Hace varios años (25) se declaró improcedente el voto corporativo, al considerar que su propósito era el de incrementar la votación a favor de un candidato.
El razonamiento se basaba en que dirigentes sindicales de toda índole y empresarios buscaban favorecer a tal o cual personaje, convenciendo o intimidando a sus agremiados o empleados a sufragar por ese personaje.
Se suponía que esa prohibición se respetaba, aunque en 2018 diversos patrones del sector empresarial convocaron a sus empleados a votar en contra de uno solo de los candidatos, Andrés Manuel López Obrador, quien criticó esos ordenamientos.
Finalmente, el tabasqueño ganó en las urnas con amplia ventaja y se creyó que con ello desaparecerían los llamados al voto corporativo, pero, al revés, lo acentuaron más.
En la actualidad, con miras a los comicios presidenciales del 2024, MORENA hace uso de las mismas armas que antes criticó y cuenta con los antiguos aliados del sistema para conservar el poder.
Si antes los priistas tenían en Fidel Velázquez y sus sindicatos agremiados a los impulsores del voto corporativo, ahora esa función la realiza Pedro Haces y su central obrera (CATEM); los maestros que antes tuvieron el férreo control de Jesús Robles Martínez, Carlos Jonguitud Barrios y Elba Esther Gordillo, entre otros, obedecen al ordenamiento de Alfonso Cepeda Salas. Los trabajadores petroleros al mando de Ricardo Aldana, migraron del voto priista al de MORENA, de acuerdo al compromiso adquirido por su dirigente.
El sector militar, Ejército y Marina, además de Guardia Nacional, son otras de las reservas que tiene MORENA para obtener votos favorables, ya que si algo distingue a estos cuerpos es la disciplina y el acatamiento de órdenes.
La dirigencia de MORENA sabe que con esos aliados y otros de menor representatividad alcanzarán los sufragios necesarios para ganar la Presidencia de la República y lograr llegar a la mayoría calificada (dos terceras partes de los votos) que le permita al Presidente contar con el respaldo necesario para que el Congreso le apruebe sus reformas constitucionales.
Y es que durante largas décadas, el voto corporativo fue una de las armas secretas usadas por el PRI, para triunfar en elecciones de todo tipo. La idea de juntar en sectores a la militancia del partido se gestó dentro del primer sexenio presidencial, el del general Lázaro Cárdenas del Río.
Eso permitió que sexenio tras sexenio el PRI se impusiera en las urnas, aunque la maledicencia popular asegura que se usaban otras artes.
Una central obrera, otra campesina, fueron los soportes del PRI en sus momentos de apuros y en el gobierno de Manuel Ávila Camacho se desapareció al sector militar, para dar paso al popular, sector en que conviven lo mismo empresarios, profesionistas que aseadores de calzado y todos aquellos que no eran catalogados como obreros o campesinos.
Con el paso de los años la Confederación Nacional Campesina se fracturó y se crearon otras centrales como la CCI y la de Campesinos Independientes la Cardenista y hasta Antorcha Popular, entre otras; mientras que de la CTM se desprendieron algunos dirigentes que fundaron la CROC, la CROM y otras agrupaciones, algunas manteniendo su alianza con el PRI y otras desertando del partido y sumándose, actualmente, a los adversarios del PRI
…………………………………
Es cierto que la CATEM de Pedro Haces Barba es de las que respaldan el proyecto de Claudia Sheinbaum, pero no a todos los candidatos de MORENA. El dirigente sindical respalda también a otros candidatos que buscan gobiernos estatales como es el caso de Lucy Meza en Morelos. El dirigente obrero se muestra inconforme con el hecho de que su hijo Pedro Haces Lago fue bajado de la nominación a la alcaldía de Tlalpan, a pesar de tener las mejores cartas credenciales. Ricardo Aldana respalda la candidatura de José Francisco Yunes, de la alianza opositora en Veracruz y Alfonso Cepeda hace lo propio con el magisterio.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
Email: ramonzurita44@gmail.com
--
Ramón Zurita Sahagún
www.revistapersonae.com
ramon-zurita.blogspot.com |
|