, batallará para situarse siquiera dentro del margen mínimo para mantener el registro nacional como partido político.
Falta todavía para el inicio de la campaña presidencial (marzo), pero los equipos comienzan a ser aceitados y ponen a consideración del electorado lo que serán sus programas de gobierno y la integración de los equipos que los conforman.
Con la salida de la contienda presidencial del imberbe gobernador de Nuevo León, Samuel García, viene una recomposición de los grupos políticos.
Están definidos los dos frentes el que conforman MORENA, PT y Verde y el opositor que integran panista, priistas y perredistas, mientras que en MC no atinan a designar al que será su abanderado.
Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez avanzan con los nombramientos de sus equipos, donde saca amplia ventaja el de la morenista, ya que eligió a personajes con amplio reconocimiento en los mundos políticos, académicos e intelectuales, mientras que el de Xóchitl causó inquietud al designara personajes que no surgen de lo mejor de esos tres partidos.
Revivir a políticos como Josefina Vázquez Mota, Margarita Zavala y Jesús Ortega no pronostican la credibilidad que se requiere para una campaña enjundiosa, vertiginosa, propositiva y de amplio recorrido.
Margarita Zavala es conocida por su urticaria a los problemas y a afrontarlos de los que dan cuenta su renuncia a la candidatura presidencial del 2018 y su desinterés por participar en la contienda interna para dirigente nacional del PAN, por el que tanto luchaba.
Josefina Vázquez Mota no aporta nada bueno, ya que su imagen es la de una mujer vencida en las urnas, como son la candidatura presidencial del PAN y la del Estado de México, ubicada en las dos ocasiones hasta el tercer lugar.
Es cierto que el nombramiento de Enrique de la Madrid despierta cierta confianza, pero se dejó de lado a otros como Carlos Urzúa y José Ángel Gurría, a quien se le había confiado la realización del plan de gobierno.
Personajes cuestionados como Silvano Aureoles son vistos con desconfianza y el arribo de Jesús Ortega garantiza el espacio para Los Chuchos.
Los hijos de Xóchitl son cuestionados por integrarlos a la campaña de manera directa. El cuestionamiento que s ele hace a la candidata del frente opositor es que nada bueno aporta el jalar a los hijos como parte de la estrategia.
La propia Xóchitl lo vivió cuando Andy (Andrés López Beltrán) le fue a ofrecer una posición dentro del equipo de su padre, el hoy Presidente de la República.
Las experiencias de los hijos de políticos de alto rango no han sido gratas y aunque Xóchitl no tiene todavía en sus manos el Poder Ejecutivo deja un ligero sabor al pasado que tanto recalcan desde MORENA ofrece el frente opositor.
Historias hay muchas de la participación de los hijos de presidentes en cuestiones de gobierno y en negocios privados y aunque Xóchitl rechace esos ejemplos no deja de causar escozor su decisión de integrar a sus propios hijos.
Veremos que sucede y también si la participación del cineasta que realizó el documental sobre la vida de Claudia Sheinbaum es más amplia que eso.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
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